Nada como nosotros

Capitulo 6

Steve se queda un rato nadando y yo lo observo, cada que se pone de pie en la alberca aprovecho para apreciar lo bueno que está y lo guapo que se ve con el cuerpo empapado, este hombre me encanta físicamente y estoy deseando que viva aquí con Alex y Lau, yo vengo casi todos los días así que podría aprovechar para echarle una miradita de vez en cuando. O muchas.
-¿Vive aquí? *Le pregunto.*
-Si, pero espero mudarme pronto, no me gusta dar molestias. *Me dice apoyando sus brazos en la orilla de la alberca, justo enfrente de donde estoy sentada.*
-Genial. *Le digo sincera.*
-¿Genial?, ¿Por qué? *Me cuestiona muy extrañado.*
-Porque yo vengo muy seguido. *Le digo sonriendo.*
-¿"Genial" por qué he dicho que espero mudarme pronto?
-No, porque vive aquí.
-¿Así qué te he caído bien? *Me dice contento.*
Por dios este hombre es demasiado inocente. *Pienso.*
-Podría decirse.
-¿Por qué te saliste?, ¿Te incomodo qué te tocara? *Dice preocupado.*
-No quiero que acabemos follando. *Le digo sonriendo descaradamente.*
-Perdona, no te he escuchado bien. *Me contesta tan nervioso que se que me ha escuchado perfectamente.*
-Que me ha encantado tanto que me tocara que hasta me dieron ganas de follar con usted. *Le digo sonriendo y acostándome en la camilla.*
-Ehhh... Madeline... Yo...
-Solo bromeaba. *Lo interrumpo riendo.*
-Está bien. *Suelta un suspiro de alivio y se ríe nervioso.*
Me quedo un momento en silencio pensando que ha sonado demasiado lindo como ha dicho mi nombre, pero no puedo permitirme estos estupidos pensamientos, así que me levanto de la camilla y camino hacia la lavadora y secadora a ver si por suerte hay algo de ropa.
-Toma lo que quieras de la secadora. *Me dice al notar que camino hacia ella.* -No recordaba que tenía ropa ahí, justo estaba lavando cuando llegaste.
-Gracias. *Le digo* -¿Quiere que le pase algo?
-Si, cualquier camiseta está bien.
No quiero pasarle una camiseta y que se vista, así que husmeó un poco y veo una toalla.
-Aquí hay una toalla. *Le digo.*
-Esa tómala tú.
-Yo ya estoy seca. *Protesto.*
-Tómala como cobija, ya va empezar a hacer frío.
-Aquí hay sudaderas, puedo ponerme alguna.
-Si, pero también vas a tener que ponerte la toalla.
-Bien. *Le digo resignada.*
Le paso una playera y sale del agua, se seca rápidamente con ella y se vuelve a poner los pants que traía al principio y otra camiseta limpia de la secadora.