Capítulo: 38

214 22 10
                                    

—ella... Está estable, pero tuvo el desmayo por la falta de alimentación que tuvo estos días, y también fue provocado por la depresión, sus defensas estaban muy bajas. Despertó hace un rato y me pidió que llame a....—reviso nuevamente los papeles, levanto la vista—Leonardo O 'sean, ¿es usted? —me miró, pude ver por el rabillo del ojo que las chicas estaban con su ceño fruncido y con cara de asombro.

—sí, soy yo—asentí.

—sígame por favor—caminamos hasta mí antigua habitación—pase, ella está dormida debido a los medicamentos que le dimos recientemente, si despierta trate no alterarla—asentí con la cabeza—lo que necesiten, solo me llaman—asentí nuevamente y le agradecí.

Cuando entré, ella estaba en la camilla, durmiendo, no sabía qué hacer, el hecho de verla tan débil y vulnerable, con cables y sueros, posiblemente luchando por su vida, me mataba, me destrozaba verla así, solo quería sacarla de aquí, abrazarla, besar sus labios, que ahora están pálidos.

Sus mejillas golpeadas y con rasguños, unas heridas que costarían en sanar, también tenía unos cuantos golpes en su cara, una venda pasaba por su cabeza, sus ojos se movían levemente, pero se notaba que estaba dormida, me dolía demasiado verla así, ella era una chica muy fuerte, valiente...verla así era tan confuso y doloroso que no sabía qué pensar o sentir en ese momento.

Me senté a su lado, recordando cada momento que viví con ella desde que fuimos novios.
Cuando llegó al hospital y le pedí que no se fuera de mi lado para que al día siguiente besarla por primera vez, otros recuerdos también se venían a mi memoria.

Tomé su mano y estaba fría. Tengo unas inmensas ganas de llorar y no creo poder controlarlas.

—Leyla, no te puedes ir, no puedes dejarnos solos. Te amo Leyla, le prometí a nuestros amigos que cuidaría de ti el resto de mi vida. Perdóname por lo que te dije e hice, confiabas en mí, y te fallé, fui un estúpido. No estás sola mi vida, nos tienes a cada uno de nosotros y... Si tú mueres, yo muero contigo porque no quiero estar en un mundo en el que tú no estés. Te amo con toda mi alma, no me abandones por favor. No me dejes—las lágrimas se escapan de mis ojos, y no puedo evitarlo.

Narra Leyla

Esas palabras tan hermosas, es obvio que te perdono porque te amo. No sé qué haría sin ti.

—tú me enseñaste muchas cosas, tú me enseñaste a que la vida es todo un arcoíris que incluye el color negro. Mientras esté contigo, toda mi vida se alegra, yo te amo, te amo más que a mí propia vida, y fui un gran estúpido al creer que me engañaste con Cahil. Discúlpame por favor, no quise decirte esas cosas, actué por imbécil. Por ti me muero, te amo— dios mío, que hermosas palabras. Lentamente abrí mis ojos.

—Leo...—dije como un susurro, que creo que no lo escucho por que siguió hablando.

—Leyla, sin tus besos necesito puntos de sutura en mi corazón, estoy perdido sin ti ¿cómo estar seguro ahora, si estoy en la tierra o en el cielo? Si tengo un ángel frente a mí—no le dejé terminar ya que lo atraje hacia mí y lo besé, extrañaba su sabor, sus dulces y suaves labios, lo besé con pasión, desesperación, amor y con todos los sentimientos posibles.

—yo también te amo— me separé de él—y deja de cantar stitchesdije con una sonrisa—eres un estúpido.

—soy tú estúpido—dicho eso lo besé nuevamente.

Amor De Secundaria. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora