Hasta El Fin Del Mundo (Jelsa) [Primer Libro]

Chapter 4

8: 00 pm fecha estipulada para celebrar la boda de kristoff Björgman y Annabeth Arendelle, un par de enamorados que han pasado por congeladas dificultades, tuvieron que luchar contra la tempestad para poder estar juntos. El verdadero amor de Anna era su hermana, pero el amor de su vida, sin lugar a dudas, Kristoff.

Hoy será su gran día, se unirán como pareja. Después de su boda en el palacio, se casarán como trolls, como alguna vez quisieron hacerlo, posteriormente, pasarán su luna de miel en un lugar muy exótico del país.

Kristoff ha estudiado mucho; cómo comporterse, siendo el prometido y en pocos minutos el esposo de una princesa tan refinada, debía estar a su altura.

Pero, no solo hablemos de los humanos, sino también de las o la mascota del castillo, Sven, un reno adorable, servicial, el mejor amigo del vendedor de hielo. Dispuesto a darlo todo por sus amos, y Olaf, nuestro amiguito de nieve con su nariz de zanahoria y su actitud de no saber nada de nada. El amigo de infancia para las hermanas de Arendelle. Ellos serán los invitados más importantes de esta celebración, ya que estos dos personajes fueron quienes unieron a estos jóvenes.

Todos están preparados para recibir a los flamantes prometidos para reafirmar ante el altar su amor eterno. Sin embargo, aún tardaban en alistarse.

Elsa estaba preparando a su hermana menor para que se viese bella el día de sus nupcias. Le recogió su cabello en un moño, muy bien elaborado, y lo adorno con hermosas flores. Su vestido resplandecía con la luz de la luna. El de Elsa era, como era de esperarse, azul celeste. Un azul brillante que resaltaba sus curvas y el color pálido de su suave piel. Complementó su pulcro atuendo con una hermosa capa larga con transparencias y estampados de copos de nieve.

—Estás hermosa —dijo la joven reina —kristoff quedará maravillado con tu belleza, hermana —la elogió.

Anna, a través del reflejo de su espejo, sonrió muy contenta de ver a su hermana al lado de ella en el momento más importante de su vida.

—Gracias. Pero, tú también luces deslumbrante con ese vestido Elsa, solo mírate en el espejo —la ensalzó.

—Oh, qué bien —fue lo único que se le ocurrió decir.

La platinada tomó el largo velo blanco y se lo colocó a su hermana en el cabello, mientras que ella suspiraba.

—Elsa, deberías darte la oportunidad de conocer algún príncipe, eres muy hermosa y joven. Necesitas alguien en tu vida —propuso la joven princesa.

Elsa se quedó quieta, no le gustaba abordar el tema de conseguir una pareja. Creía que no era necesario.

—Es... Complicado. Aún no estoy preparada para estar en una situación sentimental con alguien —negó con la cabeza para luego añadir: — Además, tú ya conoces cómo es mi caracter. Soy simple. Y cualquier persona que andara conmigo se aburririá de mí — comentó con desánimo.

Anna giró en los talones para encarar a su hermana.

—No digas eso. Tú eres perfecta. Quizás no necesites a alguien tan... serio. Sino alguien que cambie tu vida por completo —aseguró.

La chica platinada iba a responderle a su hermana, pero en ese mismo instante alguien abrió la puerta y entró sin siquiera haber tocado.

—Hola Anna. Hola Elsa, están preciosas —habló Olaf, quien llegó con Sven al lado suyo muy bien arreglados para la ocasión —Ese Sven es muy afortunado de tenerte como novia.

—Olaf, Su nombre es kristoff —corrigió Anna.

—Sí Sí, Sven. El rubio, cabello de princesa...