Amor De Secundaria. ✔

Capítulo: 29

Me di la vuelta como él exorcista, y en efecto. Era Cahil. ¿Cómo no se le caía la cara de vergüenza? Después de haber golpeado a MI chica.

—¡¿QUE MIERDA HACES AQUI?!—grité molesto.

—¡no! ¡TU! —me apuntó—¿qué haces aquí?

—soy SU NOVIO. Además, yo no debería darte explicaciones. Eres tu quien debe explicaciones—Leyla estaba detrás de mí.

Prefiero que me partan la cara a mí antes de que le hagan algo a ella. No lo soportaría. La protegeré de todo y todos, las veces que sean necesarias.

—¿eso es cierto Leyla? ¿Este estúpido es tu novio? —dijo apuntándome.

—el único estúpido aquí eres tú. Y sí, él—me señaló—es mi novio. ¿Algún problema? ¿Por qué te pregunto? Si no eres quien para decirme tus opiniones porque no me interesan—me tomó de la mano y me besó. Yo le correspondí y la tomé de la cintura—¿entendiste? —dijo una vez nos separamos—no te quiero ver más en la vida ¡¿me escuchaste estúpido?!—wow, sí que está molesta.

Abracé a Leyla por los hombros, Cahil soltó un gruñido. Golpeó mi mejilla con su puño deshaciendo el abrazo ya que caí al suelo.

—¡¡VETE A LA MIERDA CAHIL!! mi amor ¿te encuentras bien? —dijo mientras se ponía de cuclillas a mi lado.

Me abalancé hacia el bastardo de Cahil mientras le propinaba unos derechazos en todo el rostro, que por cierto ya estaba sangrando.

—¡¡BASTA!!—dijo Fer también molesta... ¿Fer? ¿en qué momento llegó? me distraje y Cahil como es tan marica aprovechó y me golpeó en el rostro, provocando que caiga.

—¡¡te jodiste cahil!! ¡¡Cagaste!!—Ariane se abalanzo sobre él—¡¡NADIE SE METE CONMIGO Y MUCHO MENOS CON MIS AMIGOS!! ¡¡¡¿ENTENDISTE?!!! ¡Y PEOR CON LEYO! —esta chica da miedo, incluso llego a pensar que es hombre, tiene más fuerza que Cahil, de un solo golpe hizo que Cahil cayera. Antes de que vaya al tutelar de menores la tomé de los brazos alejándola de la mierda que esta tirada en el suelo-¡¡SUELTAME LEO!! ¡¡YO LO MATO!! ¡¡Y DE POSTRE PARA SU TATUAJE LE DOY CON LA CHANCLA EN LA FRENTE!! ¡¡SUELTAME O TE JURO QUE TE CASTRO!!—ya me asusté.

No me quedó de otra que soltarla. Cuando la solté nos dimos cuenta que Cahil ya no estaba.

—maldito, hijo de... su mamá. Ya ver el muy puto. Lo dejaré hecho Deblyn. Maldito—susurró.

Fernanda reía como loca y Leyla igual debido a como reaccionaba Ariane y yo intentaba calmarla. Leyla al verme su rostro de diversión cambió a uno de preocupación. Nos llevó a su casa a las chicas y a mí. Ya dentro me curó las heridas, que eran solo en el labio, la ceja y mí mejilla.

Nos quedamos a jugar videojuegos, mientras reíamos y comíamos. Mi celular comienza a vibrar, lo revisé y era un mensaje. Abrí el chat y era de Diego. Me alarmé un poco ya que cuando me manda mensajes es para avisarme que está yendo a una de sus entregas o está volviendo, a pesar de que sea que me esté avisando que ya regresó, me alarmo porque nunca se sabe cómo está volviendo. Como la última vez que le dispararon, si bien sus heridas no fueron graves...siguen siendo heridas, no siempre va a tener la misma suerte y eso me asustaba, siempre cruzaba por mi cabeza el hecho de que un día no iba a volver a recibir sus mensajes.