Capitulo 1.

1.5K 76 1
                                    

El amor es como un puente
por el cual te tiras sin cuerda,
y alguien,
en el último momento
te agarra del brazo
y te dice:
«ven, quédate».

-Buenos días.- estire mis brazos sobre mi cabeza bostezando a la vez, esa gloria matutina de estirar tus huesos no se compara con nada. Continué bajando las escaleras sintiendo el piso frío en mis pies.

-Buenos días.-mi nana me dedico una sonrisa tierna a lo qué le correspondí. Mi padre estaba sentado en la barra pero seguía tecleando sin prestarnos atención, detestaba qué se perdiera en su mac y se olvidara de que todos existiéramos a su alrededor..

Suspiré y camine hasta el comedor de el patio, Isabela ya había servido mi desayuno, ella sabia que me gustaba desayunar afuera. Últimamente ella era de las pocas personas qué prestaba atención a lo que me gustaba a mi.

-Si necesita algo más solo llámeme señorita.

-Gracias Isabela, estoy bien.-sonreí y ella se retiró.

La noche anterior había estado lloviendo, por lo tanto la tierra aún se mantenía húmeda, dejándome un delicioso aroma fresco qué disfruté cada segundo. Díganme ¿Quien no ama esa sensación?

Luego de unos minutos, cuando termine de desayunar, Isabela llego pidiéndome hacer la lista de las compras de la semana, estaba concentrada cuidando que no se me olvidara nada necesario, Isabela hacia cariños en mi cabello, pero sabía que estaba ahí vigilando que no agregara nada estupido a la lista. Mi teléfono sonó unos segundos después de ignorarlo lo tome y conteste sin prestar atención a el número mientras seguía anotando.

-¿Hola?

-Buenos días.-mi piel se erizo al instante, el alrededor se puso opaco y mi mano qué tomaba la pluma perdió su firmeza.

-¿Quién habla?.-rogue estar equivocada.

-Mario, ¿Ya no me recuerdas?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Mario, ¿Ya no me recuerdas?.-Colgué.

Mis manos temblaban ridículamente y mi corazón estaba acelerado. Solo podía escuchar mis latidos chocando contra mi pecho y todo mi cuerpo hormiguear. Esto debía ser una equivocación, o una broma, de muy mal gusto.

POV Mario.

-Vamos Mario, solo llámala joder ¡No seas gallina!

Mauricio puede ser mi mejor amigo en todo el mundo, pero es un dolor en el trasero cuando una idea entra en su pequeña mente.

-Mauricio ella me odia. Va a mandarme por un tubo tan pronto escuche mi voz.-Mi mirada seguía clavada en el teléfono sobre la barra, ahí estaba el contacto. Ni siquiera sabía si ese era su número aún. Había pasado tanto.

-Mario.-Mauricio se sentó a mi costado.-Vas a verla hoy, estudiarán en el mismo instituto, tienes qué hacer algo ahora. No puedes huir toda la vida de lo qué hiciste en el pasado.-lo miré. Parecía tener razón. ¿Qué más da?

-Lo haré.-sonrió palmeando mi espalda.

Tome el teléfono y di clic en ese pequeño botón azul. Mi corazón estaba latiendo fuerte contra mis costillas como si fuera a salirse de mi cuerpo en cualquier momento, era tan ridículo.

-¿Hola?.-solté aire cuando escuche su voz. Era tan extraño escucharla de nuevo, cómo cuando escuchas una canción que hace mucho tiempo no escuchabas y miles de flashbacks vienen a tu mente.  Así fue.

Mauricio trono sus dedos frente a mi con una mueca. "¿Qué haces? Habla idiota" susurró.

-Buenos días.-a penas pude decir.

-¿Quién habla?

-Mario ¿ya no me recuerdas?.-y ella colgó.

Mierda, sabía que era una maldita mala idea llamarla.

-Colgó.-susurre dejando caer mi teléfono en la mesa de centro.-Es estupido Mau.

-No te vas a rendir ¿cierto?.-pregunto, pero yo no respondí.- ¡Vamos Mario! Tú nunca te rindes.

-No lo creo Mau, le falle, mande todo a la mierda.-rasque mi nuca.-Fue mi culpa, yo me merezco esto.-me puse de pie y tome mi mochila.-Vámonos ya.

-La verás todo el día en la escuela Mario, algo se nos ocurrirá ¿si?.-Mauricio palmeo mi espalda antes de apagar las luces del departamento y salir juntos hasta el auto.

Why him?-Mario Bautista.Where stories live. Discover now