El lobo y el cordero

Eternos

-¡STILES!-gritó una voz desde su puerta, aporreándola.- ¡Tenías que recoger la cocina y la ropa de la secadora! ¿Aun sigues durmiendo?

Stiles abrió los ojos asustado y dio un brinco de la cama. ¿Por qué su padre estaba aquí? ¿Qué hora era? Derek se movió a su lado desconcertado.

-¿Tú no eras infalible en detectar sonido?-dijo empujándolo suavemente de la cama.- ¡Vaya hombre lobo!-le empezó a lanzar su ropa.

-¿No sabías que vendría tu padre? ¡Vaya hijo!-replicó Derek tratando de ponerse rápido sus calzoncillos.

-Abre ahora mismo o tiro la puerta. ¿Estás bien?-su padre trató de abrir de nuevo.

-¡Sí, papá! Ahora abro... -abrió al ventana e hizo salir a Derek, que sólo llevaba sus boxers.-¡ Vete vete vete!

Stiles corrió a la puerta poniéndose su calzoncillo y abrió intentando actuar para que creyera que había estado dormido. Poco convincente.

-¿Desde cuando duermes así?-dijo al ver a su hijo tan destapado, Stiles no solía estar muy orgulloso de su cuerpo.

-Es... hacía calor.-se abanicó con la mano.

-No. No ha hecho calor.-el sheriff miró hacia la habitación.- ¿Qué ha pasado ahí? -empujó un poco a su hijo para entrar, ya que bloqueaba el camino con su brazo.-¿Nos han entrado a robar?

Stiles se giró. La cama parecía haber sufrido cuatro guerras mundiales, las mesillas estaban movidas, había ropa por el suelo y había cosas por el suelo. No sabía que contestar, sería difícil negar que algo había pasado ahí.

- Stiles...-se giró hacia él con cara de juicio.- ¿Quién... ha... estado aquí? -en aquella palabra había mas miedo que otra cosa.- Stiles...-señaló la cama y fue hacia ella. Estaba caliente.- ¿Quién ha dormido aquí contigo?

Que preguntara sólo por "dormir" al menos facilitaba las cosas, aunque sabía que su padre lo acababa de pillar. 

-Nadie, nadie.-negó nervioso.- ¿Dormir aquí? ¿Quién iba a dormir aquí? Habrá sido... el viento...que ha tirado todo...

Su padre lo miró incrédulo. Tal vez no era la mejor excusa. Los ojos del sheriff viajaron hasta la ventana.

-Dime que no me voy a encontrar ahí a una chica...-se acercó hacia la ventana.

-¡Papá! ¡Deja de decir tonterías!-lo frenó, algo que hizo que su padre aun avanzara más rápido hacia su objetivo.- ¡Papá! ¡No es una chica!- y en realidad no lo era.

El sheriff se asomó. Stiles pensó que tal vez habría sido mejor haber muerto en el hospital que tener que enfrentarse a aquello. Se quedó tan blanco y horrorizado que no sabía como contarle ahora todo lo de Derek.

Se apartó de la ventana y se giró hacia Stiles. Parecía calmado.

-No se donde se habrá metido. Pero trae a tu novia a cenar. Si va a colarse así en casa, prefiero conocerla. Además, ya era hora de que tuvieras una.-sonrió.- Por... por cierto...

Stiles lo miró sin soltar palabra.

-Usáis... ya sabes... ¿condones? No quiero ser abuelo... y nunca hemos hablado de...

-¡PAPÁ ESTA BIEN, NO TE PREOCUPES!-lo echó de su cuarto. 

¿Qué iba a hacer ahora? Tenía que presentarle a una supuesta novia que no existía. ¿Acaso su padre se tomaría bien que su hijo fuera gay? Y más que eso, que saliera con un hombre  que había sido sospechoso del asesinato de sus padres, que había sido retenido en la cárcel y que no tenía demasiada buena fama. Incluso por culpa de Peter, en la comisaría habían vuelto a investigarlo. ¿Cómo explicaba ahora el haber tenido sexo con él?