La Saga del Mal [Castiel, Kentin]

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Capítulo 4 "El príncipe azul"

- ¡Anda, vengan aquí! – exclamo aquel príncipe.

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Hace mucho tiempo atrás; muy lejos de los lugares que Castiel, Kentin y los demás chicos del Sweet Amoris podrían imaginar, se podría decir que, en otra vida; existía un reino al otro lado del mar. Todas las chicas, sin excepción alguna, estaba profundamente enamoradas del príncipe de aquel lugar, de 18 años de edad, llevaba por nombre Castiel, de ojos negros profundos, y cabello rojo que le hacía diferenciar. Este poseía un muy grande y maravilloso castillo lleno de glamour y por lo menos un millar de sirvientes a su disposición, la riqueza y poder que él había acumulado ningún otro reino en la tierra lo podría igualar. Todo lo que él quería podía poseer.

A pesar de ser algo rebelde, este era puro de corazón, sus intenciones siempre serian buenas.

Un día, este apuesto príncipe decidió emprender un viaje al país vecino al otro lado del mar. Al momento de llegar, doncella que se le cruzaba en el camino era doncella que quedaba deslumbrada y encantada por gran caballerosidad y amabilidad por parte de este príncipe, ninguna doncella pudo resistirse a los encantos del príncipe Castiel. Entonces, él con mucha calma exclamo.

- ¡Anda, vengan aquí! – exclamo con una calidad y hermosa sonrisa.

Una flor azul con un gran y puro corazón, él era admirado por muchas personas, pues encanto le sobraba, montones de chicas quedaron encantadas con su canción, pero, pronto llegaría una chica que se convertiría en la dueña de tan noble corazón.

Comenzó a caminar por las calles y rincones del país verde, ese reino era conocido por la gran paz que reinaba, pues la princesa que gobernaba lo hacía posible. Por siguiente, al casillo se dispuso a admirar, cuando en la entrada de este se encontraba situada a una chica, alguien en particular, pues, su cabello la hacía mucho a notar, rojo intenso, era el color del amor y la pasión, al igual que el color que dominaba aquellos largos y sedosos cabellos, muy similares a lo que el poseía. Esa chica se trataba de nada más y nada menos que de la princesa de aquel país, de la cual se enamoró.

Cuando ambos estaban juntos, se podía sentir un gran amor, uno del bueno y del puro, uno que solo existía en los cuentos de hadas y que ahora era real gracias a estos dos enamorados. El príncipe azul Castiel, le juro fidelidad hasta la muerte, mas sin embargo la princesa Allessandra le guardaba un oscuro secreto, algo que, si salía a la luz, el mundo del príncipe se derrumbaría. Él siempre pensó en que ella también le era fiel, nunca nada sospecho.

Con el paso del tiempo, estos pilluelos del amor se comprometieron y pronto se casarían, en unos cuantos meses ellos sus vidas unirán en santo matrimonio. Solo había un pequeño detalle, existía una princesa amarilla de nombre Zafiro que, por amor a él, haría hasta lo macabro.

- ¿Como? ¡Esta relación es imposible! – exclamo hacia la princesa Zafiro, segundos después de haberse enterado que ella lo quería.

Una flor azul con un gran y puro corazón... descubrió una mala verdad. Existía otra joven enamorada de él. La malvada flor que con su gran maldad, iba a causar gran destrucción y terror por no conseguir lo que quería. Sin saber nada acerca de los acontecimientos que se aproximaban, este negó cualquier relación con la joven princesa del país amarillo.

Tiempo después, uno de los tantos sirvientes suyos, trajo consigo malas noticias. La malvada flor acataría sin piedad alguna al país verde, el país de su prometida. El príncipe no dudo ni un segundo, pues no deseaba ver devastada a su princesa por el hecho de que su reino seria destrozado, el debía prevenirla de tal malévolo plan. Dirigió su glamuroso barco a las costas del país verde. Cual rayo, llego al castillo de su amada princesa, la cual se encontraba leyendo una carta. Ella estaba siendo solicitada en el bosque cercano de su reino, su princesa realmente estaba muy emocionada con la repentina cita, que salió corriendo hacia su destino mortal. El príncipe no la pudo detener, pues, la princesa Allessandra había ignorado cada advertencia por parte de él.

- ¡NO VALLAS, ES UNA TRAMPA! – exclamo desde la puerta de la habitación de su amada mientras la veía bajar las lujosas escaleras de su castillo.

Una flor azul con un gran y puro corazón... sus pétalos comenzaba a perder, al igual que su misma razón, pues, su amada se dirigía hacia su perdición, hacia su muerte fatal. Esta pobre flor azul, trato de advertirla con un inevitable ímpetu, mas, sin embargo, ella ni siquiera lo miro y por su cuenta se marchó.

Hace mucho tiempo atrás; muy lejos de los lugares que Castiel, Kentin y los demás chicos del Sweet Amoris podrían imaginar, se podría decir que, en otra vida; existió un reino lleno de paz, armonía y humanidad, una inocente princesa se logró asesinar que por culpa de su amado príncipe azul, que no hizo otra cosa para poder detenerla, así sucedió.

La princesa ingenuamente se adentró al bosque, sin embargo, la princesa del mal estaba preparando algo horrendo y desbastador, se estaba preparando para atacar a aquel tranquilo e inocente país. El príncipe se dijo a si mismo que salvaría a su amada acomode lugar, pero, algo surgió, el ejercito de la malvada princesa comenzó a atacar, así que el príncipe no tuvo de otra más que ocultarse de tal calamidad. Ya lejos de la cuidad, pudo observar como todo caía en cenizas, pero, eso no fue lo peor, observando con horror, vio a su amada princesa bañada en su sangre.

Una flor azul con un gran y puro corazón... luego de aquella tragedia, había llevado a la malvada flor a la guillotina, su venganza se había completado. Ahora su amada princesa podía descansar en paz...

Historias Cortas (Chicos de CDM) ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz