CAPÍTULO 04

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— ¿Podrías prestar atención a lo que te estoy diciendo? ¡Maldición! — se quejó, notoriamente enfadado, YoonGi.

Sin pensarlo dos veces, golpeó con brutalidad el brazo de HoSeok, haciéndolo bajar de su propia nube de pensamientos en la que se emergió a mitad de la narrativa de su amigo sin siquiera percatarse de ello.

El chico despabiló de inmediato, sacudiendo su cuerpo y mirando a su alrededor de forma automática y como gesto de notoria desorientación. Sus ojos castaños cayeron sobre los contrarios, los cuales se encontraban a menos de un metro de distancia gracias a que Min, había decidido tomar asiento junto a él. La brisa invernal matutina removió el cabello de ambos, quienes mantuvieron la conexión visual durante unos silenciosos segundos. YoonGi mantenía sus cejas juntas en señal de enfado, mientras que HoSeok lo miraba con una expresión ligeramente asombrada y confundida que, con lentitud, pasó a una más seria.

— Deberíamos besarnos para romper la tensión... — susurró el castaño, en un intento de imitar a Homero Simpson con una de sus tantas líneas icónicas.

Se inclinó en dirección al de piel pálida de forma muy lenta, estirando los labios a la espera de recibir lo antes mencionado. Y parecía que iba a obtener lo propuesto, si no hubiera sido por la repentina mano que se estampó contra su rostro, deteniéndolo a medio camino.

— No te pongas gay.

Empujó la cara de un sonriente HoSeok lejos de la suya, recuperando ese espacio personal que tanto apreciaba.

— No sabes cómo me rompe el corazón tu rechazo.

El moreno pretendió estar dolido, tocando con una de sus manos su pecho y dedicándole la mejor imitación de la carita de pena del gato de Shrek.

— Eres un idiota — dijo YoonGi rodando los ojos, divertido por la ridícula actitud de su amigo que siempre lograba sacarle una sonrisa. — ¿Qué diablos pasa contigo? Desde hace días que andas con la cabeza en las nubes y ya se está volviendo molesto. Es como hablarle a una pared, pero con cara de bobo.

El menor arrugó el entrecejo levemente, ofendido por lo último. Él no tenía cara de bobo... ¿O sí? La verdad es que jamás se había visto a sí mismo cuando se perdía en sus propios pensamientos, por lo que no podría garantizar o negar que lo que YoonGi dijo, poseía algo de veracidad.

Tal vez la tenía, aunque no iba a admitirlo en voz alta.

— Nada — respondió con simpleza, mintiendo ya que no estaba dentro de sus planes mencionarle lo preocupado que se sentía por una chica que apenas conocía y que, además, le robó en el pasado.

Desde hace ya tres días que no sabía nada de Emily. Y a pesar de lo que se repetía, no podía evitar que una molesta sensación de preocupación naciera dentro de su pecho. No tenía razones para preocuparse de esa manera por una desconocida como ella, sin embargo, se le era imposible impedir que sus pensamientos y miedos viajaran en su dirección. Siempre había sido un poco paranoico y, ahora, su paranoia salía a flote cada vez que imaginaba los posibles escenarios en los que podría estar metida una chica tan problemática como lo era ella. Su mente no encontraba nada mejor que torturarlo con posibles situaciones en donde la azabache o se hallaba amordazada rogando por su vida, o perdida y llorando en algún lugar de la enorme ciudad de Seúl.

Quizás ambas situaciones eran muy improbables, pero su cerebro no se caracterizaba por ser de lo más racional cuando el miedo se apoderaba de él.

Quería llamarla para tranquilizarse. Pero, lamentablemente, no poseía su número telefónico y ni siquiera sabía si la muchacha tenía un teléfono móvil. Desconocía el lugar en donde Emily vivía y, además de aquel desconocido que casi lo golpeó hace unas noches, no conocía a nadie más que tuviera alguna relación con ella que lo pudiese poner al día de su situación.

WEIRD » JUNG HOSEOK ✔Where stories live. Discover now