Incómoda.

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Pov Anna

Eliot se sentó encima de mi y puso su cara a modo de que su boca quedara en mi oído.

- Vete, no actúes obvia, vete, quiero que vayas a casa. - me miró serio.

Después de eso siguió haciendo sus tonterías y yo le seguí.

No debía parecer obvia.

Tomé mi celular y estuve un rato tontenado.

- Oye, voy al baño. - le avisé a Colton.

- Voy contigo. - contestó.

Caminé con él hacia los baños.

- Espera aquí. - lo trate de retener.

Como era de esperarse el se negó.

No tuve más remedio que aceptar que pasara.

Tome una tampón de mi mochila y entre a un cubículo.

Fingí abrirlo.

Salí y me lave las manos.

El se disculpó por no darse cuenta antes, todo iba bien.

Fingí tontear un rato con él, lo bese.
Si antes sentía felicidad por besarlo ahora sólo sentía opresión.

Fingí sentirme mal, me llevó a mi casa, una vez que estuve segura de que se había ido salí por mi ventana.

A lo que nos lleva al lugar y la situación en donde estoy.

Estoy cubierta de sudor, mis piernas se sienten débiles, tuve que tomar calles alternas, no quería correr ningún peligro, llevaba diez minutos corriendo, sin parar.

Descanse un poco, después de unos minutos volví a correr, vi , su edificio a lo lejos, corrí más rápido.

Brinque la reja, subí las escaleras corriendo, entré por la ventana.

Jack se encontraba en su sofá, golpeado y sudado, su playera estaba rota y llena de sangre.

- ¿Qué te paso? - dije llegando a su lado.

- ¿Anna? - preguntó.

- Si, soy yo. - dije asustada.

- Tu jodido novio contrató a un matón para golpearme. - susurró.

Sera hijo de puta.

- ¡Jack!, tienes que lavar todas las heridas. - lo ayudé a levantarse.

Nos dirigimos al baño, lo senté en el retrete y le quité cuidadosamente la playera, después su pantalón.

Abrí la llave y esperé que estuviera caliente, y la tina llena.

- Quitate el bóxer. - lo miré.

- Con gusto lo haría, pero, no puedo. - me miró - sólo bajalo.

Cerré los ojos y baje su bóxer.

- Entra a la tina. - dije sin abrir los ojos.

- Ya. - habló y yo abrí los ojos - esto arde.

- Calla. - lo miré lavando todo su cuerpo.

Estaba en malas condiciones.

- ¿Que fue lo que paso? - pregunté.

- Estaba en mi auto, fui a hacer unas compras, un tipo llegó y me goleo, desperté amarrado en una silla, y había un tipo ahí, me dijo que me había metido con la persona equivocada. - se encogió de hombros - tu novio es tan marica que no puede golpearme él.

¿Serás Mía? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora