A todos los chicos de los que me enamore - Versión Peter kavinsky.

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El sábado por la noche me quedo atorado en casa, los chicos han ido al cine y no he podido ir con ellos porque creen que estoy con Lara jean. Owen se fue a dormir a casa de su amigo Mike.

Que patético es que tu hermano menor tenga más planes que tú. Fui un estúpido al no pedirle a Lara jean que hagamos una aparición en algún lugar. Me levanto de la cama, me pongo una camisa y bajo con las llaves en mano. Mamá está en la sala mirando una película.

—¿A dónde vas cariño?

—A cualquier parte, este encierro me está matando.

Mamá sonríe. —Dios Peter, eres tan exagerado. ¿Qué pasa con esa chica que te gusta?

—Olvide pedirle su teléfono.

—¿Qué tal una visita sorpresa?

—No sé, ¿no sería raro?

—Claro que no, ve e invítala a cenar algo. A las chicas les gustan las sorpresas.

Asiento. —Nos vemos en un rato.

—Si no acepta, recuerda que puedes unirte a la noche de cine en casa.

—Si claro.

Conduzco un rato sin rumbo, después me estaciono cerca de la casa de Lara jean. Las luces están prendidas, pero no sé de qué manera bajarme y llamar. ¿Y que si Lara jean no está? O que pasa si no me quiere aquí. Odio ser rechazado y esta chica no deja de restregármelo en la cara. Nunca me sentí insuficiente para alguien. Pero con Lara jean es diferente, ella ve todo lo malo que hay en mí y no tiene problema con decirlo en voz alta.
Miro el reloj pasan de las 8 de la noche. Miro de nuevo su casa.

Esto es ridículo, ¿qué hago aquí? Esta es la peor idea en el mundo.

Le envió un mensaje a Gabe, les diré que vi a Lara jean por la tarde. Les pregunto qué hacen. Gabe responde que van a McDonalds.
Enciendo el auto y conduzco hasta ahí...

***

El domingo mamá me lleva con ella temprano para acompañarla a comprar una vajilla antigua a casa de una anciana. La señora quedó viuda y la casa es enorme para ella; así que sus hijos la mandaran a un acilo y venderán la propiedad.
La casa es una mansión a la salida de la ciudad, es antigua y con candelabros muy viejos y grandes en el techo. Mamá se acerca de inmediato con el vendedor para hacer el trato antes de que lleguen los Epstein.

Camino por el lugar mirando los objetos. Podría encontrar algo valioso para la tienda de mamá.
Después de dos vueltas en el lugar, regreso con mamá que ya tiene la vajilla empaquetada.

—¿Encontraste algo que te guste cariño? —pregunta.

—Nop.

Levanto la caja y salimos de la propiedad. Mamá tiene esa sonrisa que siempre pone cuando tiene un objeto nuevo en la tienda y es posible que la vajilla ya tenga comprador. Mamá es muy buena dándole publicidad a los objetos de la tienda.

—¿Crees que es triste que la mayoría de las cosas que compras son de ancianos que mandan a acilos? —pregunto rompiendo el silencio.

Mamá me mira y luego al frente para seguir conduciendo.

—¿A qué te refieres, piensas que la mercancía es muy vieja?

—No, la vajilla está bien. Lo que creo que es triste es llegar a esa edad, que te saquen de tu casa, y vendan todas tus cosas. ¿Qué pasa con los hijos, no tienen espacio para esas personas que cuidaron a ti?

Mamá me mira unos segundos y me sonríe.

—Peter, la gente es egoísta y si creo que es triste, pero muchas veces no te das cuenta de cómo actúas hasta que ya es demasiado tarde.