《Capítulo 8》

719 56 82
                                    

Narra Tristan

¿Había escuchado bien?. ¿Bradley estaba pidiendo que lo follara?. Joder, esto no se ve todos los días.

ㅡNo.ㅡHablé chasqueando mi lengua repetidas veces.ㅡNo voy a follarte pequeño yo... Mierda, no puedo.-Recapacité separándome de su cuerpo.

¿Qué se supone que estaba haciendo?. Por favor, yo era su niñero.

ㅡTristan, no me dejes así.ㅡMurmuró entre quejidos.ㅡ No hagas esto, mira como estoy, joder.

ㅡBrad, soy tu niñero. Ya deja de hacer esto más difícil de lo que ya lo es.

ㅡ¡Es tu culpa!ㅡGritó enojado.ㅡ Tu me confundes. Vienes aquí a mi cuarto y sin otra razón aparente comienzas a...

Su voz se cortó. Sabía que estaba nervioso.

ㅡTe dije que me dejaras solo y no me hiciste caso. Te odio.ㅡ Murmuró apuntándome con su índice.

ㅡLo siento. No puede darte nada de lo que tu quieres, se supone que estoy a cargo de ti.

ㅡEstá bien, si no puedes follarme voy a pedirte que me dejes en paz. ¿Entendiste?.

Abrí mis ojos sorprendido. Realmente quería que lo follara, sonreí internamente.

ㅡ¿No estabas jugando conmigo?ㅡPregunté notando que hablaba muy en serio.ㅡJoder, si querías que te cogiera, eh pequeño.

ㅡNo, no quería. Sale de mi cuartoㅡMe ordenó cogiéndome del brazo y sacándome afuera de su pieza. Cerró la puerta en mi cara, solté una pequeña risa volteándome. Dejé al enano solo en su habitacíon junto a esa erección que se había creado en medio de sus piernas.

Otro bello y merecido punto para Tristan Evans.

[...]

Bradley no había bajado en todo el día de su habitación. Ni siquiera para sacar del resfrigerador su agua mineralizada favorita, eso era completamente impactante. Bueno, no era mi problema. Suspiré sentándome en el sillón.

ㅡ¿Tu no piensas cocinarme?.ㅡCuando creí que por fin estaba en paz escuché esa voz otra vez hablándome indiferente como siempre lo hacía.

ㅡLo siento. Son las dos de la tarde, almuerzas a las tres y media.

ㅡPero quiero comer algo ahora.ㅡRespondió. Rápidamente capté ese doble sentido en sus palabras, dejé pasar eso.

ㅡBradley, órdenes son órdenes. No puedo desobedecer a tus padres.

El rizado bufó yendo hacia la cocina. Me levanté con pesadez para proceder a seguirlo, si no lo hacía tal vez quemaría la casa.

Entré al lugar observando a Brad de puntitas junto a la alacena. No alcanzaba los platos ni nada que quedase a esa altura, se veía malditamente tierno dando pequeños y reiterados saltitos intentando llegar hasta allí. Sonreí internamente apoyando mi cuerpo en la pared de la entrada de la cocina.

ㅡMaldita mierda.ㅡMurmuró entre dientes. Mi sonrisa se amplió, intenté no reírme pero fracasé en el intento. Una carcajada salió de mi boca llamando la atención del pequeño Simpson.ㅡTu niño raro, no te rías de mí.ㅡHabló enojado.

ㅡ¿Raro?, ¿Yo?

ㅡNadie te manó a medir mil metros, por lo menos utiliza esa jodida altura ayudando a los que la necesitan.ㅡReí fuertemente ante su comentario.

You Need A Babysitter? ㅡ Tradley EvansonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora