Chica nueva.

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Pov Colton

Me levanté a causa del desesperante sonido de la alarma, quería arrojarla contra la pared, hacerla pedazos y dormir todo él día.

Tenía una resaca jodidamente fuerte, seamos sinceros, ¿a quien se le ocurre tomarse tres botellas de vodka y seis cervezas? Exacto a nadie, solo al estúpido de Colton.
Puse toda mi voluntad en levantarme e ir hacia él baño. Apestaba a cigarrillos y cerveza aparte de que no me había quitado la ropa de la noche anterior.
Revisé los bolsillos del pantalón para ver sino traía algo importante, nada, solo el teléfono de la chica con la cual me había liado ayer escrito en una hoja de papel, lo tire a la basura y me quite toda la ropa, la olí, si definitivamente apestaba a mierda.

Después de darme una ducha me puse un pantalón negro, una playera blanca y mis converse blancos, me vi en él espejo, si me veía bien.

Baje las escaleras con mi mochila en él hombro y entre a la cocina, mis padres no estaban, tenía una resaca horrible, no quería ir a clases, pero había algo bueno, había comida, y eso era más que suficiente.

Salí de mi casa con las llaves de mi auto en una mano, subí a este y conduci hacia el Instituto, baje de mi auto todos y cuando digo todos es más de la mitad del instituto se me quedaron viendo, los chicos que conocía me saludaban y las chicas me mandaban miradas y sonrisas de coqueteo, algunas son exasperantes.
Cuando llegué a mi casillero veo a Emet, uno de mis mejores amigos, hablando con una chica, Cristina, es linda pero se a acostado con medio Instituto.

- Hey, Colton, te veo cansado, amigo, ¿tienes una resaca muy fuerte? - dijo lo ultimo como si le estuviera hablando a un bebe - el niñito volvió a tomar y ahora esta mal.

Soltó una carcajada y me miro burlón.

- Vete a la mierda, Emet. - contesté abriendo mi casillero y sacando algunos libros.

Era incómodo tener que guardar, sacar, guardar y sacar libros todo el día.

- Ya hermano, no te molestes. - dice Emet con una sonrisa.

- Si sigues así te voy a golpear. - conteste en tono amenazante. 

- Ya vale. - respondió alzando las manos en forma de paz

Me volteé y pegué un brinco del susto al encontrarme a Amber enfrente de mi, es la reina de las zorras en él instituto, es una chica sumamente exasperante, de esas que te dan ganas de golpearlas y después aventarlas por la ventana.

- Amber. - respondí alejándome de ella un par de pasos.

Aveces daba miedo.

- Creo que deberíamos salir algún día de estos Col. - responde

Su voz chillona resonó en mi cabeza haciéndome cerrar los ojos unos segundos. 

- No. - digo seco - y no me llames así.

Ahora que lo pienso “Col” es un apodo horrible.

No entiendo por que me había puesto así, pero con el tiempo me acostumbre.

- Hola , Col. - dice la chica de pelo castaño y ojos verdes mientras sonríe.

- Hola, enana. - respondí abrazándola. 

- Te e extrañado.  - sonríe. 

¿Serás Mía? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora