Me gustaban las sorpresas.

---De acuerdo.
Respondí coqueta.

---No me mires así.
Apretó su mandíbula.

---¿Así como?
Me hice la desentendida.

---Mejor iré a ordenar, vuelvo enseguida.

Dijo antes de irse.

A los pocos minutos de que Ethan ordenará, nos trajieron la comida, mentiria si digo que no se veía apetitoso el plato que me habían servido.

---Se ve bien.
Elogie al plato que estaba ya muy cerca de mi.

---Ahora si pruebalo.
Me incitó Collins.

Se me hizo agua la boca.

---Bueno.
Respondí tomando los cubiertos para cortar el filete de carne que se encontraba en mi plato. Al llevar un bocado de éste a mi boca, me di cuenta que era lo más rico que había probado en vida.

---¿Qué tal?
Collins arqueo una de sus cejas y me miró detenidamente esperando mi respuesta.

Tragué lo que tenía en boca y sonreí.

---Esta riquísimo.

Era un bife de carne bañado en una extraña salsa rojiza, demasiado deliciosa debo decir.

---Sabía que te gustaría.
Exclamó bastante emocionado.

No hablé mucho porque me puse a devorar a aquella carne que sabía a gloria, soy una completa carnívora, desde siempre lo había sido, seguro en mi vida pasada fui un animal carnívoro o algo así.

---Estuvo exquisito.
Me sentía satisfecha.

---Lo noté, si casi ni hablabas por comer.

Ambos reímos.

---Sabes, normalmente no socializo con la gente así porque así, pero tu me has caído un poco bien después de todo.

Collins me miró sorprendido e hizo una mueca con su boca.

---Pues es un honor para mi entonces.
Respondió.

Miré a mi alrededor y me sentí algo mareada.

Ethan me estaba diciendo algo pero no lograba escucharlo con claridad.

---Sofía..¿Te encuentras bien?
Lo escuché pregúntarme vagamente.

---Debemos irnos.
Respondí titubeante.

Me levanté como pude porque evidentemene me sentía mal, empezaba a sospechabar el porque de aquello.

Entramos al auto y de inmediato empecé a sacar todas las cosas que habían en el interior de mi bolso.

---Sof..tu boca..tus labios se están hinchando.

Dijo Ethan alarmado, yo solo lo miré un par de segundos para luego empezar a buscar lo que tanto quería, pero no lo encontre.

Respiré con dificultad mirando a Ethan.

---Necesito...
Me sentía ahogada.

Observé que él por su parte, puso el auto en marcha y nos empezamos a alejar rápidamente del centro comercial.

---¡Dios! No digas nada linda, iremos al hospital..

Colocó su mano con la mía, y yo solo podía pensar en cómo es que no me di cuenta, seguramente uno de los integredientes de aquella deliciosa salsa era piña, aquella fruta a la cuál soy alérgica.

---Alergia..
Logré decir respirando por la boca.

---No hables Sofía.
Sentía como mi garganta se cerraba.

Lo mío era una alergia oral grave, que se me presentaba al ingerir piña, mis labios se hinchaban así como también mi garganta y mi tráquea, tenía unas pastillas para evitar que esto ocurriera, pero al parecer esta vez no las había traído en mi bolso.

Ethan parecía asustado, aquello no era para menos, ya que ahora mismo seguro yo debía parecer un monstruo.

---No puedo...
Le hice señas, ya no podía respirar ni por la boca y empecé a desesperarme.

---¡Sofía! ¡Estamos por llegar, aguanta por favor!
Gritó Ethan.

Lo que pasó después no recuerdo claramente, solo recuerdo sentirme en los brazos de mi amigo y escuchar voces antes de caer en la inconsciencia.

Narra Ethan

Se habían llevado a Sofía a urgencias, ella de verdad estaba muy mal y yo no podía dejar de sentirme culpable.

Me senté en la sala de espera hasta recibir alguna noticia de su estado, debía llamar su familia, en este caso a su madre pero no tenía su número así que tomé el bolso de Sofía y saqué su móvil para buscarlo.

A la media hora de haberle avisado a la madre de Sofía, ella llegó y enseguida me preguntó acerca de lo ocurrido.

---Sí, mi niña es alérgica a la piña, se pone muy mal cuando ingiere esa fruta.

Respondió su madre sollozando.

---Tranquila, ella estara bien.
Palmee su espalda.

Nunca imagine que esto podría pasar, ni en el peor de los escenarios.

Sofía era una bomba sexual de aquello no había duda pero lo que más me gustaba de ella era su forma oscura de ser, se parecía tanto a mi...el que ahora se encontrará grave solo la hacia verse frágil, como una mortal más, lo cual para mi no lo era, así que sabía que saldría de esta.

La noche había llegado y con eso el diagnóstico médico de Sofía por parte del doctor de turno que la atendía, ella se encontraba estable pero aún no despertaba.

---Creo que deberías irte jovencito, yo me quedaré aquí.

Dijo la madre de Sofía al verme cabecear del sueño.

---No señora, yo me quedaré aquí con usted.

Estaba decido a quedarme hasta que Sofía despertará.

---Eso es muy amable de tu parte, pero no es necesario que te quedes, en tu casa, tu familia estará preocupada de que no llegues pronto.

El rostro de la señora Sanders se veía abatido, se la notaba agotada.

---Mi padre no se encuentra en la ciudad, así que no hay problema.

Respondí rápidamente.

---Esta bien, iré al baño un momento.
La señora Sanders se puso de pie y se estiró un poco, al parecer ella al igual que yo teníamos creo que ya entumecidos partes de nuestros cuerpos al estar sentados ya varias horas.

---De acuerdo, tómese su tiempo yo estaré al pendiente.

Vi irse a la señora Sanders y cerré los ojos un par de segundos, a decir verdad si tenía algo de sueño, escuché unos pasos acercándose a mi haciendo que abra los ojos de inmediato.

---Espero que lo que paso, no sea alguna venganza tuya en contra de Sofía por lo de tu reciente accidente.

Dorian Deluxo estaba aquí y..¿Me amenazaba?

Me puse de pie de inmediato para encararlo.

---¿Qué te pasa? Lo que acabas de decir es lo más estúpido que he escuchado hasta ahora.

Respondí mirándolo furioso.

---Tienes razón, lamento lo que dije,  es solo que Sofía es como una...como una hermana para mi, y no quisiera que nada malo le pase nunca.

Exclamó afligido.

---Entiendo, no te preocupes.

Sabía que a Sofía le gustaba este tipo, lo noté desde un comienzo por como ella lo miraba cuando él estaba cerca.
Pero él..¿Qué sentía?

Aquél cuento de que la quería como una hermana, yo no me lo comía...

Saluditos

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xoxoxo

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now