💙Au's de Percy Jackson💙

29._ Odiar y ser odiado

Vale, por pedido les traigo aca una historia muy linda :3

Percico :v

Sinceramente, no soy nada fanática a este shipper... (Cuando era nueva en el fandom, me encantaba 😙)

Ahora digo:
Ñe~ Son lindos xdxd

Dejaré mi imagen favorita de esta pareja en multimedia :3
(¿No se ven lindos?)

Me fue muy difícil soltar esa imagen, pero creo que se la merecen xdxd

Narrado por el sesos de alga 😌

💛💙💜💚❤💛💙💜💚❤

Los gritos quizá son lo mejor de este mundo.

Así les avisas a los demás cuando necesitas algo o te molesta alguna situación.

Si no, normalmente es una forma de expresión para hacerte escuchar.

O cuando quieres mandar a alguien al tártaro.... :)

-¡Perseus Jackson, te odio!-

Simple, todos los monstruos alguna vez le habían dicho eso. Pero escucharlo venir de su semidios favorito fué raro.

Le pareció adorable.

Percy, como todo hijo de Afrodita, sabía cuando alguien babeaba por él, (Sin echarle aguas a si mismo, pero todo el mundo se fijaba en él)

Eso traía molesto al hijo de Hecate.

-¿Qué hice ahora, mi pequeño maguito?- preguntó Percy haciendo largo énfasis en ese apodo.

El pelinegro resistió las ganas de golpearlo, y con las manos libres de tensión, limpió parte de su propio rostro que en esos momentos se hallaba azul.

-Ese color te checa bien- le dijo Percy a modo de burla.

Nico rodó los ojos con un sonrojo capaz de notarse a kilómetros a la redonda.
-Te mataría Jackson... Hoy me estrellaste un pedazo de pastel azul en la cara-

Percy sonrió.
-Yo no fui, fué mi mano-

-¿Y se movió solita o que?-

-No sé Di Angelo- largo un suspiro -Pero me gusta como se te ve-

Nico rodó una vez más los ojos, antes de darse media vuelta sin decir ni una sola palabra.

"Auch, me pasé esta vez" pensó el hijo de Afrodita mirando como Nico se alejaba por aquel camino rocoso, que lo llevaba al pabellón del comedor.

No lo dejaría entrar, si no sería muy difícil hablar con él a solas.

-Di Angelo, aguarda- dijo el ojiverde tomandolo de su muñeca.

Él ni siquiera respondió, solo espero a que Percy se acercara más a él y le dió una cucharada de su propia medicina.

Un pedazo de pastel negro estampado en su rostro.

-¿P-pero qué...?- trató de hablar el ojiverde.

La risa de Nico era la más maravillosa que Percy jamás había escuchado.

Exceptuando el hecho del pastel, el ojiverde se habría quedado escuchandolo por toda la tarde.

Y pasado el rato, Nico se detuvo.

Sus miradas chocaron como dos rayos en una interminable tormenta.
Una capaz de retener tanta energía y soltar tanta pureza.

La tormenta de sus corazones, esperando una muestra de amor suficiente para culminar en un atropellado remedio.

-A veces te detesto tanto- dijo Nico bajando la vista.

Dioses, ¿Cómo no ceder a esa cara tan tierna?

-Si tanto me odiaras, no estarías acá frente a mi- musitó Percy de forma suspicaz.

-Eres uno de los únicos amigos que tengo- suspiró, pateando una piedra -Y sin embargo, te odio-

-¿Por qué me odias?-

-No lo sé, te odio y punto-

Percy se cruzó de brazos -Eso no cuenta como respuesta-

-¡Agh, no sé Jackson!- su tono se elevó un poco.

-¿Es tan difícil aceptarlo?-

Se detuvo unos segundos, antes de soltar casi en un suspiro.
-No sé de que hablas-

-Te conozco-

Volvió a girarse en su lugar para entrar al pabellón, pero Percy lo detuvo una vez más.

-Sabes que jamás te dejaré en paz si no me dices la verdad-

Nico suspiró dándose por vencido. Miró a ese lindo semidios dueño de sus pensamientos y con un rubor en las mejillas, se obligó a decir:

-¿En verdad quieres saber por qué te odio tanto?-

-Si-

-Te odio por ser perfecto, por ser el mejor que haya existido y por simplemente ser tú....-

Y lo siguiente fué casi sin pensárselo, como si su cerebro estuviera programado para decirlo y luego entrar corriendo al pabellón con miedo a haberse confesado.

-Te odio por hacer que me enamorara de ti-

Lo siguente que supo, fué a cierto hijo de Afrodita jalandolo en contra de su voluntad.

Y besandolo, a su voluntad....