Universe [Shawn Mendes]

Hotel California.

Corta historia de dos o tres capítulos inspirada en la canción Hotel California de Eagles. Les aclaro que esto esta en el año de 1998. La época, la canción es muchísimo más vieja.

Shawn.

En mi oscuro camino del desierto, el frío viento chocaba contra mi pelo, el cálido olor de mi cigarro se elevaba en el aire. Había escuchado sobre una nueva exposición de arte y no estaba dispuesto a perderme de esta. Las luces de mi auto eran las únicas que adornaban la noche, sin contar la pálida luna que brillaba como nunca antes.

Adelante, en la distancia, vi una luz trémula mi cabeza se puso pesada, y mi vista se oscureció. Tenía que parar por la noche. Maneje hasta lograr ver el pequeño hotel, adentre mi coche en el estacionamiento y baje mi única y ligera maleta.

Ella estaba allí en la puerta de entrada, una chica de pelo rojo con un vestido rosa pálido que me dejaba ver su piel bronceada. Se mecía en una silla de madera con los ojos cerrados mientras cantaba una canción de los ochenta. Mis pasos la hicieron sobresaltar, abrió sus ojos y sonrió  inmediatamente, su blanca sonrisa me cautivo y me fue imposible no regalarle una igual.

—Bienvenido al hotel California... —abrió la puerta dejándome escuchar la pequeña campana.

Al poner un pie dentro de este, sentí una gran inquietud. Un ambiente pesado abarcaba cada rincón de la bella habitación, con sillones color vino, pisos de madera y extraños cuadros rupestres.

«Esto debe ser el cielo o el infierno»

—¿Cuantas noches desea quedarse?—sali de mi trance viendo a la chica ya detrás del mostrador, camine decidido dejando por un momento mi maleta en el suelo.
—Solo una, estoy de viaje—ella asintió sin aquella sonrisa que adornaba su rostro minutos atrás.

Entonces ella encendió una vela y me mostró el camino, sentía como si las pinturas en las paredes me siguieran con la mirada, el viento se escuchaba como susurros, mi piel se erizo con el piso al escuchar su rechinar tan agudo.

—Aquí es su habitación, 8A—. Me tendió la llave y se retiro por el oscuro pasillo mientras yo perdía de vista la pequeña luz.
—Gracias...—susurre.

Por pulso logre insertar la llave en su cerradura, un olor a viejo golpeo mi cara, encendí una pequeña lampara, todo estaba cubierto de polvo, como si nadie hubiera estado aquí por décadas. Deje mi valija sobre la cama y me quite la camisa y entre al pequeño baño, abrí la llave de la ducha y retire el resto de mi ropa. El agua fría me refrescaba del horrible calor. Tocaron la puerta llamando mi atención.

—Joven Mendes...
—¿Si?
—Tenemos una parrillada afuera, esta cordialmente invitado.
—Gracias, iré en unos cuantos minutos.

Tome unos jeans de mezclilla rasgados junto con una camisa de botones blanca, salí de mi habitación con la llave en el bolsillo. Seguí el sonido de la musica intentando no tropezar, vi las luces tenue, la arena del desierto se levantaba cuando el par de chicos bailaban las antiguas canciones.

—Hey...—gire sobre mis talones viendo a un moreno sentado con una bebida en su mano.
—Hola—tome asiento frente a el.
—Bienvenido al Hotel California...
—Gracias...
—Un lugar tan adorable...En cualquier momento del año, lo puedes encontrar aquí...—.No parecía estar consciente de lo que decía, me miraba fijamente pero su mente estaba en otro lado.
—Cameron—. Como si magia fuera el moreno volvió a la realidad y se retiro apenado,—lo siento tanto, su mente está perturbada por las alhajas.
—No hay problema...¿Quieres bailar?—La pelirroja asintió mientras sonreía, tome su mano y la levante hasta llegar a donde todos bailaban—¿Quienes son todos ellos?—Le di una vuelta y su vestido se levanto al ritmo de la canción.
—Son mis amigos. Llevan un largo tiempo aquí...—su mirada se ensombreció.