Pena

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Lo unico que recordaba de aquel dia era que estaba sentado en el suelo sollozando. Momentos antes habia traido como pude el cuerpo de mi Senpai, Chiaki Nanami. Ella pese a estar fria como el hielo, en un espasmo antes de perderse en la muerte me dijo "Naegi... Salvales". Mis recuerdos de ella eran tan vividos que no podia creer lo que me habian dicho. Ella estaba muerta. Su cuerpo habia sido degollado y si no fuera por el Cronotanatodiagnostico realizado por mi compañera, Kyoko Kirigiri, se me hubiera inculpado a mi por homicidio doloso agravado.

Su voz retumbaba en mi cabeza, su triste mirada intentando forzar una sonrisa cuando jugabamos juntos a los videojuegos, las veces que tuve la oportunidad de disfrutar un almuerzo o una merienda juntos y demas viviencias. Mi responsabilidad ante esto, la subsecuente revuelta en las inmediaciones del colegio, la confusion de mis compañeros, la aparente inocencia de mi mayor sospechoso. Estaba perdiendo la cabeza con tantas cosas.

Mis mejillas estaban inhundadas en lagrimas. Empece a vagar por los pasillos solitarios y oscuros del colegio. Estaba perdido en un mar de pensamientos, confusiones, decepciones, todo mi uniforme manchado por la sangre de mi antigua Senpai.  A excepcion de Kirigiri, nadie mas me habia visto.  De pronto me vi en frente del despacho de alguien que aun se me presentaba en medio de una niebla oscura terrible. 

Entre, y me vi con una figura oscura con traje blanco. No tenia en mente sus facciones, solo veia un gran ventanal a sus espaldas, un piso alfombrado de rojo, un atardecer rojo como la sangre. Su tono de voz no era de sorpresa, ni de pena, era una voz directa, estricta y franca, pero a la vez juvenil y sensata. Oi sus palabras.

- Y bien? Que has descubierto despues de ver todo aquello?... Oi que trajiste a una chica malherida... Ha muerto?... - Se sento de pronto en un sillon de escritorio.

- De alguna forma... - Estaba en shock. - No tengo manera de probar lo que pensabamos... Solo tengo conjeturas... Despues de lo de hoy no se que pensar... Sera mi error?... -

- No puedes salvarlos a todos... La situacion es cada vez peor... Ya no hay tiempo... Y lo sabes... Debo inferir que gaste mi tiempo contigo?... -

- Yo... Necesito saber la verdad... Pero... Tengo miedo... Siento dolor... - Le mire con tristeza. Y este respondio como si me sermoneara.

- Nada va a cambiar... Si quieres continuar... Hazlo por tu cuenta... Pero te advertire que no recibiras mas ayuda de mi parte... Despues de hoy, ya no habra quien juzgue a nadie con el respaldo de las leyes... - Afirme con la cabeza y con tristeza. Me mordia los labios por la impotencia y la frustracion. Deje en la mesa enfrente de el la pistola Beretta 950B en la mesa y el me hizo un gesto negativo con la mano. - Quedatela, lo mas seguro es que la necesites... Es por tu seguridad... Aceptala como pago por tus servicios... Solo te dare una advertencia... Y es algo que sabes perfectamente... Aun esta entre nosotros... Lamento dejarte a ti con toda la responsabilidad, pero todo esto es error de ambos... Yo por confiar en gente manipulable y tu por no saber trabajar a contrarreloj... Hare lo que pueda por tu familia... Fuera... Aun tienes trabajo... - Volvi a ponerme la pistola en el interior de mi saco y me dirigi a la puerta, antes de irme me volvio a hablar. - Buena suerte y gracias.

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Despues de cerrar la puerta, sali de aquel edificio.  Ni siquiera supe a donde fui, si dije alguna palabra o si estaba herido. Tampoco prestaba atencion  a mi alrededor, ni a mi telefono que podria jurar que lo sentia vibrar dentro de la chaqueta. Realmente habia caido en la desesperacion. Todo por lo que habia estado trabajando durante los ultimos meses en conjunto con los demas se habia perdido ya nada importaba. Cai en una horrible trampa, parecia alguna especie de castigo divino. No. Era Mala suerte. Como siempre. Aun haciendo las cosas lo mejor posible, esta no dejaba de perseguirme, realmente deseaba apuñalarme todo el tiempo.

Danganronpa: Carpe Diem Memento MoriМесто, где живут истории. Откройте их для себя