«Por un paraguas»

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11/09/10

-Muy buen tiro, Matt.- dice Cristina felicitándolo.

Y ahí se encuentra nuestro chico en el entrenamiento de las jóvenes, observándolas y participando de vez en cuando.

-Mirar, los chicos nos vigilan.- dice Sheila sentada en las silla de ruedas.
La pobre se cayó mientras corría por el patio de su casa, tropezó con un ladrillo, doblándose el tobillo, ahora anda enyesada de rodilla para abajo.

-Ya veo.- dice Andrea Gómez acercándose a Andrea Molina.

-¡Hola!- grita Andrea Molina saludándolos desde la lejanía.

-¡Ahh!- grita la otra Andrea- Me dejas sorda.- le recrimina apartándola de un empujón.

-Déjala, la pobre es boba.- dice Miriam tirando un triple, la bola da en el aro pero rebota hacia fuera, Claudia que está a pocos metros comienza a reír, la pelota golpea el suelo rebotando contra la cabeza de la misma joven.

-Auu.- se queja Claudia frotándose la cabeza.

-Eso te pasa por reírte de los errores de los demás.- le recrimina Miriam.

Iris hace una entrada al campo y lanza la bola, esta entra limpia por el aro.

-¡Toma!- dice sonriendo, normalmente le salían mal las entradas.

-¡Dame una I, dame una R, dame otra I y finalmente una S todo junto hace Iris!¡Ánimo!- grita Sheila moviendo las manos como si llevara pompones.

-Matt, te toca.- dice Cristina pasándole una pelota.

Él la agarra y comienza a botarla, Andrea Gómez se pone delante suya este la esquiva y tira a canasta, la pelota da en el tablero y rebota entrando a canasta.

-Eres muy bueno.- dice Iris dándole una palmada en la espalda.

Tras hora y media los entrenamientos terminan Matt se despide de las chicas, este se queda en la salida esperando a su madre la cual sale del trabajo en poco tiempo.
Truenos comienzan a azotar el silencio pero lo peor llega cuando Matt siente que algo baña su rostro, pequeñas gotas de agua mojan el suelo.
La lluvia coge fuerza y el joven decide resguardarse debajo de un balcón que sobresale a cinco metros de altura.
Nota como alguien se pone a su lado y forcejea con su paraguas, incapaz de ver su rostro ya que lleva la capucha puesta deja de prestarle atención hasta que oye su voz.

-Venga ábrete, maldito paraguas.- dice la voz inconfundible de Adrián. El paraguas se abre de golpe dándole a Matt.- Uy perdón.- se disculpa avergonzado.

-No pasa nada.- responde Matt regalándole una sonrisa algo apagada por culpa del frío que siente.

La dirección del aire cambia lo que provoca que la lluvia sea arrastrada por el viento hasta los dos jóvenes empapándoles.
Adrián se coloca el paraguas y ve como Matt continua mojándose.
El joven apenado se acerca al otro posicionándose a su lado tapándolo evitando así que continúe mojándose.

-Gracias.- dice agradecido Matt castañeando los dientes.

-¿Tienes frío?- le pregunta Adrián comenzando a notar como el frió cala en su ropa.

-Un poco.- responde evitando temblar, le apena que el joven sepa que tiene frío.

-Venga te acompaño a casa si quieres.- le dice Adrián para así no dejar que el joven se empape.

-No tranquilo, estoy esperando a mi madre, yo no tengo las llaves de casa.- dice el joven informando y reprochándose así mismo por no haber agarrado las llaves después de haber ido a casa a comer, su madre lo había recogido después de que el instituto terminara y traído de vuelta para ver el entrenamiento de sus amigas o al menos piensa que así las puede llamar. El siempre cogía las llaves pero en un descuido se las ha olvidado y tampoco traía paraguas. Pero lo peor de la situación es que como su madre era enfermera de urgencias no sabia con exactitud cuanto iba a tardar. A veces odiaba el trabajo de su madre pues siempre llegaba muy cansada, pero sabía que su madre es feliz ayudando a la gente.

Por un balón (LGTBI) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz