Capítulo 17 •El Cielo Es Azul•

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Miré hacía el cielo desde la ventana de mi habitación, estaba totalmente nublado, llovería en cualquier momento. Busqué un suéter en mi armario, no iba a salir, pero adentro de la casa hacía mucho frío.

Bajé las escaleras de la casa y pude ver a la señora Raquel y a Leyva sentados en la sala viendo la televisión, me quede observándolos un buen rato, imaginando que era yo quien pasaba un momento así con mi madre, lamentablemente jamas lo viví, y ahora era imposible que pasara algo así con ella.

Un rechino de parte de uno de los escalones hizo que ambos se percataran de mi presencia.

—Hola— Dije tímidamente.

—Buen día— Me dijo Leyva sonriente, pero solo lo miré seriamente, seguía molesta con él.

—Que tal ____, ¿como amaneciste?— Me preguntó la señora Leyva.

—Bien— Respondí —¿Y usted?— Leyva y su mamá se miraron y después regresaron su vista hacia mi, no entendía ¿acaso dije algo malo?

—Muy bien, gracias por preguntar— Una sonrisa apareció en su rostro —¿No quieres ver una película con nosotros? A Freddy y a mi nos encanta ver películas en los dias lluviosos— Sentí de nuevo la nostalgia invadir mi cuerpo y baje la mirada.

—Tengo mucho trabajo por hacer, pero..gracias por la invitación— Ni siquiera sabía porque era "amable" con la señora Raquel.

Me retiré rápidamente de la sala para dirigirme a al cocina. Agradecí que Lucy no se encontraba ahí. Tome asiento en una de las sillas y mientras veía la lluvia caer por la ventana, lloré. Lloraba porque en verdad era muy triste saber que yo no tenía a nadie quien me hiciera sentir querida. André llevaba dias sin buscarme, quizá ya encontró a alguien más, mi papá jamas me ha querido, y mi mamá, no estaba aquí.

Envidiaba tanto a Leyva, él tenía una madre que lo amaba, un padre que le cumple todo lo que le pide, una novia que lo quería demasiado, y amigos que lo apoyaban en sus malos momentos. ¿Y yo? Ni siquiera tenía una mascota que me quisiera.

¿Cómo será sentirse amado? ¿Que alguien que amas te abracé y te bese con amor? ¿Cómo será?

—_____...— Leyva había entrado a la cocina.

—Ahora no Leyva— Me puse de pie para comenzar con mis labores e ignorarlo

—No me gusta verte así— Se puso frente a mi impidiendo que saliera del lugar —¿Por que siempre tienes que estar triste?

—Ya no lo soporto más— Volví a dejar que mis sollozos salieran, Leyva me rodeó con sus brazos y una vez más, me dejo llorar en su pecho.

—Tranquila ____, sea lo que sea que te pasa, podrás superarlo— Sentir sus caricias sobre mi espalda, comenzaban a hacerme cesar mi llanto.

—Basta— Me alejé lentamente de él —No tienes por qué tenerme lástima.

—No es lastima— Dijo al instante —Quiero saber que es lo que te pasa, quien o que es lo que causa tus lágrimas.

Volví a tomar asiento en la mesa, y esta vez Leyva se sentó a mi lado. Quizá Leyva no era la mejor opción, pero en verdad en estos momentos necesitaba a alguien. Solo esperaba no arrepentirme, y qué el no lo tomara como burla, aunque estaba claro que no lo haría, él no era así.

—Me siento..me siento tan sola en este mundo, no tengo a nadie que me quiera de verdad, nadie se preocupa por mi, nunca..nunca nadie se da cuenta de la tristeza que reflejan mis ojos, de como cada día es una lucha para mi, viviendo en una casa con gente que apenas conozco, quiero retroceder el tiempo, aprovechar un poco más a mí mamá, preguntarle si tenía un tío, o un abuelo, tal vez tenía primos..— Mi voz se quebró.

—Tu mayor problema es que te cierras al mundo— Bajé mi mirada —Debes dejarte querer, dejar que alguien te enseñe lo maravillosa que es la vida, y tal vez esa persona que necesitas en tu vida, pueda ser yo, solo déjame intentarlo— Lo miré fijamente a los ojos.

—¿Tú..?— Asintió.

—Verás que yo puedo hacerte muy feliz, ¿o acaso ayer no te divertiste conmigo?

—Si..pero..

—Pero nada— Me interrumpió —Te prometo que desde hoy todo cambiara— Tomó mis manos —Tendrás a alguien que te quiera, te pregunte cómo estás, te cuide..

—Leyva..agradezco lo que me dices pero..pero yo se cuidarme sola.

—No, no sabes y yo te quiero cuidar— Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

—Leyva es que, tú no puedes estar cerca de mí— Dije con dolor al recordar la estupida venganza.

—¿Por qué no?— Frunció el ceño. No podía decirle los verdaderos motivos.

—Porque..— El sonido de un fuerte trueno en el cielo me hizo soltar un grito y comenzar a sentir miedo.

—Tranquila, solo es una tormenta— Dijo él.

—Lo sé— Contesté mirando hacía la ventana.

—Vaya, quién diría que una chica como tú le tendría miedo a las tormentas.

—Todos le tenemos miedo a algo, ¿no?

—No tienes porque temer, detrás de la tormenta, el cielo es siempre azul.

Regresé mi vista a él, esas..esas palabras. Tenía razón, el cielo azul ahora estaba cubierto solo por una nubes grises, pero lo azul seguía ahí.

—Es como tú, detrás de esta apariencia tuya, hay una chica con lindos sentimientos— No pude evitar sonreír.

—Gracias Leyva, me siento mejor.

—¡Te dije que aquella vez no sería la ultima que me darías las gracias!— Exclamó con cierta emoción provocando que riera.

—Creo que tengo que comenzar a trabajar— Me puse de pie.

—No, ven a ver una película conmigo y mi mamá— Ofreció.

—No puedo, no quiero tener de nuevo problemas con tu papá— Hice una mueca.

—Por mi papá no te preocupes, yo me encargo, además no regresará hasta en la noche— Lo miré dudosa —Estoy hablando en serio.

—De acuerdo, vamos— Rodé mis ojos.

Camine detrás de él hacía la sala, la señora Raquel al vernos se puso muy feliz. Tome asiento en el gran sillón justo aún lado de Leyva.

—¿Quieres escoger una película ____?— Me preguntó la señora Raquel.

—Oh no, créame que no se nada sobre películas, en mi vida creo que solo he visto unas cinco, y eran de aquellas en blanco y negro que ponía mi papá, por cierto eran muy fastidiosas— Ambos rieron.

—Entonces pondremos una que estoy seguro que amaras— Me dijo Leyva mientras tomaba el control.

—"Yo antes de ti" Mmh no es un buen nombre para una película— Dije.

—Tal vez no lo sea, pero es una película grandiosa, por cierto, si sientes ganas de llorar ya sabes que tienes mi hombro— Reí levemente ¿como era posible que Leyva me hiciera sentir bien con sus comentarios tan estupidos?

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La Venganza | Freddy Leyva |Where stories live. Discover now