Le sonreí de forma coqueta cuando ella me arrebató el papel de nuevo con cara de pocos amigos.

-Soy perfectamente capaz de llegar por mi propia cuenta- escupió cada palabra con veneno.

-Y no lo dudo pero la pregunta es si podrás llegar antes de que empiece a llover o antes de que anochezca- mencione casualmente mirando mis uñas para luego limpiarlas por mi chaqueta.

La pelirroja frente a mi se quedo pensando un momento la situación en la que se encontraba para después dar un largo suspiro y mirarme con recelo.

-Solo dime donde es, no es necesario que me lleves- murmuró mirando hacia otro lado.

-No es problema- camine hasta mi auto y subí en el asiento del piloto. -¿Vienes?-

DunBroch se quedo donde mismo de brazos cruzados mirándome fijamente.

-No esperarás que entre a eso contigo ¿o si? Apenas y te conozco- dijo parada donde mismo con cara de incredulidad. -No haz escuchado eso de no hacerle caso a los extraños y menos subir a sus autos cuando se acercan a ti-

¿Esta chica habla enserio? Claro que me conoce, es decir, ¿quien no?

-No seas dramática además no es como que no hayas escuchado de mi, es decir, soy una noticia constante en el instituto- dije con arrogancia guiñándole un ojo.

-Con mas razón debo negarme a tu oferta- dijo desinteresada empezando a caminar.

¿Pero qué? Esta chica esta mal o algo si no está rogándome que la suba a mi auto. Encendí el auto y empecé a avanzarlo lento para ir a la par con su caminar.

-Okay, si sabes que no soy alguien que se rinde con tanta facilidad ¿verdad?- pregunte intercalando la mirada entre ella y el camino.

-Siempre hay una primera vez para todos Haddock- contestó aun caminando sin siquiera mirarme.

-¿Debes ser tan testaruda y no aceptar cuando alguien quiere ayudarte?- conteste con cansancio.

-Te recuerdo que nadie pidió tu ayuda en primer lugar- dijo con irritación y en lo personal también empezaba a molestarme pero trataba de mantener la calma.

-Mira si quieres que deje de molestarte solo deja que te lleve y ya- le dije a lo que ella solo se detuvo y se giro a verme con cara de pocos amigos para después empezar a caminar hacia el auto, abrir la puerta, subirse y cerrar de portazo. -¡Cuidado! cuido este auto como si fuera mi hijo-

-Mjm- dijo desinteresada mirando por la ventana -Podrías llevarme ya, se me está haciendo tarde- agregó con irritación.

-Escucha no sé porque me odies pero el auto no tiene la culpa- dije ofendido iniciando el auto.

-¿No sabes porqué te odio? Te diré tú y tus amigos son la razón por la que mis amigas y yo tuviéramos un primer año insoportable, las burlas y bromas ¿crees que haría que te idolatrara?- Ella suspiro y rodó los ojos para luego voltear a verme con sus ojos azules entre cerrados. Bueno tal vez ahora tengo una ligera idea de porque me odia y tal vez si tenga un buen punto -Bien, discúlpame por maltratar a tu "bebé"-

-Sabes que tienes una forma de disculparte que me dice sutilmente "muérete"- dije con ironía empezando a conducir por la calle.

-Gracias es un don- sonrió con arrogancia para luego girarse y mirar hacia el frente aún de brazos cruzados.

Seguimos conduciendo en un silencio secrupcial hasta llegar a la dirección que tenía escrito y puedo agregar que es una casa que conozco a la perfección. Ambos bajamos al mismo tiempo tras estacionar el auto en la entrada al garage y ella me miro con irritación.

-No tienes que acompañarme hasta la entrada- dijo molesta frunciendo el ceño subiendo su mochila más a su hombro.

-De hecho princesa, yo también venía hacia acá- dije girando los ojos tratando de no reír -No creas que todo gira a tu alrededor-

La pelirroja soltó una risa sarcástica.

-¿Eso era para mi o para ti?- preguntó con gracia abriéndose paso y tocando la puerta del frente a lo que yo la seguí y tomé el pomo de la puerta guirandolo.

-¿Qué haces?- preguntamos al mismo tiempo mirándonos el uno al otro.

-Abro la puerta ¿no es obvio?- dije con obviedad abriendo la puerta.

-A eso se le llama allanamiento de morada y es una cosa ilegal- debatió ¿acaso esta chica nunca deja de pelear?

-Mira linda...- fui rudamente interrumpido antes de decirle una que otra palabra a la chica frente a mi. 

-Merida- dijo seria y de brazos cruzados.

-¿Qué?- pregunte sin entender a lo que se refería.

-Mi nombre es Merida, no preciosa, linda o cualquier otro estúpido piropo que se te ocurra-

Suspire con pesadez cerrando los ojos y sosteniendo el puente de mi nariz. Esta chica es aún más difícil de lo que alguna vez una fue conmigo, ni siquiera Astrid era así antes de que la pubertad me pegara.

-Bien escucha Merida- recalqué su nombre -Primero no puedes hacer allanamiento de morada en tu propia casa y segundo...- fui interrumpido de nuevo pero esta vez por la puerta al abrirse.

-¿Hiccup?- preguntó Hiro mirándome extrañado para luego pasar su mirada a Merida. -Hola, soy Hiro-

-Merida- la pelirroja extendió su mano hacia él y este la estrechó siendo jaloneado por la fuerza de la mayor -Tu nueva tutora-

"Vaya suerte la mía" sonreí para mis adentros. Esto se pondrá interesante...

[...]
Lamento tanto la tardanza, ya se que dije que por lo menos subiría para el martes de la semana pasada pero es que ahora con lo que esta pasando en mi país a sido difícil actualizar.

También les pido que por favor ayuden aunque sea con comida enlatada o artículos de higiene personal para los afectados.

Internado Control De PoderesWhere stories live. Discover now