Capitulo 1 parte 2

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-¿Qué haces?- pregunto intrigada.

Camila parece maquillarse pero no logro verla por completo

-Nunca sabes dónde encontrarás al amor de tu vida- Dice bromeando, o así  parece.

-No estamos aquí para buscar novio y,… ¿No salías con Joseph? El de futbol americano- pregunto desconcertada.

-Terminé con él antes de venir. Sé que estamos aquí por el abuelo y por pasar tiempo en familia pero ¿Y si el cartero es lindo?, ¿o si el repartidor de pizza lo es?, ¿qué sucede si un vecino lindo me invita a salir? No querré cruzármelos alguna vez con ese cárdigan- Dice viendo mi vestuario.

-Es invierno y abriga mucho- me defiendo- Y te ves linda sin maquillaje- le sonrió y se pone de pie en la cama.

Camila es rubia, por herencia de mi abuela y de su padre, ni su madre ni la mía lo son, Camila tiene ojos marrones brillantes, y usa lentes, por otro lado estoy yo, diez centímetros mas baja que ella, cabello oscuro por herencia de mi abuelo, ojos café y buena vista, por supuesto.

Camila y yo somos muy parecidas excepto que yo soy clásica con respecto a las citas, siempre espero que el chico de el primer paso y haga el 70% del trabajo y gracias a mi muy complicada lista de cualidades que debe tener un chico “lindo”- o por lo menos que se vea lindo en su foto de perfil en alguna red social- he tenido solo un novio de más pequeña que por cierto cumplía el 99% de cualidades; lo que terminó con mi relación era que no podíamos vernos, la única cosa que él hacía mal era vivir muy lejos, terminó mudándose y yo terminé con una lata de kleenex en mi habitación y comiendo un helado familiar en mi cama durante todo el fin de semana.

Camila suele hacer el 50% del trabajo con lo que concierne a citas, coqueteos, mensajes de buenas noches y buenos días, y se puede decir que hasta a veces el 60. Siempre hemos tenido una consigna.-“A los chicos solo les importa como luces y como lo mueves”- hablamos al unísono y reímos.

Afortunadamente Tom y Camila son muy cercanos conmigo. Tom se encarga de contarnos como en realidad piensan los chicos.

Nuestras madres se habían puesto de acuerdo en tener solo un hijo de por vida y tenerlos al mismo tiempo, para acostumbrarlos a estar juntos y que ellas tengan una excusa para frecuentarse. Mi tía nunca contó con que tendría mellizos, pero Tom resultó ser un buen “bonus”, así es como lo llamamos de vez en cuando. Yo nací dos semanas después de ellos a pesar que los hermanos Texas estuvieron programados para nacer a finales de mayo, Camila decidió amarrarse el cordón umbilical al cuello y causar una emergencia, en conclusión ellos rompieron el cascarón un mes antes y tengo que vivir bajo el apelativo de “La prima menor” por qué lo soy, ya había mencionado que mi madre es la última de cinco hermanos.

-El abuelo no se fijaba en cómo lucía la abuela- pienso en voz alta

Camila baja de la cama- _____, La abuela fue Miss Canadá.

-Todos sabemos que no debió ganar- rio- Ella no era mi favorita del certamen.

Camila ríe también- La mía tampoco.- comienza a caminar fuera de la habitación.

-¿A dónde vas?- pregunto curiosa.

-A ver al abuelo- responde casi gritando por las escaleras.

Debí suponer que lo primero que ella haría es arreglarse más, siempre ha sido de la idea que puede lucir un poco mejor de lo que ya intentó. El maquillaje no es lo mío.

Una gota en el océano [Shawn Mendes y Tú]Where stories live. Discover now