Exclamó el director Williams, parecía molesto.

Vi a las patéticas amigas de Gina despedirse de ella, mientras que Alex besaba mi mejilla deseándome suerte.

Caminamos hasta la oficina del director separadas la una de la otra.

---Tomen asiento.

Miré con asco a Gina y moví la silla lo más lejos de ella para sentarme.

Ahora venía el sermón del siglo...
Suspire cansada.

Narra Dorian

Ahora mismo me encontraba con Sara, habíamos ido con otro especialista y en este momento se estaba haciendo una resonancia magnética.

Luego de obtener una coca cola de una máquina expendedora, me dirigí hacia la sala de espera pero el sonido de un celular me desconcerto. Busqué
el lugar de donde provenía el sonido del móvil y me di cuenta que venía interior de la cartera de Sara, no sabía si debía contestar o no pero pensando en que tal vez podría tratarse de alguna emergencia lo hice.

---Buenas tardes, es tan amable de comunicarme con la señora Sara Sanders.

---Ella no puede atenderlo en este momento pero si desea dejarle un recado, con gusto se lo daré.

---, Soy Ernest Willians director de la escuela en donde estudia su hija, necesito que se comunique conmigo en cuanto pueda.

---¿Le sucedió algo a Sofía?
Cuestione alarmado.

---No, bueno ella se encuentra bien, pero ha sucedido algo hoy en la escuela y considero necesario que la señora Sanders o algún familiar de la joven, venga a hablar conmigo el día de mañana.

Vaya...pero que conveniente, pensé.

---No se preocupe yo le daré su recado.

---Muchas gracias, que este bien.

---Igual.

Cerré la llamada.

¿Y ahora que hiciste mocosa..?

Narra Sofía

Me miré en uno de espejos de los baños del colegio y casi me da un infarto cuando observé mi mejilla derecha.

---Yo como siempre me pierdo de las cosas buenas que pasan en este colegio.

Lucía ahora estaba detrás mio mientras yo observaba mi cuello y pecho ya que tenía bastantes rasguños.

---¿Por qué no fuiste a enfermería?
Preguntó mi amiga mirando el moreton en mi cara.

---Por qué ahí, está la loca de Gina.

Saqué mi bolsa de maquillaje y empecé a tapar el moreton en mi pómulo derecho.

---¿Y que les dijo Williams?

---Ya sabes..el sermón de siempre pero estoy agradecida de que no llamará a mi madre.

---¿Y que ha pasado?
Voltee a ver a Lucía.

---Yo..yo no hice nada, ella me golpeó y..y.
Empecé a sollozar y luego a reir.

---Ridícula..conmigo no te hagas la inocente.

Me puse seria y la miré mal.

---Ya no me crees nada tu, pero esta vez es enserio ella me agredió y yo solo me defendí.

Alegue encogiendome de hombros.

---Es que tu eres la mala siempre..¿Como he de creerte?
Dijo Lucía riendo.

Fingi sentirme ofendida llevando una de mis manos a mi pecho.

Sonó el timbre señalando el cambio de hora y salimos del baño para luego despedirnos.

---Nos vemos luego, no causes más destrozos.
Me dijo Lucía antes de irse.

Le saque el dedo del medio a la infame de mi amiga y me encaminé a mi aula de clases, pero al pasar por una de las aulas alguien me halo haciéndome ingresar a una de ellas.

---Pero que demonios...
Josue me empujó contra la puerta mientras le ponía seguro.

---Debemos hablar.
Habló muy cerca de mi casi rozando nuestros labios.

Debo admitir que la situación era bastante excitante.

---¿De que quieres hablar?

Nos miramos fijamente.

---¿ Por qué no respondes mis mensajes?

Cuestionó mirando mis labios nuevamente.

--- No...no he tenido tiempo.
Respondí nerviosa.

Una de sus manos se deslizó dentro de mi falda por lo que solté un gemido.

---Me tuviste esperando todo este tiempo...

Aspiró mi cuello y cerré los ojos en cuanto introdujo sus dedos dentro de mi ropa interior.

---No he pasado por buenos días, profesor Cooper.

Ahora sentía sus dedos adentrarse en mi.

---Ahhh.
Me tapó la boca y yo abrí los ojos de golpe.

---Shuuu..no queremos que nadie escuche.
Habló casi en un susurro.

Moví mi cabeza en negativa.

---Estas tan mojada..

Junto sus labios con los míos y me beso apasionadamente.

Sentía su lengua literalmente en mi garganta, a los pocos minutos me separé por falta de aire.

---Me duele el cuerpo.
Confesé.

Recién empezaba a sentir dolor luego de la pelea con Gina.

Josue sonrió y me miró con ternura.

---Escuché algo de lo que sucedió, y me parece mal que te hayas comportado de aquella forma.

Lo separé de mi de inmediato.

---¿Ahora vas a sermonearme tú?
Espete molesta.

---Tranquila linda, yo por el contrario aunque no te lo merezcas te haré sentir mejor.

Lo miré acercarse a mi y tomarme por la cintura para ir descendiendo lentamente, lo mire confundida.

---¿Qué es lo que...aaahhh

Cerré los ojos y empecé a disfrutar de la maravillosa lengua de mi maestro de matemáticas, creo que prefería que utilizará su lengua haciendo esto, a que lo hiciera dictando clases..

En galería Josue Cooper

Saludos

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La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now