10

1K 71 8
                                    

Alfonso.

Pase él día con un dolor de cabeza inmenso, le dije a mi secretaria que cancele todas mis citas, estoy agotado y aun me falta la corrección de varios libros sin contar la reunión con la escritora Exaly.

Suspiro aturdido, harto y cansado de todo, deseo descansar y olvidarme de todo lo ocurrido en él lapso de estos días.

Llego a casa con él cuerpo cansado, mi cabeza aun duele horrores. Juro que hoy no deseo pelear con mi esposa, ojala y ella no me provoque por no se que es lo que sucederá.

Estacione mi auto en él garaje bajo y a los segundo camino directo a la casa, pero me detengo cuando veo a Marcus sentado en una de las bancas del jardín.

Alfonso: Buenas noches Marcus. ¿Como fue él día? - inquiero mirándolo serio.

Marcus: Bien señor, no hubo novedades ella solo estuvo con una chica algo rara.

Suspire asistiendo, entro a la casa con ganas de cerrar los ojos.

Hace una semana contrate a Marcus para que vigile a mi esposa, sonara loco decir que la estoy sometiendo a prueba con él tipo, veré si cae en su encanto.

Entro a la penumbra habitación, me quito la ropa quedando en bóxer, sin decir nada me recuesto a su lado sin tocarla, además debe estar bien dormida. Pero error sus delgados brazos se enrollan en mi gruesa cintura, dejo que me abrace ya que mi cuerpo esta debil, agotado sin contar él tremendo dolor en mis sienes.

Despierto sobresaltado. Nuevamente las pesadillas me mortifican no entiendo que pasa conmigo llevo días sin poder conciliar él sueño y lo peor es él inmenso dolor de cabeza, mi mente se encuentra bloqueada, dejo de lado mis pesadillas y decido que es hora de salir de la cama, lo hago sin hacer ruido, entro al cuarto del baño a hacer mis necesidades fisiologícas luego tomo una ducha de media hora.

Al salir me visto con una ropa casual, este día iremos a ver a los padres de Anahí y luego iré a la casa de mis padres. Mientras me sigo arreglando escuchó a Anahí llamándome.

Anahí: Poncho - dice en un susurro y frotándose sus ojitos azules.

Alfonso: ¿Que pasa? - inquiero molesto y frío con ella.

Anahí: Uh solo quería saber si iremos a ver a mis padres.

Alfonso: Eso tenlo por seguro - le digo afirmándole.

Después de haber terminado él desayuno, nos dirigimos a la residencial donde viven mis suegros, ningunos de los dos articulo palabra en él trancurro del camino y eso fue lo mejor. A la media hora me encuentro estacionando mi auto frente a la residencia de los padres de mi esposa, trate de disimilar felicidad y ella igual.

Alfonso: Espero que sepas disimular una enorme sonrisa - espeto serio, ella solo asintió y camino en dirección a la puerta.

Al entrar mis suegros nos miraron con mucho amor, ambos abrazaron a su hija, luego a mi y realmente los quiero son como mis segundos padres.

Tisha: ¿Que ha pasado que no te has comunicado conmigo durante estos días? - pregunta mirándome de reojo.

Anahí: Bueno...em... Lo que pasa es que se ha fregado él móvil y pues con tanto trabajo en la universidad, casi no tenia tiempo.

Enrique: Pero todo esta bien ¿verdad?.

Alfonso: Claro que si, de eso no debe preocuparse suegro. - mi voz sonó como un buen actor supongo.

Enrique: Eso espero - dijo palmando mi hombro.

Pasamos la mañana conversando sobre mi empresa; corrección y sobre la carrera de mi esposa, había momentos en que Tisha me miraba molesta, podría ser que los ojos de Anahí la delaten en cuanto a lo que nos ha estado pasando.

•Amor Enfermizo © • (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora