Jin acomodó su cabello por última vez antes de tomar las llaves del auto y conducir a la casa de su amigo Min. Hoy tendría una especie de 'cita' con Jiminnie, ya que Yoongi no pudo llevarlo con él a la reunión programada del día. A parte que el señorito Taehyung no pudo cuidarlo porque Hoseok lo arrastró a un viaje de 2 días con Jungkook, ni modo con esos 3.
Ya que Jin tenía el día libre, aceptó la invitación de Jimin sobre ir y comer algo juntos. Al minino le había caído de maravilla, tanto que lo consideró su amigo.
Llegó a la casa y bajó para caminar a la puerta y tocar el timbre de ésta, y sin tardía, escuchó como Jimin bajaba las escaleras corriendo y hacía un desastre intentando abrir la puerta con las llaves. ''Tierno'' - Pensó Jin.
Cuando al fin pudo abrir la puerta, aún le faltaban sus zapatos, una media, y tenía los cabellos alborotados. Aún así, sonrió lo más tierno posible y alzó sus brazos.
-¡Jin!-
-¡Hola pequeño! ¿Aún no estás listo?- Se agachó para acomodar sus cabellos.
-Es que Daddy me viste siempre- Jin frunció el ceño.
-¿Perdón? ¿Quién es Daddy?- Preguntó con confusión
-¡Yoongi!-
-Aaah, okeey... Bueno. Ehm, Ví que abrieron un lindo Mini restaurant por aquí cerca, se ha hecho muy famoso por sus batidos ¿Te gustaría ir por unos batidos y pastel, pequeño?-
-¡Si! ¡Sí! ¡Vámonos!- Comenzó a dar pequeños saltos hasta el auto con su linda sonrisa.
Jin rió y tomó los zapatos de Jimin, siguiéndolo al auto.
Famoso rapero, productor, bailarín y modelo en Corea. Caballeroso, bien hablado, de altura perfecta, cuerpo de muerte y una cara que deja a más de una - y unos - babeando.
¿Quién no quiere una cita con tremendo hombre como Kim Namjoon? Ufff.
Sí, Lalisa Manoban, hermosa secretaria de su compañero Min Yoongi, aquella que conoció en aquel viaje de trabajo mientras peleaba con su jefe sobre el café helado derramado ''accidentalmente'' en su blusa.
La que ahora mismo está sentada frente a él mirando su teléfono sin despegar la vista, sin mínimo interés del chico sentado en frente. Decidiendo con su mejor amiga sobre si salir corriendo o escapar por la ventana del baño antes de que le pida la segunda cita.
Al parecer siquiera tampoco se había percatado del pequeño arreglo de rosas que había traído Namjoon para ella de la tienda más cara en la ciudad.
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