Capitulo IX

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-... Te toca, cuéntame un poco más acerca de ti.

-...

-¡Heather!

-¿Qué? Lo siento, no estaba prestando atención.

-Ya me percaté- río -¿Acaso estoy tan guapo que no paras de verme?- y volvió a reír.

-No te estoy viendo a ti, Mendes...

En realidad si lo veía a él, solo que no lo veía por lo guapo, aunque no niego que lo está. Realmente veía la marca de su cuello, que ya se había echo un círculo más blanco que su piel, y a su alrededor rojo e hinchado. Ya habíamos pasado al Láser Tag, donde obviamente le gane a Shawn, y como éramos de bandos diferentes, siempre le intentaba quitar puntos a él. Posteriormente pasamos al Gotcha, también nos toco separados y siempre le intentaba dar a él; sin embargo, se me fue un poco la puntería y en ves de darle al peto que traía, le di en una parte del cuello que no cubría la careta ni el peto, y lamentablemente los golpes de las bolitas de pintura del Gotcha duelen como el infierno mismo.

-¿Entonces qué ves?- le bebió a su refresco.

-La marca de tu cuello.

-Entonces si me veías a mi.- afirmó y supongo que se siento orgulloso y complacido.

-Si, pero no de la forma que tú esperabas- reí y me sentí ahora yo orgullosa, porque seguramente le quiete su orgullo- Pero en fin,- le baje a mi orgullo- lo siento, no era mi intención darte en el cuello. Si me preocupa cómo te vaya a quedar eso.

-No te disculpes, no estoy enojado ni nada de eso. -dijo tiernamente- Y haber dime, ¿por qué no te preocupas por el de la muñeca, si es el mismo caso que el del cuello?

-Si, pero la diferencia es que ese yo no lo provoque- reí.

-Cambiando de tema... ¿Por qué no terminas de comer, y mientras me cuentas más acerca de ti?- insistió y tomo una papita frita.

-Bien... Pues verás, no tengo buena relación con mi mamá, sin embargo con mi hermano mayor si, el cual anteriormente vivía conmigo aquí, solo que ahora se fue a vivir con su prometida a Francia.

-¿Y tu padre?

Suspiré.

-Hace tiempo que no lo veo, pues si no mal se, ahora vive en Suiza. Mis padres se divorciaron cuando tenía 8 años, siendo así el problema que traigo con mi mamá, pues ella cree que fue mi culpa.

-¿Porque?

Suspiré nuevamente.

-Solía engañar a papá, un día la descubrí, siendo así la única que sabía, me rogó que no le dijera a mi padre...

-Y le dijiste...

-¿Qué? ¡No! Estaba a punto de, sin embargo, mi papá descubrió por sí solo. Y bueno, mi madre creé que yo le dije, y por más que le explique, no me creé. Después mi madre cayó en el alcoholismo, mi abuela, que por cierto la considero como mi verdadera madre, nos llevó a vivir con ella a mi hermano y a mí, aquí a Toronto... Y bueno, eso es básicamente un resumen de mi vida familiar.

-Vaya...

-Si...-dije robándome la ultima papita de Shawn.

-¡Oye! ¡Esa papa tiene dueño!- reclamo.

-Si, mi panza- reímos, solo que el volteo los ojos.

Seguimos por un tiempo platicando mientras acabábamos de comer bien, después pasamos a otros juegos, y ya a eso de las 10:15 nos salimos del lugar, o más bien nos corrieron.

-Y... ¿La pasaste bien?- dijo Shawn casi es un susurro interrumpiendo el silencio que azotaba entre ambos mientras caminábamos por las calles casi vacías hacia mi departamento.

Algo peculiar del lugar donde vivimos, es que la gente no baga mucho por las noches, al contrario, se quedan en sus cómodos hogares.

-Super...- dije con una sonrisa en cara recordando todos esos momentos divertidos que pasamos hoy-¿Te puedo preguntar algo?- Solté dejando de caminar.

-Claro...

-¿Tú...- fui interrumpida por unas gotas de agua que cayeron sobre mi nariz- ¡Diablos, ya está comenzando a llover!

-Relajare, solo son unas gotitas- dijo tranquilamente pero justo después de decir eso se escucho un trueno que me hizo dar un brinco que me pego más a Shawn.

-¿Solo unas gotitas?- dije en cuanto comenzó a llover más fuerte aún.

-Que tal si te dejas de quejar, y salimos de aquí.- tomo mi mano, y comenzó a correr junto conmigo.

Iba sonriendo, hacía mucho que no corría bajo la lluvia. Anteriormente cuando vivía con mi abuela y tenía unos 12 años, cuando llovía salía junto con Aaron y Emily a escondidas de mi abuela y ahí nos enlodadamos y hacíamos carreritas bajo esta.

-¿Estás feliz?

El chico del Chedraui | Shawn Mendes | Où les histoires vivent. Découvrez maintenant