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Capítulo 12

A la hora de la cena, colocaron dos mesas grandes en un terreno acompañadas de más de 20 sillas. Eran todo un colectivo: Unos ponían los platos, otros colocaban las sillas....Se notaba que hacían lo mismo cada día, pues cada uno parecía saber bien que tarea tenía que realizar.

Entre otras cuatro personas, colocaron una mesa más pequeña un poco alejada de las otras dos. Intuí quién iba a sentarse ahí.

 Dylan y Cassie se miraron con una mirada cómplice, y los dos fueron directos a la fila para coger la cena. Irma me agarró del brazo y me llevó hasta un extremo de la mesa. Señaló la silla para que me sentara y dijo:

— Tú hoy te sientas con nosotros. ¿Vale? — Dijo sonriéndome. Me hizo gracia lo que dijo porque, al fin y al cabo, no conozco a más personas con las que sentarme. Bueno sí, a Bradley, pero no lo he visto en todo el día.

Asentí mientras veía pasar a las demás personas que se alojaban allí. Parecían despreocupadas como Irma, me recordaban a un grupo de gente que estudié en el colegio. Los observé durante un rato largo intentando acordarme de la palabra, que al fin retumbó en mi mente con un gran eco: Todas esas personas me recordaban a "Los Hippies". Me sentí orgullosa de poder haber recordado un dato tan antiguo, ya que últimamente no estaba cómo para pensar mucho.

Dylan apareció con una bandeja en cada mano. Las dejó sobre la mesa y se sentó a mi lado. Observé el contenido del plato: sopa de verduras. Seguramente fuera ecológica. Aunque no me agradara mucho, sonreí agradecidamente.

— ¿Dónde está Cassie? — Pregunté curiosamente antes de empezar a comer. No quería cometer una falta de educación, por lo que me quedé esperando con la cuchara en la mano.

Irma se giró para buscarla entre la multitud, y cuando la encontró, se volvió hacia mí con una sonrisa:

— Ya viene. — Dijo sentándose en su silla. — ¿Tienes hambre?

Parecía haberme leído el pensamiento, porque en ese momento las tripas me rugían como un animal salvaje. Llevaba mucho tiempo comiendo poco y mal, esta iba a ser la primera comida que comía en condiciones.

— Siento tardar, había mucha gente y no pude darme más prisa. — Dijo Cassie intentando mantener el equilibrio para que las bandejas no se cayeran. Parecía que hubiera venido corriendo.

Cuando ya estábamos los cuatro en la mesa, empezamos a comer. Irma y Cassie charlaban alegremente mientras Dylan no apartaba la vista de mí. Le dediqué una pequeña sonrisa, aunque por dentro estaba realmente incómoda.

— ¿Conoces a Bradley Fellow? — Le pregunté espontáneamente.

— Obviamente. — Dijo Dylan riendo cómo si fuera la cosa más obvia del mundo. — Aunque aquí todos le llamamos Brad.

Asentí confusa. ¿Cómo en tan poco tiempo había conseguido que todos le conocieran?

Cassie miró asesinamente a Dylan. Disimuladamente, le hizo un gesto de silencio, para que se callara. En ese momento sentí como si quisieran ocultarme algo.

— Fuiste muy fuerte. — Dijo Irma cambiando de tema. — Al estar tanto tiempo vagando sola.

— Supongo que no tenía otra elección. — Dije con voz firme. — En esas ocasiones, lo único que puedes hacer es conservar las esperanzas. Por muy pocas que tengas.

— No podría estar más de acuerdo contigo. — Dijo Irma mirándome con admiración, como si mis palabras la hubieran emocionado.

De repente, aparecieron de la nada cuatro personas que fueron desfilando en fila hasta la mesa pequeña. Todos los que estaban sentados comiendo se levantaron para aplaudirles y vitorearlos. Me levanté y aplaudí por educación, aunque realmente no entendía que estaba pasando.