El castaño se levantó y camino en dirección a la salida.

---Sí, como sea, ya vete.
Volteó a verme ¿dolido?, luego simplemente abrió la puerta y se fue.

Ethan iba a abrir la boca para decir algo, pero rápidamente lo interrumpi.

---No preguntes.
Dije evitando que hablará al respecto.

---Bueno, como sea...lo siento Sof.
Rodee los ojos, eso ya lo había escuchado antes.

---No fue tu culpa, tu no sabías nada acerca de mi alergia, aunque sinceramente empiezo a creer que quieres matarme.

Lo escuché reírse.

---¿Bromeas? ¿Cómo crees que mataría a la clon de Kyle Kardashian?

Lo miré confundida.

---¿A que te refieres con..
Recién entendí su broma.

---Idiota..
Tomé una almohada y se la lancé, este con las justas logró esquivarla.

Collins empezó a reír como un loco, luego yo también lo hice porque su risa era muy contagiosa.

---¿Y dime, que haces aquí?
Pregunté curiosa.

Lo vi tomar una silla y se sentó junto a mi.

---He estado afuera esperando a que despiertes, pequeña durmiente.

---¿Cargo de conciencia acaso?
Collins se arrimó a la pared y cerró los ojos.

---No sabes lo culpable que me siento..
Llevó sus manos a su rostro y empezó a restregarselo.

---Tranquilo, ya te dije que no fue tu culpa.

Su mirada azulada se posó sobre mi un par de segundos.

---!Aquí estoy!

Lucía había entrado a la habitación, traía varios globos y un oso de peluche enorme.

---¡Hey Lucy!
Grité a mi amiga y está corrió a abrazarme.

---¿Cómo te encuentras?
Preguntó sentándose a un lado de la cama junto a mi.

---Estoy mejor, gracias por estar aquí.
Tomé sus manos.

---Eres mi mejor perris amiga, ¿Cómo crees que no iba a venir a verte?

---¿Perris-amiga? ja ja ja ja ja
Ambas volteamos a ver a Ethan el cual no paraba de irse.

---Ignoralo.
Dije rodando los ojos mientras que Lucía lo miraba como un bicho raro.

---¿Qué tal una selfile?
Preguntó mi amiga.

----¡Noooo!¿Estas loca? ¡Mirame!
Señale mis hinchados labios.

---Claro, ¿Quién no va a querer una foto con Kyle Kardashian?

Ahora si, literalmente Collins estalló en risas.

---¿!Tu también vas a molestarme con eso!?
Reclame indignada.

---Ya calmate, es solo una pequeña bromita.

Lucía mostró su blanca dentadura.

---Y bueno...¿Dónde está el control remoto de éste televisor?..

Aquella mañana la pasé con Ethan y Lucía, ellos no paraban de hacerme reír. En la tarde me dieron el alta justo cuando mi madre llegó, más tarde junto con Dorian regresamos a casa.

---Hogar, dulce hogar.

Exclamé al entrar a la mansión.

---Me alegra que estés de vuelta, bienvenida.

Una de las chicas que trabaja en la casa se me acercó y me abrazo.

---Gracias.
Respondí atenta.

---Te llevaré a tu cuarto para que descanses, cariño.

Mi madre me tomó por los hombros y me llevó hasta arriba.

Por más que pasará el tiempo, mi mamá siempre me trataría como una bebé.

---¡Wow! ¿Y esto?
Mi habitación estaba repleta de ramos de rosas rojas.

Me acerqué para observar a aquellas hermosas rosas.

---Dorian, las ha traído para ti.
Respondió mi madre.

Tal vez yo había sido muy dura con él en el hospital, pensé.

Salí deprisa de la habitación.

---¿Sofía, A dónde vas?
Gritó mi madre desde la puerta, yo ya estaba en el pasillo principal.

---¡Ya regreso!
Le Respondí y fui en búsqueda de Dorian.

Me dirigí a su oficina, era más que seguro que se encontraría ahí.
Llegué a su despacho pero antes de entrar, escuché que hablaba con alguien así que me detuve.

---Tal vez, si sientes algo por ella.
Escuché la voz de Andrés, al parecer Dorian hablaba con él por el altavoz.

---No siento absolutamente nada por esa niña, todo lo hago para liberar un poco la culpa que siento por lo que ocurrió cuando la conocí.

Tragué saliva amargamente.
¿Hablaban de mi?

---Sí es así, entonces no la ilusiones.

Ya era tarde, yo ya estaba más que ilusionada.

---¿Ilusionarla yo?, es ella la que siempre malinterpreta las cosas.

Sonreí en negación.

---Había pensado que también te gustaba luego de aquella escenita de celos que móntaste el día que me fui.

---¡Por favor!no me hagas reír, Sofía para mi es como una hermana, a la cuál debo proteger de viejos verdes como tu.

Si, hablaban de mi.

Regresé de inmediato a mi habitación y empecé a botar todos aquellos estúpidos ramos de rosas, destrui cada rosa, una por una con mis manos.

Así que me ves como una hermana para ti, sonreí.

Eso ya lo veremos...

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Haré un maratón si comentan este capítulo.

Xoxoxo

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now