Nada como nosotros

Capitulo 17

{Steve}

No se cómo, pero logre salir de mis pensamientos y continuar con las fotos de Madeline, ella está frente a mi, posando para mi y para la cámara como una diosa. Madeline es como el sueño erotico de cualquier hombre, frágil, hermosa, seductora y joven. Apuesto que cualquier hombre que la conoce se enamora de ella y eso me hace hervir la sangre, tiene que ser mía, bajo mi cuidado y mi mando. Que ningún hombre pueda verla, mucho menos tocarla.

La observo, como se mueve su cabello con el viento y su piel brilla con la luz que queda del día. El sol se está ocultando y Mad esta tomando sus ultimas fotos. No se ha vestido, solo tomó su cámara y está tomando algunas fotos del mar y de las rosas rojas que regó por la arena. La observo desde lejos, sentado en una roca detrás de ella. Se ve tan hermosa, su silueta y su piel, es tan mujer que despierta los más ocultos deseos de un hombre. Solo imagino como la tomaría, caminaría hacia ella, llegaría por la espalda y la apretaría contra mi con tanta fuerza, tocaría su cabello que cae sobre sus pechos, deslizaría mi mano desde su pecho hasta su entrepierna y la haría tener el orgasmo más intenso que haya experimentado. Con eso me bastaría, tocarla, olerla muy de cerca, hacerla sentir placer, solo para ella.
Pero tengo que controlarme y tomar la decisión más inteligente lo antes posible. Se que es lo mejor, solo que no puedo imaginar lo difícil que sería no volver a verla jamás, ¿encontrará otro hombre que haga este tipo de cosas con ella?, ¿otro hombre con el que vendrá a la playa y se quitará la ropa frente a él, mientras se acuesta en una sábana rodeada de rosas y espera a que le haga el amor?
¡No!, ¡No!, ¡No! No puedo permitir eso, Madeline tiene que ser mía, solo mía para siempre.

-Madeline. *Le ordenó que venga con un movimiento de mano.*
-¿Si?
-Siéntate. *Doy una palmada a mi regazo para indicarle dónde.*
-¿Ahí? *Apunta a mis piernas.*
-Si mi pequeña princesa, encima de mi.
*Madeline no dice nada, solo obedece.*
-¿Qué buscas con todo eso Madeline?, ¿Quieres provocarme?, ¿Quieres burlarte de mi porque sabes que no puedo tocarte?
*La cuestiono en tono serio, mientras peinó su cabello detrás de su oreja. La miro en silencio unos segundos, la tomo con algo de fuerza de la barbilla y repito la pregunta.*

-¿Qué buscas con todo esto?
-¿Con qué? *Responde retadoramente.*
-Provocándome desde el primer día que nos conocimos, quitándote la ropa en este lugar donde estamos solos tu y yo, y sabes que podría hacerte lo que quisiera y nadie se enteraría. Lo sabes y aun así estás desnuda, abriéndote para mi en diferentes posiciones. Se clara de una vez, dime si quieres que te haga mía y lo haré ahora mismo sin pensarlo.

*No responde, solo me mira y sonríe. Toma mi mano y la coloca en sus caderas, acerca su rostro al mío, puedo sentir nuestras respiraciones entrelazándose, todo se mueve en mi interior, estoy tan nervioso como un niño a punto de dar su primer, pero tengo que disimular y tomar el control de la situación, así que la empujo suavemente y la obligo a ponerse de pie.*
-Siéntate con las piernas al rededor mi cadera.

*Y eso hace, se pone frente a mi y deja caer su sexo justo arriba de mi pene, como dos piezas que encajan en un rompecabezas, y no puedo resistirlo mas, la aprieto contra mi, aprieto con mis manos sus muslos y sus caderas desesperadamente, la muevo encima de mi, parece que mi pantalón puede reventar en cualquier momento, y por fin... la beso, es magia, no existe nada más, Madeline y yo, unidos en un beso. Soy consciente de todos mis sentidos, el sabor dulce de sus labios, nunca podría saciarme. El olor de su cabello y su cuello me embriaga. La suavidad de su piel, la estrujo, la acaricio, no es suficiente, quiero más, mucho más. Ella ni siquiera esta tocándome y siento que estoy apunto de tener un orgasmo, trato de controlarme y como la tortura más placentera, la escucho gemir, mi cuerpo no lo resiste y lleno de semen mi pantalón y su precioso coño. La separo de mi y abro los ojos para verla, todo está oscuro, la pantalla de la computadora se ha apagado, muevo el mouse y vuelve a aparecer esa foto de Madeline en la playa en mi pantalla, la observo unos segundos y suspiro. Debería bañarme y dormir, mañana será un día complicado.*