Capitulo 31.

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-Pasaré por ti a las 4 ¿estarás bien?

-Estaré.-Respondí seca.

¿Bien? Nunca volvería a estar bien.

Sonreí levemente cerrando la puerta de el auto. Y Stephanie no muy convencida se fue.

Me detuve antes de entrar a casa. Tenía esa sensación de qué algo me faltaba.

No era algo, era todo. Mi todo me hacía falta.

Gire la manija de la puerta lentamente con temor de los recuerdos qué me invadirían al entrar. A pasos lentos me adentré, recorriendo cada lugar como si no hubiera estado aquí hace años. Cada esquina me lo recordaba. Negué repetidas veces con mi cabeza, tratando de hacerme creer que esto era una pesadilla.

Podía ver su perfil en el sofá, sentado con los codos recargados sobre sus piernas, mirando el televisor, su hoyuelo marcándose levemente en su mejilla cada qué lamia sus labios y acomodando su cabello como solía hacerlo

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Podía ver su perfil en el sofá, sentado con los codos recargados sobre sus piernas, mirando el televisor, su hoyuelo marcándose levemente en su mejilla cada qué lamia sus labios y acomodando su cabello como solía hacerlo.

"Vamos Mcbrien, deja de ser tan grosera conmigo" "Quieres saber por qué estoy hablándote de nuevo? Por qué te extraño..." "Por nuestra corta, pero perfecta vida juntos" "Gracias por dejarme amarte mi pequeño ángel"

Pasas toda una vida buscando algo por que vivir, algo que te diga cuál e el sentido de esta vida. Entonces lo encuentras, y se esfuma entre tus manos, se va como el viento, y no puedes hacer nada para recuperarlo.

Enterraba mis uñas en mis muslos intentando soportar el dolor. Pero nada podría calmarme, nada acabaría con este dolor nunca.

Reviste mi cuerpo en el piso tomando mi cabeza entre mis manos, cerré mis ojos con tanta fuerza que dolía. Repetía en mi cabeza una y otra vez qué era un sueño ¡Vamos ___tn despierta maldita sea!

P.O.V Mauricio.

Baje de el auto abriendo la puerta para qué Stephanie bajara igual. Caminamos lentamente hasta la puerta sin decir nada.

Mario no se iba de mi cabeza, sentía que habían arrancado una parte de mi, esa parte de mi era el, lo mejor que había tenido siempre, mi hermano.

-Mauricio ¿estás bien?- las manos frías de Stephanie se posaron en mis mejillas haciéndome volver al mundo. Reaccioné parpadeando repetidas veces.

-Si...- inhale profundo ahuyentando las ganas de llorar.

Stephanie beso mi mejilla, y tomo mi mano para caminar a la puerta.

En unas horas sería el entierro de Mario. El día para decirle adiós definitivo a mi hermano, mi mejor amigo de toda la vida.

Stephanie toco la puerta repetidas veces, pero nadie abría. Después de unos minutos sin recibir respuesta alguna nos alarmamos.

-Su nana siempre dejaba una llave debajo de el tapete Mau.-asentí y rápidamente tome las llaves que efectivamente estaban debajo de el tapete.

Comencé a abrir la puerta abriéndola de par en par. Stephanie entro antes qué yo caminando hacia la sala.

Cerré la puerta lentamente detrás de mi quitando la llave con cuidado. Era extraño entrar a esta casa sin que Mario la abriera y me gritara emocionado, o ver a ___tn parada en el marco sonriendo y recibiéndonos alegremente.

-¡Mauricio! ¡Dios mío! ¡Ven aquí por favor!-mi sangre se heló al escuchar el estruendoso grito de Stephanie en el fondo de la sala. Rápidamente comencé a correr por el pasillo, y juro qué este jamás me había parecido tan largo.

Why him?-Mario Bautista.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα