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Capítulo 17

Irma cayó en una fuerte depresión que la llevó a estar hundida durante varios días, pero no la culpaba. Yo también pasé por eso, añoraba a mi familia todos los días y todas las noches. El tiempo fue quién lo curó todo, ya que no me di por vencida y seguí caminando. Siempre intenté mirar el lado positivo aunque a veces me costara hacerlo. Todos estos consejos eran los que intentaba darle a Irma sin que rompiera a llorar.

Nos costó mucho esfuerzo conseguir que quisiera acompañarnos en la "exploración", ya que solo insistía en volver al campo-base que habíamos abandonado hace unos días.

Finalmente, estuvimos andando por la abandonada ciudad hasta dar con un gran centro comercial que llamó nuestra atención. Era el mejor lugar al que podíamos ir, ya que no nos parecía bien entrar a allanar las desiertas casas (aunque a Brad y a Dylan les pareciera buena idea).

Intenté con todas mis fuerzas abrir la grande puerta principal, pero estaba cerrada con varios candados electrónicos.

— Es imposible de abrir. — Dije apartando la vista de la puerta para mirar con resignación al resto.

Brad me miró con una sonrisa pícara mientras se acercaba a la puerta con un pequeño palo metálico en la mano.

— Nunca digas nunca. — Dijo introduciendo la varilla por uno de los pequeños agujeros de los candados. El cargador empezó a perder potencia poco a poco quedándose totalmente sin batería.

— Tienes que enseñarme cómo diablos has hecho eso. — Dijo Cassie asombrada. Se notaba que todos tenían una especial admiración hacia Bradley.

Nos introdujimos dentro del edificio, que era un centro comercial de cuatro plantas. Yo casi no iba a comprar, ya que mis padres lo compraban prácticamente todo por Internet y pocas veces había salido a comprar a una tienda.

Vimos varios locales juntos que parecían ser tiendas, sin embargo, estaban todas vacías y abandonadas. Sólo los letreros permitían reconocer cada una de ellas.

— Sé que no tiene mucho sentido pero, ¿qué se supone que estamos haciendo aquí? — Preguntó Dylan mientras jugaba con los botones de su brazalete.

— Amigo, aquí vamos a encontrar de todo. — Respondió Bradley levantando los brazos para señalar todas las plantas del centro comercial. — Comida, ropa...Incluso hay sillones y sofás que podríamos usar para dormir.

Dylan asintió en señal de aprobación mientras Cassie e Irma examinaban con curiosidad el lugar que nos rodeaba.

— No sé si esto es buena idea. — Dijo Irma volviendo a poner la vista en nosotros. — Esto no está bien. Nos estamos aprovechando.

— Es la única alternativa que nos queda. — Dije arqueando una ceja. — Por aquí es imposible cazar, no hay animales. Y plantas comestibles también dudo bastante que haya. Aquí por lo menos podremos tener suministros por un tiempo.

— ¿Y luego qué? — Dijo Irma empezando a mosquearse. — Habrá algún día en que lo hayamos agotado todo.

— Una opción sería vivir al estilo nómada. — Propuso Cassie. — Quedarnos aquí y mudarnos cuando ya no tengamos abastecimiento.

— Sigue sin parecerme buena idea. — Dijo Irma sentándose en un sillón que estaba deshilachado por los bordes.

Bradley, impaciente, se acercó a ella con un tono de voz demasiado violento para mi gusto.

— Sé de sobra que tú lo que quieres es volver al campamento por tus padres, pero, de momento lo mejor es que nos alejemos lo más posible de ellos. — Le dijo cómo si la estuviera acusando.