Capitulo 4

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Pasamos un largo rato en silencio, pero por alguna extraña razón no es incómodo.
Juego con un palito y un montoncito de tierra y él juega con Doggy.
-¿Vives aquí en seguida, verdad? *Me dice rompiendo el silencio.*
-Si, ¿Cómo lo sabe? *Pregunto a pesar de que se la respuesta.*
-Alex me ha dicho que era una vecina quien estaba cuidando de Doggy.
Asiento pero no contesto nada.
-Oye, supongo que tus padres vendrán a buscarte en cualquier momento, se van a inquietar porque no has regresado. *Me dice seguro.*
-Si... no lo creo. *Me rio.* -podría quedarme aquí una semana y mi madre no se preocuparía, además, está acostumbrada a que me vaya durante el día y no regrese hasta el siguiente, o el siguiente.
-Bueno, la esperanza es lo último que muere. *Sonríe animado.*
-¿Cómo puede estar tan calmado? *Le preguntó desesperada.*
Sus ojos se abren como platos y se inclina ligeramente hacia atrás por un segundo porque he soltado la pregunta con un tono que parece que voy a llorar o algo así y además lo he dicho muy rápido y muy fuerte.
Retoma la postura y se voltea de cuerpo completo hacia mi.
-Pues no lo sé, siempre he sido así. *Se ríe porque ha usado mi frase en mi contra, supongo.*
Le sonrió ligeramente y me levanto porque estoy empezando a sentirme nerviosa de nuevo.
Camino a la piscina, me quito los zapatos, el pantalón y la blusa y me aviento a la alberca.
Cuando salgo del fondo me percato de que el hombre acaba de verme quitándome la ropa y me causa un poco de gracia su cara de asombro.
-¿Qué? *Le digo retadora.*
-Ehh.. No, nada. *Dice nervioso.*
-Lo siento por eso. *Me rio.* -Empezaba a aburrirme de estar ahí sentada. *Agrego para que no comente nada acerca del espectáculo que acabo de regalarle.*
-Si, también empiezo a aburrirme. *Dice aún muy nervioso.*
-Pues métase. *Le digo haciéndole una seña con la mano indicándole que venga a donde estoy.*
-No traigo traje de baño.
-Tampoco yo.
-Bueno, pero, yo soy muy penoso.
-¿Me está diciendo atrevida? *Digo fingiendo estar ofendida.*
-No, no me refiero a eso, es solo que, a mi me costaría la vida desvestirme enfrente de una mujer que no conozco, claro, por respeto a ti. No me parece lo mas apropiado.
-No sea ridículo. *Le digo riendo.*
-Bueno. *Se ríe al mismo tiempo que se levanta del suelo y camina a la orilla de la piscina.* -Voy a... *Me mira y luego acerca sus manos a su camiseta.*
-Bien. *Entro en el agua y me pongo a nadar sin voltear a verlo.*
Cuando escucho el ruido de su cinturón cayendo al piso volteo y él se avienta rápidamente al agua. Eso no evitó que pudiera apreciar lo bueno que esta.
Sale del fondo y me sonríe apenado, demasiado apenado para ser precisos.
-He visto muchos hombres desnudos, no se preocupe. *Le digo para aumentar sus nervios.*
Este hombre me parece tan recto y tan tierno que me divierte ponerlo nervioso.
-¿Ah si?, pero me has dicho que solo tienes 19 años. *Me dice intentando sonar tranquilo y quizá autoritario.*
-Y un pasado espantoso. *Le digo riendo.*
En el fondo eso no me hace ninguna gracia, pensar en eso más bien me provoca ganas de vomitar.

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