004

256 57 17
                                    

El tiempo pasa horrible y tortuosamente despacio para mí una vez que Ryan se va. Vuelvo a estar solo, vuelvo a no tener a nadie y vuelvo a pasar la mayor parte de mi tiempo pensando demasiado las cosas al punto de volverme loco. Y ser una persona ansiosa no es algo que precisamente me ayude para sentirme mejor.

Para mi suerte, con el correr de los días conozco a un chico que vive solamente a un par de casas de la mía. Su nombre es Gerard, es un poco más alto que yo y, por supuesto, tiene el cabello teñido de rojo que le queda mil veces mejor que a mi. Al principio creo que es otra de esas personas que no tiene lógica alguna que se encuentre en el Estado Rojo, pero cuando lo veo involucrarse en una pelea callejera me doy cuenta de que puede que sea un poco más violento de lo que parece. De todas formas, sigue siendo una buena compañía para mí, solamente tengo que recordarme mentalmente que no es recomendable hacerlo enojar. Para mi desgracia, Gerard parece desaparecer de la faz de la tierra cada tanto, así que sigo teniendo mucho tiempo para estar solo y pensar, demasiado.

Cuando pasan un par de días decido que puedo aprovechar mejor el tiempo y entonces viene a mi mente el recuerdo de Ryan diciendo algo de intentar comunicarse con alguien en el Estado Verde, así que decido averiguar un poco más sobre eso. También recuerdo que Ryan dijo que no me metiera en problemas. Y por otro lado pienso que, si no tuve noticias de él siendo que su Estado está literalmente al lado del mío, va a ser difícil contactarme con Jon en el Estado Verde, que resulta estar a kilómetros de donde yo me encuentro. Supongo que con intentar no pierdo nada, ¿no?

En la semana siguiente trato de averiguar algo por mí mismo y, cuando todos mis esfuerzos terminan siendo en vano (porque no es información que pueda encontrar en cualquier lugar), termino rogándole a Gerard que me ayude, cosa que hace de mala gana. Resulta que él, a pesar de parecer una de las personas más despreocupadas del mundo, sabe muchísimas cosas. Me cuenta que por su experiencia propia sabe que la única forma que existe para hacer llegar algo, ya sea una larga carta o un simple mensaje, a otro Estado es conociendo a alguien que pertenezca al blanco, que son los únicos que pueden ir a cualquier lugar sin que nadie los cuestione. De hecho eso es cierto, muchas veces vi a personas vestidas completamente de blanco paseándose por el Rojo. Pero por otro lado Gerard también me dice que es muy difícil convencer a los blancos de hacer algo así, que son prácticamente las personas que más confianza le tienen a este sistema y que la mayoría no harían nada para destruirlo o para arriesgarse a sí mismos, ni siquiera algo mínimo como llevar noticias de un Estado a otro. Después me dice que otra forma es a través de los outsiders, que son quienes lograron escapar de su Estado y viven en las afueras, sin colores, sin reglas estúpidas y sin cercas que los separen de las personas que quieren. Pero, según Gerard, esta opción tampoco es demasiado segura, a algunos no les interesa en lo más mínimo viajar tantos kilómetros para hacer llegar un tonto mensaje escrito por un desconocido a otro desconocido, y otros suelen ser capturados en el camino. No me dijo qué les pasa a quienes son capturados, pero creo que me doy una idea. Después de contarme todo eso, Gerard se va dejándome con otro millón de dudas y vuelve a desaparecer por un par de días, dejándome sin ninguna posibilidad de preguntarle nada.

Cuando vuelve a tocar la puerta de mi casa dos días después es cuando finalmente puedo decirle todas las cosas que estuvieron dando miles de vueltas en mi cabeza durante las últimas cuarenta y ocho horas. Generalmente cuando nos encontramos siempre es así: yo hablando hasta cansarme de todo lo que estuvo atormentándome y abrumándome en las últimas horas y el limitándose a responder mis muy cansadoras y a veces reiterativas preguntas. Gerard es mucho más callado que yo, y también más misterioso, pero nuestra relación de lo que se podría llamar "amistad" — a pesar de conocernos hace sólo unas semanas — funciona bastante bien así, si no fuera porque desaparece todo el tiempo.

El único momento en el que Gerard toma realmente la palabra durante nuestra conversación es cuando le pregunto cómo es que sabe todo eso, cosa que al principio se rehúsa a contestar, pero después de un poco de insistencia de mi parte, empieza a contarme. Hace algunos años, justo antes de ser enviado a este lugar, él se enamoró. Ni él ni su pareja tenían asignado ningún color en ese momento así que todo estaba bien, podían verse cuantas veces querían y a nadie le importaba. Pero obviamente, cuando sus colores fueron asignados terminaron separados. Gerard me habla de todos los años que pasó buscando distintas formas de contactarse con esa persona que amaba (todavía lo hace, puedo notarlo por el brillo en su mirada cuando me cuenta la historia) y así es como aprendió tanto de todos estos temas. Cuando me dice que esa persona es en realidad otro hombre, me mira de forma amenazadora, como tratando de protegerse de lo que yo le voy a decir. Aunque en realidad no digo nada, sea quien sea, Gerard encontró a alguien a quien ama y ese amor es correspondido, es mucho más de lo que la mayoría de las personas encuentran en este mundo. La realidad es que a este sistema solamente le importa que hombres y mujeres estén juntos para que la especie humana no se termine, están muy lejos de preocuparse por el amor. No se lo digo, pero pienso que Gerard es realmente una persona afortunada: a pesar de tenerlo tan lejos, encontró algo que siento que voy a pasar mi vida entera buscando en vano.

De cualquier manera, para la mañana siguiente tengo dos cartas listas para entregarle a un supuesto amigo de Gerard que pertenece al blanco. No son demasiado largas, son más como simples notas que no dicen mucho, pero son mejor que nada. Una es para Jon, diciéndole que estoy bien y preguntándole cómo está todo en el Verde. La otra es para Ryan, pidiéndole de encontrarnos, supongo que no debe ser tan difícil si, después de todo, él ya estuvo acá antes.

colors ➳ rydenМесто, где живут истории. Откройте их для себя