Capítulo 27

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Un regalito

***


El día apareció y cayo de nuevo para amanecer una vez mas, no había salido de ese lugar en ese par de días

—Ya no mas, ya no mas— aquel idiota estaba desecho, su rostro cubierto de moretones y sangre por los golpes recibidos, sus dedos cortados dejando solo uno que otro, su cuello tenia marcas de asfixia, y una de sus piernas mal herida, al apuñalarlo con un cuchillo de cocina.

-Ya no mas, ya no mas, ya no mas- seguía repitiendo, mientras caminaba a su alrededor con un palo que había encontrado fuera de esa casa abandonada

-Pobre de ti, seguro quieres ir a tu casa- reía por lo bajo mientras que lo miraba con su cabeza caída

-tal vez extrañes a tus amigos- pero por mas que hablaba, el seguía diciendo la misma frase "Ya no mas".

-Creo que exagere un poco con los juegos por estos días, pero, ¿que se le va a hacer?, es divertido tener un amigo con quien jugar- sin embargo este seguía igual, eso me fastidiaba, suspire y le voltee un fuerte golpe en la cara con lo cual la silla se volteo terminando en el suelo

-¡Pon atención cuando te hablo!- solo se quejo y al parecer solo empezó a llorar, eso me enfado

-Sigues sin escucharme ¿no?-  levante la silla para mirarlo pero este seguía sollozando, lo tome del cuello para alzar su cara y después lo solté

-¡así no es nada divertido!- pero este seguía, lo iba a volver a golpear pero recordé algo…

-Había olvidado que te traje un regalo, los amigos siempre piensan en lo que mas les gusta ¿no es así?, y se que esto te fascinara- subí las escaleras corriendo abriendo la primera puerta y en seguida la segunda, mire a mi alrededor hasta encontrar esa hermosa sorpresa, jalé un costal que se movió muy tenue y que además pesaba mucho, lo arrastre hasta la orilla de las escaleras para patear el costal y rodara hasta el ultimo escalón mientras se escuchaba un par de chillidos, al azotar al suelo el costar se abrió dejando ver la cabeza de un perro de raza pura, un pastor alemán, negro con muy poco café oscuro, que respiraba con dificultad y su osico resaltaba su lengua de fuera. Me senté a mitad de las escaleras sonriendo amigable satisfecha de ver la sorpresa de Daniel

-¿Lo…. Loba?-  reconoció de inmediato a su perro y este empezó a gritar tratando de safarse de la silla, recargue mi mano en mi brazo apoyado en la rodilla, sin dejar de sonreír por tan conmovedor encuentro

-¡Que bien que te gusto mi regalo!. Pero no has visto la sorpresa completa, hay mas dentro del costal- el idiota me miro aterrado su labio inferior empezó a temblar al ver que había mucho bulto, al parecer acaba de adivinar que mas le traje, eso es estupendo, estaba feliz.

Me levante de mi lugar para bajar las escaleras tome el palo y jugando con el me acerque al costal, sonriendo de lado a lado

-Deja te ayudo para que aprecies mejor tu regalo- tome el costal del otro extremo y lo alse para que todo lo que estuviera dentro saliera, cayendo al suelo el cuerpo moribundo del perro y algunos cachorros bañados en sangre, de sus narices y el asico. Ahí fue donde la mirada de ese pobre diablo cambio a una llena de enojo y frustración, pude ver como se movía de la silla, no le importaba que tanto se lastimaba las muñecas, trataba de zafarse de los amarres

-¿Qué pasa Daniel?, ¿No te gusto tu regalo?- levante uno de los cuerpos de los cachorros con una mano y lo lance al aire para golpearlo y ese pequeño cuerpo choco con la pared

Un alma rota [AU's de Undertale X Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora