A todos los chicos de los que me enamore - Versión Peter kavinsky.

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Estoy con Gabe en el sótano de Darrell. Estamos bebiendo un par cervezas que Gabe le robo a su padre. Los chicos debaten sobre las universidades que nos ofrecerán una beca por el lacrosse, yo, sin embargo, no participo mucho, es casi seguro que iré a UVA. Mi puesto está un noventa por ciento seguro.
He estado bastante libre estos días, ya que la hermana mayor de Lara jean está de regreso por las vacaciones de navidad. Jamás lo admitiré, pero extraño estar tonteando con ella.

—¿Qué piensas sobre probar con el basquetbol? —Dice Gabe, y Darrell frunce el ceño. —O podría ser futbol.

—Es una mierda, creo que tendré que matarme a estudiar o tirarme a alguna nerd para que haga mis deberes.

Gabe estalla en una carcajada. Cuando se calman, ambos me miran. —¿Qué te pasa hombre? Tienes cara de desgracia. —Dice Darrell.

Niego con la cabeza. —Nada, solo estoy distraído.

Gabe sonríe: —Déjalo tranquilo, no vez que extraña estar en los brazos de su amada Large. —Canturrea.

Darrell lo mira y después a mí, con una sonrisa traviesa. —Awww pobrecillo kavinsky. —Dice, e intenta acariciar mi mejilla con sus dedos.

Pongo los ojos en blanco, pero no logro ocultar mi sonrisa. —Son idiotas. —Les digo.

* * *

Cuando pasan de las diez de la noche conduzco a casa, pero antes paso delante de la casa de Lara jean. Las luces de la planta baja están apagadas, el auto de Lara jean y el Dr. Covey están en la puerta. La luz de Lara jean está encendida por un tenue color amarillo. Me la imagino en su cama, escribiendo en su diario o alguna de esas largas y detalladas cartas. Pasar por aquí, es algo que hice miles de veces sin darme cuenta. Sin embargo, ahora, mi corazón palpita agitado y me da un revoloteo estúpido al pensar que ella podría verme. Solo en pensar en su mirada.

Creo en enviarle un mensaje al móvil. ¿Pero qué le diría? Estoy casi seguro que Covey creería que soy un idiota. Mañana es el viaje de esquí, así que lograremos pasar tiempo juntos y este sentimiento de vacío sé ira de mi cuerpo. Tengo una gran fe en este viaje, quiero que sea especial, no toda la mierda que siempre ha sido.

Enciendo el auto y antes de seguir de camino a casa, conduzco hasta la tienda de donuts, eso hará que el viaje en el autobús no sea tan pesado.

Logro llegar a la tienda antes de que cierren, compro una bolsa entera y salgo de ahí con una sonrisa de imbécil.