Handcuffs.

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La poca luz de la fría mañana entro por las lineas de las persianas. Podía escuchar fácilmente el sonido de las gotas caer sobre el césped. 

Sonrió instantáneamente al sentir como unos finos y reconocidos labios depositaron un beso en la mitad de su espalda ofreciéndole muchos espasmos por todo el cuerpo. 

-Abre los ojos enano, sé que puedes oírme -Mencionó esa ronca voz muy cerca de su oído. 

-Sólo por eso no te daré sexo mañanero -Fingió enojo mientras intentaba tomar la manta entre sus manos. 

La risa de Pha recorrió cada milímetro de su cuerpo, pero realmente eso no fue el detonante, sino, ese suave movimiento que hizo para meterse bajo la manta junto a él y pegar su ya notoria y desnuda erección en sus nalgas, casi separandolas. 

-¿Seguro no? -Empezó a mordisquear la piel desnuda de su hombro y fue inevitable gemido salió por sus labios, haciendo que el miembro del mayor se alertara más de lo que ya lo estaba y Pha empezara suaves vaivenes contra él. 

-Amo tus boxer y más cuando te dignas a modelarlos para mí, pero en estos momentos solo causan un grave escozor en mi polla y ¡Diablos! En serio quiero sentir tu suave trasero -Yo rió ante ese comentario tan desvergonzado, amaba eso de Pha. 

Pha empezó a recorrer la espalda de Yo con sus besos suaves y mojados. Succionó en varios lados y puntos de su espalda pues sabía que eso enloquecía al enano. Mordió en su cadera un par de veces y luego, con sumo cuidado y sutilidad tomó los boxer de tela negra y de seda entre sus dientes, y empezó a bajarlos sin mucho complique, siendo lento y tortuoso bajo los gemidos del otro, quien estaba demasiado excitado. 

Puso su enorme mano en la cadera del más pequeño e hizo que se volteara para poder mirarlo a la cara, porque amaba eso. Amaba tener sexo con Yo mientras lo observaba a la cara, sus expresiones siempre eran tan obscenas y él también disfrutaba, pues se había encargado de que todo su cuarto estuviese lleno de espejo y ya se habrán imaginado cuantas cosas sucias han hecho. 

Las manos del pequeño alcanzaron su cuello y lo bajaron bruscamente para besarlo. Pha flexionó las piernas para quedar acostado sobre su pequeño si aplastarlo, obvio. Sentía como su sexo crecía contra su abdomen y por eso, no paró de restregar el suyo contra los muslos, testículos y pene de Yo quien estaba más arriba del éxtasis gimiendo muy duro. 

Era aquí cuando las cosas se empezaban a poner realmente calientes. Cambiaron de posición y Pha se paró frente al espejo que había al lado izquierdo de su cama, con Yo arrodillado frente a él. Puso sus manos a cada lado del espejo cuando sintió como el pequeño empezaba a besar todo su abdomen, dando suaves chupetones cerca de su ombligo, lamiendo en descenso hacía su pelvis y besando toda la zona alrededor de su pene como una muestra de tortura y a ese punto, su pene no dejaba de producir pre seminal, cuando por fin, su erecto miembro fue tomado por esas pequeñas y delicadas manos para hacer un movimiento de sube y baja mientras simultáneamente sus grandes y acorazonados labios viajaban a besar a su glande. Yo lamió toda su longitud para luego metersela a la boca y succionar de manera violenta mientras sus manos viajaban a consentir sus testículos. 

-A-amo follarte la boca -Susurró Pha luego de un enorme gemido y no resistió más, bajo sus manos hacía la cabeza del menor y empezó a empujarla un poco, intentando no ser brusco y manteniendo su autocontrol a raya. 

Luego de esa sección que fue bastante intensa, pararon antes de que Pha se viniera y el menor de acostó boca abajo con una almohada bajo su vientre a petición del mayor. Gimió sonoramente cuando sintió como su nalga derecha fue mordida con mucha fuerza y la otra nalgueada. Pha empezó a repartir dulces besos después de cada nalgada, para luego tomar las esposas negras que habían utilizado tantas veces y hacer prisioneras sus dos manos justo en su espalda baja, sin poder tocar o moverse. 

Después de que las esposas fueron puestas, la mano de Pha lo tomó del muslo para que levantara un poco su trasero y así el pudiera llenarlo de lubricante sabor a chocolate, regocijando todo eso sobre sus nalgas y su entrada fue igual de profanada cuando Pha acercó su erecto pene allí y empezó a restregarlo muy lento. Sentía como el látex del condón hacía sonidos tan sucios, que fue inevitable no morderse el labio.

Su cuerpo fue devuelto a la posición inicial sobre la almohada y antes de empezar su acto, Pha tomó el cuello de Yo y en un dos por tres metió su polla caliente en ese lugar, moviéndose tan pronto como hizo su intromisión y lo que empezó con una suave embestida, terminó con la cama golpeando fuertemente la pared y los dos follándose como si se odiaran, tan fuerte y tan duro que en un sólo round terminaron hechos polvo. 

Pha después de finalizar su acto sexual, se quitó el condón y lo tiró a la basura. Luego se dirigió a Yo y le quitó las esposas, mientras besaba sus muñecas y toda su pequeña espalda. 

-¿Estás bien, cariño? -Intentó sonar lo más dulce posible. 

-Amo cuando me lo haces así -Rió Yo mientras se volteaba. 

Y así eran ellos. Pha era todo un Christian Grey en está situación, pero adoraba mirar a su amado después de cada sección y más si eran tan intensas como esas. 


Luego de esa mañana tan ajetreada, los dos disfrutaban de su tarde del Domingo. Yo estaba acotado sobre el pecho del mayor, mientras usaba solo una enorme camiseta de Basketball que le llegaba a los muslos, pues era de Pha, mientras que esté se encargaba de acariciarle la cadera y le daba varios sorbos de cerveza. 

El móvil de Yo sonó y Pha rodó los ojos casi por costumbre. El pequeño lo tomó y empezó a hablar con Jerry, su compañero de trabajo y alguien que ponía realmente celoso a el mayor. 

-Bien, adiós Jerry. Nos vemos mañana -Sonrió y colgó. 

-Se supone que es Domingo, no debería llamarte -Le dio otro sorbo a su lata de cerveza. 

-Sólo necesitaba un favor, deja los celos- El pequeño frunció el ceño y no volvió a acostarse en su pecho. 

-¿En serio aún te la crees? -Rió- Es increíble que no te des cuenta de que le gustas a ese imbécil. 

-¿Qué? ¡Claro que no! -Levantó la voz. Oh no. 

-¿Ah no? He visto como CASI te folla con la mirada -Hizo énfasis. 

-¿Y? 

-Que odio eso, el único que puede mirarte así soy yo. 

-¿No confías en mí? -Sus enormes ojos lo miraron directo a los ojos. 

-No confío en él. 

-Y por lo visto tampoco en mí- Y se fue directo al cuarto que había compartido por ya dos años. Escuchó el portazo y se dio cuenta de que realmente la había cagado, pero no podía evitarlo, no quería, sentía que Yo sería arrebatado de sus manos. 

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Ustedes lo pidieron, aquí lo tienen. 

Espero que en realidad haya disfrutado esté cap, yo lo hice y realmente me gusto, por lo que seguiré escribiendo más sobre ellos. 

Besos, amaría leer sus opiniones. 


Bee Beam. (2Moons The Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora