Parte 5 [Heechul]

400 36 7
                                    


Escuché su auto, al rato el sonido de la puerta principal, pasos lentos en las escaleras, la luz del baño prenderse y al cabo de unos minutos apagarse. Escuché también como chocaba con la puerta, con la esquina de la cama y finalmente caía rendido sobre ésta. Me giré para reclamarle por "haberme despertado" y lo vi dormido. Respiraba con dificultad, como si el trayecto desde la entrada hasta aquí lo hubiese cansado más que una maratón.

¿En dónde estuviste? ¿Qué estuviste haciendo para no tener siquiera la energía para sacarte los zapatos? ¿Qué esta pasando contigo, Hyuk?

Después de un rato buscando, no pude encontrar donde guardaba su pijama, así que con cuidado lo cambié, le puse el mío, y lo recosté bajo las frazadas. No hacía tanto frío, pero a medida que la noche avanzara refrescaría.

Me sentí extraño otra vez, pero orgulloso de haberlo ayudado, ahora estaba tranquilamente durmiendo a mi lado. Me acerqué tan solo un poco para acariciar su rostro, nunca había notado lo mal que se sentía su ausencia, esperarlo a la noche sin saber si volvería me dejaba un amargo sabor en la boca.

Quería saberlo todo, quería saber donde había estado, no solo esta noche, también las otras en las que no había llegado. Quería saber en qué ocupaba su día, qué lo pudo haber dejado tan agotado. Quería saber por qué estaba tan delgado, cosa que yo no lo había notado hasta cambiar su ropa esa noche. Quería saber hace cuánto sus costillas se marcaban de esta manera. Quería saber qué había sido la causa de esos ojos rojos e hinchados, no solo suponer que había estado llorando por mi culpa. Quería saberlo todo.

Y aún con tantas dudas en mi cabeza, no me había enterado de nada.

No tuve la fuerza suficiente para hacer a un lado mi orgullo y preguntarle qué pasaba.

Por más que lo veía llegar cansado y pálido a casa, o hasta desaparecer varios días, dejé que un mes entero pasara como si nada. Había dejado de salir a bares, la mayoría de los días me los pasaba en ese café que encontré a las afueras de la ciudad, o simplemente en casa, esperando a que llegara, y escondiéndome automáticamente cuando escuchaba su auto. Cada vez que nos cruzábamos por casa lo ignoraba.

El frío cada día se ponía peor, y él andaba hacia todos lados con ese estúpido gorrito de lana. Cada noche me colaba en nuestro cuarto para fijarme de que se encuentre bien abrigado, y hasta dormía con ese gorro ¿Habrá sido algún regalo de alguien? ¿Qué tan importante era esa persona para querer tenerlo puesto todo el tiempo?

Tampoco había vuelto a dormir a su lado, salvo aquellas veces en las que la curiosidad me ganaba y pasaba una o dos horas acariciando sus mejillas.

Una tarde, paseando por el centro buscando algo con qué distraerme, vi su auto aparcado en el estacionamiento del hospital, se me heló la sangre hasta que lo vi parado a un lado soltando vapor por la boca, notablemente distraído. Bajé de mi auto y casi corriendo llegué a su lado, sorprendiéndolo en cuanto hice notar mi presencia.

-¿Qué haces aquí?- le dije serio, autoritario, intentando controlarme para no gritarle todas las dudas que tenía.

Al principio se lo notó asustado, pero en un segundo su semblante cambió a uno serio también- ¿Qué? ¿Acaso te interesa?- dijo en tono despectivo, dirigiéndose de esa forma a mi por primera vez en su vida.

"Si, me interesa. Me interesa y me preocupa tanto que podría morir." Pensé.

- Si, claro- reí sarcástico- Sigue soñando.- respondí aún riendo, y vi sus lágrimas a punto de caer. No pude soportarlo, así que di media vuelva y volví a mi vehículo, esperé a que él se alejara para descender nuevamente e ingresar corriendo al hospital.

Ahora que estás aquí  [HeeHyuk/EunChul]Where stories live. Discover now