71- Décima Temporada - CAP VII: NO TODO ES COLOR ROSA

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El tiempo se detuvo, las estrellas brillaron más que nunca en el cielo y el mundo dejo de girar sobre su propio eje... al menos eso era lo que sentía en ese preciso momento.

La tenue luz de la luna se filtraba suavemente a través de los ventanales y solo se escuchaban a las agujas del reloj marcando los segundos que rápidamente morían dando paso a los minutos...

La suavidad de sus labios y la calidez de su boca me hicieron olvidar de algo importante, respirar.

Lentamente deshice ese beso que me había consumido todo el oxigeno de los pulmones...

-mhn...noo... no...- susurro Keun.

Se negaba a apartarse de mí. Sostuvo mi rostro entre sus manos y aun con los ojos cerrados inicio una nueva batalla con nuestras lenguas.

Su cuerpo se pego mas al mío, casi estaba sentada sobre la mesa pero poco me importaba.

Esta vez a quien le hizo falta el aire fue a Keun Suk.

Su pecho subía y bajaba sin cesar -sentiste... eso?- pregunto con dificultad. Sus mejillas estaban sonrojadas.

Aun no era capaz de hablar, solo lo abrace como respuesta. Lo escuche sonreír

-claro que lo sentiste...- termino por responderse solo.

-grrr... grr...- ese era mi estomago reclamando atención.

-primero hay que comer, después.... hablaremos- dijo Keun. Beso mi frente y con una enorme sonrisa volvió a su lugar.

Toque mis labios, los sentía un poco inflamados. Keun me miraba de reojo y sonreía mientras servia la comida. El ambiente estaba muy tenso, demasiada tensión sexual en el ambiente mejor dicho.

A los pocos minutos Minnie despertó, después de darle de comer le dimos un baño y jugamos un rato en la cama hasta que se quedo dormida. No fue la única vencida por el hada de los sueños.

Ambos, padre e hija yacían dormidos con la misma expresión en sus rostros... y la boca semi abierta.

Suspiré ya resignada... la idea de tener una familia de un día para otro me asustaba pero sabía que no estaba sola, él me acompañaba, así todo seria más fácil... o eso quería creer.

Con cada mirada o roce de sus manos me estremecía, cada vez que lo pensaba estaba mas segura... no tenia dudas -¿qué es amar si no es esto que siento por él?-

Un nuevo día comenzó. Aun no era capaz de abrir bien los ojos cuando mi nariz capto un suave aroma a rosas.

Poco a poco me fui inundando de ese delicioso perfume, me fregué los ojos y me estiré con pereza intentando despertar por completo.

Al apoyar mis pies descalzos sobre el suelo descubrí que éste estaba cubierto de pétalos de rosas rojas. Unas dibujaban un enorme corazón y otras formaban un camino, fui siguiendo el sendero hasta llegar a la sala.

Me desilusioné un poco al encontrar la casa vacía, tan solo una bandeja con mi desayuno sobre la mesa y junto a ella una pequeña nota.

-¿ya despertaste? Si es así... ábreme!- Sonreí y abrí la nota.

-¿tienes hambre?... hicimos Hotcakes para ti! (En realidad, el Príncipe Encantador cocinó... Minnie solo dio las ordenes)

Estaremos en la oficina casi todo el día, no te preocupes! la dirección esta al pie de la hoja...

Puedes visitarnos a la hora del almuerzo o cuando quieras.

Minnie no quiso tomar su leche esta mañana... le dije que ibas a castigarla si no la bebía toda. Al final la bebió un poco, hizo caras extrañas... Fue muy gracioso!

Historia de un Viaje EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora