7

2K 248 11
                                    

«No te ha pasado que cuando más te interesa una persona y le brindas lo mejor de ti, es cuando más te decepciona.»

...

Por aquellos días yo era una pequeña y tonta enamorada de un chico que pensé que era el mejor hombre del mundo, que pensé que quizás el sí correspondiera a mi amor verdadero, que me llenara de felicidad como nadie más lo ha hecho, y sí, todos empezamos por aquella etapa donde ahí amistad y se conocen y llegan a tener sentimientos mutuos, ese no fue mi caso, aquel chico había entrado a mi salón, ocupando el mismo asiento que yo, era nuevo y no era de esta cuidad, iniciamos un diálogo, en el transcurso de los días todo marchaba a la perfección, creí que de alguna u otra forma él y yo tendríamos algunos que otras tareas grupales juntos y así fue. Conoció a mis padres, yo conocí a los suyos, incluso salíamos a los descansos con los amigos que había logrado hacer, supongo que después de todo, fuimos esa clases de personas.

 Hara alguna que otras veces se enojaba conmigo, porque no salía con ella y sí, fue lo peor que hice en mi vida, dejar a mi mejor amiga, por un novio, nunca lo hagan, nunca cambien a sus amigos, por un amor, al fin y al cabo, los amigos siempre van a estar.

Hubo un tiempo donde nada—absolutamente—nada estaba bien, era indiferente, solo la pasaba con sus amigos, cuando le decía para salir algún lugar juntos metía excusas de que estaría con su familia o trabajos con su padre. Ya nada andaba en orden, yo quería arreglar las cosas, conversar, me evitaba. El día llegó, el día de lo ocurrido, el día en que me hicieron mucho daño, yo caminaba por los pasillos tan cual un cuento de hadas, esperaba por Hara, pero esta no llegaba, los libros me pesaban en mis manos y decidí que era mejor dejarlo en mi casillero, mientras iba caminando dos siluetas estaban frente a mi, de espalda, una pareja de enamorados besándose, me imagine así con él, ese día cumplíamos meses y yo tenía un regalo para él, pero todos mis sentimientos se fueron abajo cuando esos jóvenes se voltearon dejando ver sus rostros, no quería aceptarlo, no podía creer que me estaba engañando, lo que hice: Si, fue huir. Alguien a mis espaldas me alcanzó y adivinen quién: lo empujé y grite que me soltará, pero no lo hizo, al contrario me robo un beso y fue donde la bomba exploto, le dí un bofetón y tiré de aquel regalo que tanto me costó conseguir, solo por qué quería que él lo tuviera, le dije que no quería volver a verlo más, pero como era eso posible, si, estudiábamos juntos.

Me sentía estúpida cuando lo veía, ese mismo día Hara llegó a mi casa, como consuelo, ella había visto lo que paso desde otro punto de vista.

Respire hondo y exhale profundamente, añadiendo: Desde entonces, el ha querido una oportunidad y no se la he dado, no voy a volver a caer, no lo haré, y ahora me acosa, diciéndome estupideces y medias.

Incluso podría retroceder en aquellas épocas y el dolor seguiría siendo el mismo. 

Incluso si miro hacía atrás te sigo viendo como la persona que amaba, la herida no se cerraba ni aunque le echase sal y limón.  

Por un tiempo diría que bastante prologando, me eché la culpa de nuestra separación, buscaba excusas aunque me hiciste daño, quería estar junto a ti, seguí apoyándote luego de nuestra infructuosa despedida para nada real, y de lejos, quise seguir cuidando de ti, aunque estuvieras con la zorra por la que me reemplazaste, al principio me dolió verte de lejos, ya no tenía nada que ver contigo y por más que quise estar a tu lado, por ambas razones mi corazón dolía y se encogía, finalmente pude darme cuenta varios años después, cuando te fuiste, de qué, ya no te extrañaba, o tal vez me acostumbre a la idea de que no te iba a ver nunca más, y qué, junto a ella ibas a ser feliz. 

Ahora debo agradecerte, te doy las gracias, por enseñarme que algunas veces lo que más quieres se termina yendo tarde o temprano, y aunque intentes una y otra vez salvar a alguien, esa persona pueda ser la misma que te diga: "déjame ir" o quizás "me decepcionaste" fuiste una de las despedidas que más me ha dolido, pero pasar de página mientras tu disfrutabas y yo aquí muriendo por que volvieras, me hizo crecer. 

(1) Hasta Aquí © | Jung Hoseok ➵En edición.Onde histórias criam vida. Descubra agora