Capítulo 20. Solo un perdón.

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Evie resoplo levantando algunos mechones de su improvisado fleco, hasta por fin encararle -Piérdete- bramo con molestia, ese chico solo quería hacerla sentir aun peor de como ya se sentía. Por qué puede que Jay fuese un maldito niño mimado, pero era un príncipe; Y eso sin duda le dolía aún más, pues ella había perdido todo mientras Jay podía conseguir a otra persona. Con esas bellas facciones y esa encantadora manera de ser... ¿Quién se le podría resistir? En cambio ella, aparentemente debía hechizar a alguien para obtener su atención, que desdichada y horrible debía ser para merecer aquello.

-No tengo la más mínima intención de hacerte sentir mal- Doug se sinceró acomodando las gafas recién quitadas en un bolsillo de su chaleco -Al contrario, detesto ver que lloras por alguien que no te aprecio lo suficiente- Evie abrió los ojos sorprendida y lo miro; él se sonrojo y tartamudeo de pronto -Y-yo...- Quizás se había equivocado... y Doug era más que un nerd que le perseguía; el realmente se preocupaba por ella. Él era un verdadero amigo y jamás lo noto por sus ansias de alcanzar a quien no le prestaba atención.

-Gracias Doug- Evie necesitaba un abrazo; por eso Evie lo robo del hijo de Tontín. Mientras el chico miraba perplejo a la chica ella se limitó a sonreír y salir de ahí no sin antes asentir a las palabras dichas por el joven "Quizás algún día podamos reunirnos... ¡Para estudiar! Claro..."

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-¡Explícame por qué carajos permitiste que Jay dejara a Evie!- Mal estaba molesta, Mal era una completa idiota y Carlos no podía detestarla más en ese momento.

El príncipe de Versalles resoplo y gruño un par de blasfemas por lo bajo, miro de reojo a Jane que trataba con todas sus fuerzas enfocarse en sus deberes y no en la riña que se estaba llevando a cabo. Evie decoraba con dedicación sus cuadernos desde el escritorio al borde de la habitación y frente suyo la pelimorada bufaba con sus cautivantes y peligrosos ojos esmeraldas.

-¿Me jodes? Esto debe ser una maldita broma Mal- Carlos hizo un mohín con sus labios -Tu no quisiste ayudarme, hice lo que pude... ¿Y ahora me reclamas? ¡¿Que carajos pasa con tu vida?!- y es que enserio no comprendía lo que pasaba por la cabeza de aquella chica; el ya había resuelto los cosas, o algo así. Jay se callaría mientras lo dejara tratar de conquistar... él no se dejaría y sería una lucha interminable. Todos ganaban ¿No?

La hija del hada malvada le tomo de los hombros para obligarle a mirarla después de que este quisiera voltearse -Mi problema es que tengo que ser la niñera de un niñito estúpido con corona que no quiere tomar responsabilidad de sus actos y en cambio sigue cometiendo los mismos errores- A la pelimorada no le cabía en la cabeza como podía cometer de nuevo el error de "Dejarse enamorar"; Carlos caería en esa tontería aunque dijese que no. Y lo más importante, Evie se quedaría sola; aquella preciosa chica a la que haría feliz sin duda alguna, se quedaría sola por la estupidez de Carlos. Evie se merecía las jodidas estrellas, se veía tan feliz al lado del árabe y después de que ese idiota príncipe le rompiera el corazón ella fue testigo del enorme dolor que eso causaba en la princesa sin corona. Para Mal un príncipe era otra persona, pero para Evie lo era todo.

-¿Que otra opción me quedaba Mal? ¿Dejar que revelara toda la verdad y me obligaran a casar? Te digo de una vez que tu también te hubieses hundido conmigo- Y eso era cierto ¿Qué diablos hacia? Si sus planes salían correctamente, Evie no tendría ninguna maldita necesidad de andar rogándole a alguien para que le hicieran caso. La peliazul se convertiría en una reina, ambas gobernarían el caos y la destrucción, y si Evie aun quería a un estúpido príncipe... tendría una fila entera de pretendientes aguardándole.

-Realmente estoy harta de resolver la vida de todos por aquí, pero da igual Carlos. Haz lo que quieras y con quien quieras, pero ni a Evie ni a mi nos vuelvas a meter en tus tonterías- declaro la pelimorada en una clara advertencia que helo cada sistema del pecoso.

The PrinceWhere stories live. Discover now