Parte 7 [Heechul]

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Después de que mi llanto cesara le rogué que continuara con la terapia, que yo estaría ahí para él siempre, haría todo lo que debí hacer desde un principio. En ese tiempo hablamos todo lo que no habíamos hablado estos dos años, y habían tantas cosas que no sabía, jamás me di la oportunidad de conocerlo, pero por sobre todo, me di cuenta de lo solitaria que fue su vida. Por mi culpa, otra vez.

Habría sido una horrible mentira decir que a partir de ese momento todo había sido color de rosas. Varias semanas después volvimos a casa, y algunas veces, se sentía más sombría que antes. Tantas veces lo había encontrado llorando en silencio, tantas veces me había ocultado yo para hacer lo mismo. Algunas hasta habíamos discutido.

Otras tantas, pasábamos horas besándonos, lento, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo. Nos besábamos riendo, llorando, nos besábamos hasta que nuestros ojos no podían permanecer abiertos del sueño. Nos besábamos amándonos.

Lo llevé a conocer el café donde pasaba mis tardes, él cantó para mi dulces melodías que desconocía. Sonreía siempre, pero poco a poco vi como la quimioterapia iba deteriorándolo, cada vez estaba más cansado, más delgado, más débil. Cambiamos nuestra habitación a una de la planta baja, subir las escaleras lo agitaba demasiado.

Las salidas se acabaron gradualmente, al igual que los lentos bailes ante la tranquilizante música del Jazz. Ahora lo tarareaba para él cuando se encontraba acostado en la camilla del hospital, decía que lo tranquilizaba. Lloré en esos momentos también, aunque él me pidiera que no lo hiciera, ni que me disculpara. Pero no podía evitarlo.

Nada en el mundo se comparaba a lo bien que me sentía a su lado, si tan solo me hubiese dado cuenta años atrás, no habría desperdiciado tanto tiempo haciendo estupideces. Habría adorado cada minuto, habría besado desde el primer momento cada milímetro de su piel.

El tiempo pasó más rápido que nunca, y nuevamente estábamos dándole la bienvenida al otoño. No es que me molestara, era una de mis estaciones favoritas, pero el invierno... me daba terror. En esos momentos odiaba que los médicos tuvieran razón en cada palabra. Quería que se hubiesen equivocado, y que ese año de expectativa de vida, se hubiese convertido en una larga burla a la medicina.

-Amor...- Me llamó en un susurro, una tarde en la que ambos nos encontrábamos recostados en su camilla. Sonreí, acaricié el dorso de su mano y murmuré palabras sin sentido para que continuara.- Uno de estos días, cuando las calles estén llenas de hojas secas ¿Podemos salir a caminar? Me gusta el ruido que hacen al pisarlas- dijo.

-No lo se, deberíamos hablarlo con el doctor Shin- Hace dos semanas estaba en esa cama de hospital debido a una recaída. Quise creer que podría salir, yo también lo deseaba con mi alma.

-Oh...- contestó desanimado.

-Seguramente si, no te preocupes, yo te llevaré.- Me miró sonriente, con sus ojos brillantes en expectación y tuve que hacer un esfuerzo enorme para no llorar.

La negativa del doctor no dolió tanto como su expresión cuando se lo dije. Ese momento que tanto queríamos evadir se acercaba. 

Ahora que estás aquí  [HeeHyuk/EunChul]Where stories live. Discover now