La Santa Hermandad (Año 3 a.d)

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Gabriel

El silencio volvió a ser la característica principal de esta puesta en escena. No había por qué pensar de nuevo en el pasado para atormentar el presente. Lo que paso con Gabriela dejo un rencor que no era grande, pero que estaba ahí, (por lo que pasó al final con su bomba inflada con bobada). No era más que una de esas experiencias agrias que un niño solo quisiera reemplazar con una sonrisa diligente para mantenerse, en un estado de euforia eterna. "Lo pasado, pisado" dicen por ahí, logré tener la experiencia de un "noviazgo" temprano y mis papas no se lograron enterar, así que todo estaba bien.

Aquí es donde Sergio viene a cobrar importancia para todo este año y toda esta locura de la PYP. El hecho de que fuera más grueso hablando de contextura hacía que directamente la gente le hiciera matoneo (yo incluido). Era mi amigo, no lo podía negar, pero de alguna forma mal intencionada de mi parte, disfrutaba de su mal ajeno... Tal vez para sentirme yo mejor (porque yo no era de ninguna forma perfecto). Era solo por costumbre, pero no le hacíamos nada bien. Tenía que verme todos los sábados con el turnando entre su casa o la de mi abuela, para así estudiar todo lo que teníamos para el proyecto (Durante 8 agraciados meses). Era algo que al final me iba a terminar cansando de una forma extrema. Pero que salió forzadamente bien al final. Sergio y mi persona, me hacían pensar en las diferentes formas de representación de personalidades en nuestros cursos, y como iban a lograr marcar una crucial diferencia entre los pensamientos de cada grupo social que se creaba.

Así fue, como empezaron a realzar las diferencias de clases sociales en nuestra promoción: Los hombres que jugaban fútbol, que más bien eran alabados como Dioses de la "hombría" por saber cómo jugar un deporte, que al final se volvía una obsesión psicológica como si en realidad este, fuera una religión extremista (¿pero quién puede juzgar a los ciegos?); Los No Jugadores de fútbol, o las personas que carecían de hormonas (y que podían practicar todos los deportes del mundo, excepto... fútbol), y así poder mostrar que eran hombres, pero... de todas formas en el futuro el decir de "tener bolas" se convertiría en solo un cliché más, para aquellos que en realidad no las tenían, todo se basa en perspectiva... El hecho de estar por todo el colegio, excepto en las canchas pateando el balón, desgraciadamente me hacía ver cómo menos que los demás... Bueno, recordemos que aquí comienza la comedia. Y por último las niñas, que para entonces eran todas iguales en una categoría, y... las que se creían demasiado para ser cierto... hasta el punto de causar una fundamental controversia: "Las BEFFAS".

Cuando me di cuenta de las cosas, no sé qué tanto podía llegar a relacionarme con una persona, pues mi único amigo verdadero para entonces había sido Diego. Como todo, lo que fuera a pasar con mis círculos amistosos, estaba en merced del tiempo y su voluntad. Así fue como mi inminente separación con Diego no era más que obvia. Era de la forma en la que iba a expresar lo mucho que me molestaban algunas cosas al estar a su lado (Estaba empezando a desarrollar carácter). Estaba en ese cambio de perspectiva general de la pre adolescencia, era algo que me iba a transformar de el niño molesto a el adolescente recalcitrante. Así fue como extrañamente empecé a relacionarme con alguien que sinceramente había sido mi enemigo a muerte en los inicios de primaria... Ian. No sé cómo, no sé por qué... Solo paso. Con él, venían más personas a las cuales iban a ser indirectamente de mi grupo social: Estaba presente Andrés (aunque algunas veces estaba ocupado en otras partes del colegio), Diego, Ian, Byron, y Sergio; de todos modos, Byron e Ian pertenecían a otro grupo social o alianza más grande: "La Hermandad". Era un poco abstracta la forma de interactuar de nosotros, pero gracias a eso hay algo que contar.

Con el tiempo todo fue sustancialmente evolucionando... Nada era tan incómodo y la barrera de cordialidad se había roto entre todos. Fue ese día que fuimos todos por onces a la cafetería, entramos la mayoría en conjunto y caminamos hasta la barra de entrega para darnos cuenta de que era algo entre amarillo y blanco con chispas de colores. Cuando agarre con mi mano el vaso plástico me di cuenta de que era banano, remojado en limón para que no se oxidará, me lo comí sintiendo la textura babosa con dulce y ácido. Cuando íbamos de regreso de la cafetería, Byron cruelmente gritó: --Sergio se va a cagar!, ¡el banano es un laxante natural! --; entre dientes absolutamente todo el mundo se rió de una forma compulsiva para esperar el grito de Diego –Corran que nos va a infectar! —Todos salieron a correr rápidamente en todas la direcciones y Sergio salió corriendo detrás de nosotros como si en realidad le interesara... De esa forma se creó uno de los juegos que más goce en mi historia en el colegio: "Run, Run, Run for your life" o en español "Corre, Corre, Corre por tu vida". Se trataba de correr sin sentido alguno, por todo el colegio y alguien era el que atrapaba, luego de superar lo de Sergio (2 semanas después) Creamos reglas básicas para todo el mundo, para así jugar en "tranquilidad", el que atrapaba era normalmente el último en tocar la puerta del salón antes de que la campana del final de receso sonara. De esa forma salíamos a correr por todo el colegio y varias personas como Juan Carlos se nos unían y en el futuro más. El que atrapaba tenía que atrapar a todo el mundo hasta que perdieran sus vidas y tuvieran que unirse a él para atrapar por los demás. Es decir, el infectado infecta a los demás para que siguieran infectando y ganar.

Este juego abrió muchas puertas amistosamente. Había llegado el fin de semana, y el lunes próximo teníamos una actividad de convivencia en una finca que pertenecía a el colegio Tenjo, Cundinamarca. La finca tenía un laberinto hecho de solo pinos plantados, y era básicamente el único interés de todo el mundo aparte de la tal reunión de convivencia para oír a el excelente departamento de psicología de nuestro colegio.

Llegamos ahí y estaba igual que la otra vez, dos alas que salían verticalmente de un vagón (Que eran los baños, y las alas que eran vagones en donde se hacía un salón así era una instalación en forma de "U". Empezamos con las actividades y pasó un largo tiempo para salir a recreo, comer algo e ir directo al laberinto. Por fin se acabó, luego de escribir cosas que nos interesa para nuestro futuro (o algo por el estilo). Salimos a comer nuestras onces, y en menos de 5 minutos todo el mundo estaba a las afueras del laberinto para determinar quién iba a atrapar a todo el mundo y encerrarlo en el corazón del laberinto que era como un tipo de jaula. Eufóricamente, todos gritaron "¡me tapo!" y salió a correr en el momento que se dieron cuenta que había personas que no se habían salvado del "me tapo", y así empezó el juego, y era lo mejor. Uno se podía meter entre las paredes de pino, para que al final las hojas se quedaran dentro de la ropa, y los raspones causaron la peor dermatitis con ardor y piquiña. Me reuní con Ian adentro, y el de un momento a otro me ofreció entrar a la hermandad (o me dio la idea de ello), yo obviamente dije que sí y se lo comunique a Diego para que también enviará una solicitud. Ian se lo diría a Armando (Su mejor amigo, y no era la mejor persona de este mundo). Se lo dijo y él claramente respondió con un sumiso "NO".

Unos días después solo fui a literalmente arrodillarme frente a él para que me aceptara. Terminó diciendo forzosamente que sí, pero se lo negó totalmente a Diego porque lo detestaba y así continuar jugando a la figura del tirano. Ahora me empezaron a dar el "papeleo" para poder entrar y no me acuerdo de qué clase de bobada fue... pero sucedió, y para ser totalmente un miembro de su logia mal formada, tenía que tener un "amuleto" en símbolo a la alianza, que en realidad era un collar con una figura en metal que habían comprado el año pasado en una excursión a Villa de Leyva, Boyacá... yo viajaría allá para año nuevo así que ya tenía planes en la cabeza. Era solo cuestión de tiempo para ver los daños colaterales de estas nuevas amistades pues aquí solo se veían justicieros que perseguían a los malhechores que representaban la estupidez... no sé si era santa o condenada.

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