Piedra de la Luna

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  Las denominadas piedras de la luna, tienen en común dos características: que por su blanco inmaculado se asemejan a la brillante y blanca luna celeste, y su composición mineral de gran contenido en agua. Analogía que les aporta mayor magnetismo para así denominarlas, piedras lunares, ya que a nivel energético nos ayudan en todo lo relacionado a nuestras emociones; equilibran, calman, serenan la mente, tranquilizan y nos transportan, cuando meditamos teniéndolas cerca, o sosteniéndolas entre nuestras manos, a estados de paz y relajación.
La luna, además de estar relacionada con el agua, las emociones, y las fluctuaciones emocionales, se vincula especialmente con las mujeres y los ciclos femeninos, por lo que las llamadas Piedras de la Luna, se consideran desde tiempos ancestrales, cristales afines con lo femenino, magnético y maternal, siendo igualmente beneficiosas, por su energía nutricia y asimiladora, tanto a hombres como mujeres interesados en descubrir y afianzar el lado femenino de la existencia.

  Para los pensamientos, la influencia de las Piedras lunares también es muy beneficiosa por su energía calmante; sosiega la mente cuando estamos dándole vueltas a algo que nos preocupa. En estos casos, la sugerencia es que puedas situarte durante unos minutos al día, tu Piedra Luna sobre el chacra del entrecejo, en actitud relajada, con los ojos cerrados, sintiendo su vibración y tratando de mantener en tu mente sus mágicos reflejos blanco azulados.
Si lo que te produce inquietud es algo que te preocupa, sitúa además, varias piezas de Piedras Lunares sobre la zona de tu segundo chacra, el chacra de las emociones.
Para su limpieza, al tratarse de minerales frágiles y de poca dureza, no conviene limpiarlas con agua y sal sino sumergiéndolas en una infusión de salvia durante unos minutos.  

PODERES MÍSTICOS DE LAS PIEDRAS MAGICASWo Geschichten leben. Entdecke jetzt