Capitulo 10

86 4 0
                                    

{Steve}
No entiendo nada, no entiendo a esa niña, no entiendo mis pensamiento, ni la situación. No quiero nada con ella, es demasiado pequeña para mí, pero me provoca algo, no es deseo, ni amor. Quizá solo es curiosidad o...¿morbo?, pero yo no soy ese tipo de hombre que va por ahí deseando jovencitas. No puedo meterme en su vida ni dejar que ella entre en la mía, de ninguna forma esto está bien.

Los pasos de Laura acercándose interrumpen mis pensamientos.
-Steve
-Laura, lo siento, no quiero que pienses mal, Madeline y yo no tuvimos nada que ver.
-Si, Steve, lo sé, tranquilo. No estoy enojada, solo quiero decirte algo...
Asiento con la cabeza, pero no digo nada para que continúe hablando.

Camina al sillón y ambos nos sentamos.
-Mira... No puedes tener ningún tipo de relación con Madeline, ni de amigos, ni sentimental y mucho menos sexual. Yo le dije que debe verte como ve a Alex, pero la conozco muy bien, te desea y Madeline no conoce límites, yo sé que puedo confiar en ti, pero también se lo que Mad es capaz de hacer, así que tú eres quien tiene que poner los límites, tú eres el que, espero, es capaz de controlarse.
-Lau, no pasará nada, hablas de ella como si fuera a hacerme el peor de los daños. Es una adolescente, hoy me desea a mi, mañana deseara a algún compañero de clase. Quédate tranquila.
-Creo que no me estás entendiendo. Madeline no es como las demás adolescentes, no va cambiando de gusto cada que ve un muchacho atractivo. Las pocas veces que le ha gustado un hombre es, bueno, es una situación muy difícil. Madeline es obsesiva, cínica, es egoísta. Es una gran persona, si, pero no sabe querer, no soy quién para contarte sobre su vida, pero entiende una cosa, ella no creció con mamá y papá, no tuvo alguien que la cuidará, nadie que se preocupara por ella, nunca conoció el cariño. Su madre la... *Suspira y voltea al techo como intentando evitar derramar lágrimas.* -Su madre le hizo mucho daño y nunca tuvo un padre que viera por ella. Madeline está con hombres mucho más grandes que ella porque necesita sentirse protegida. Mad está mal y cada vez que se enrolla con alguien termina peor. Te lo digo por algo...
-Lau...
-Steve, prométeme que no vas a dejar que se meta en tu vida.
-Te lo prometo Laura. Quédate tranquila.
-Gracias. *Me dice y sonríe mientras me da un apretón en la mano.*
Laura se levanta del sillón y se pone a preparar los encargos de postres que tiene. Yo me quedo en el sillón, impactado, confundido y curioso. Se que debería alejarme de una, pero soy desgraciadamente un hombre curioso e interesado por las cosas que parecen imposibles o difíciles y ahora con lo que se, esa niña me provoca una curiosidad enorme y las ganas por descubrir todo de ella me consumen. Creo que es la primera vez en mi vida que hago una promesa vacía y no me arrepiento.

Nada como nosotros Kde žijí příběhy. Začni objevovat