Parte 4

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— ¿Qué haces?— Elys recién había llegado, se encontraba muy cansada.

Fredd no respondió al llamado de la recién llegada y seguía sumido en el libro.

—..... — «¿Qué lo tiene tan embelesado?» se preguntó. —Debería irme a dormir mejor.

La labor que solía realizar como miembro del gremio agrícola solía ser agotadora, había tomado un baño en los manantiales de la caverna este pero eso no era suficiente, además las molestias causadas por las señoras y conocidos que trabajaban con ella habían sido un tormento.

— ..... — «Este tipo es sordo ¿verdad?»

Todo tenía que ver con el invitado y ella vinculándolos como una pareja de amor a primera vista. Eso le resultaba irritante, solía rumorearse que ella era una chica fría que no le interesaba los hombres inmaduros de su edad y que prefería que le superaran la edad de diez a más, pero solo eran rumores; quizás su forma de vestir solían originarlo, ropa poco llamativa con unos colores opacos y que parecía que solo un anciano usaría.

— ¿Oye que haces? —volvió a preguntar.

En el largo tiempo que habían habitado las cavernas las habilidades artesanales no se habían perdidos gracias al incasable esfuerzo de la Eltio y el sistema humano creado por el consejo de ancianos. Entre estas la costura de ropa era unas de las actividades que se encontraba en el sistema educativo practico, solía cambiar el estilo de costura de acuerdo a las generaciones que aprendían este arte a lo cual a Elys nunca le importo y vestía como sea o le gustara.

— ¡¡¡Oye!!!— Elys alzo su voz pero ni siquiera la miro.

El invitado sostenía un viejo libro, mientras se encontraba acostado en el viejo sofá duro y descolorido.

—..... — «¿Qué está leyendo?» Ella se acercó un poco más.

Cogiéndole el hombro y remeciéndolo un poco, pero igual no contestaba, el invitado se encontraba muy absorto en el libro, se acercó un poco más, tratando de mirar lo que leía y la razón por que no le hacía caso.

—"El cielo resplandeci..."— Elys empezó a leer la página donde el invitado se había quedado concentrado.

—¡¡¡Qué bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!!!— Fredd se levantó de un salto dando un grito muy fuerte.

Asustando a la asombrada Elys, esta cogió lo primero que encontró del suelo, resultando ser un plato inocente que había estado debajo del sofá, sin que nadie lo notara y fue a terminar en la cabeza de Fredd.

— ¿Qué carajos te pasa? ¡Me asustas!— La asombrada Elys desfallecía en ira contra el invitado.

—Lo siento no debí asustarla así, no me había dado cuenta que usted había llegado, perdone mi brusca actitud.

Un pedazo del plato había quedado incrustado en la cabeza de Fredd.

—N-No, no, no... yo debería disculparme contigo. — Su asombro aumento viendo aquello tan absurdo

—No yo tengo...

— Espera eso... —«Que le pasa a este hombre, tiene un pedazo de plato en la cabeza no debería estar quejándose del dolor». Veía como movía normalmente su cabeza mientras se disculpaba.

—No, no, no... yo tengo la culpa. —Sacó el pedazo de plato que tenía en la cabeza. —Mire, por desconsideración hasta quebré este plato, perdóneme por favor.

Mientras el hombre de ojos rojos agitaba el pedazo de artesanía manchado con sangre que un momento atrás era un plato.

—Espera estás sangrando ¿No te duele?—Preguntó la asustada Elys.

Neo 2.0--Volumen 01(completado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora