《Capítulo 1》

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Narra Tristan.

Eran las seis de la mañana y yo estaba listo. Había desayunado y arreglado demasiado bien para mi gusto.

Lo menos que quería era causar una mala impresión ante los Simpson.

Rápidamente salí de mi pequeño departamento. Tomaría un taxi, puesto que, no tenía auto propio.

El ascensor me causaba tantos recuerdos, malos sobre todo. Cierto día en Éxeter, cuando subía al piso de mi mejor amigo Connor el aparato se detuvo, dejándome allí por horas. Odiaba recordar eso pero me era inevitable hacerlo dentro de una de estas cosas.

Dejando el tema anterior de lado, trabajar de niñero era una idea sumamente estúpida, odio a los niños. Pero el cáncer de mi madre estaba avanzando cada vez más y los remedios eran tan caros que me vi obligado a mudarme.

Salí del edificio y me aproximé al paradero, uno de los muchos autos amarillos se detuvo ante el gesto que realicé al verlo acercarse. Me subí y di la dirección a la que iba.

Las calles de Londres estaban repletas de gente. Mujeres que salían de las tiendas llevando millones de bolsas con ropa, muchas otras caminaban formalmente vestidas hacia sus trabajos y hombres de traje iban de un lado a otro, apresurados también. Definitivamente nunca iba a acostumbrarme a todo este ajetreo de ciudad.

ㅡSeñor, ¿Va a bajar?ㅡCuestionó el chofer, quien sabe cuantas veces me lo había dicho ya. Estaba demasiado distraído.

ㅡLo siento, muchas gracias.ㅡRespondí avergonzado.

Le pagué al señor y bajé del taxi topándome con la mansión. Mis manos comenzaron a sudar a la vez que me aproximaba al timbre.

Lo toqué con mi índice. Produjo una suave y perturbadora melodía ante la presión que ejercía mi dedo sobre él.

Una mujer castaña salió de la casa a los pocos minutos. Se acercó a mi dejando que solo la alta reja nos separara.

ㅡ¿Eres el chico del llamado?

Asentí nervioso ante su tono de voz tan maternal.

ㅡAnda, pasa.ㅡHabló abriendo la puerta de metal.

Entré lentamente, no queriendo siquiera rozar la estructura como si esta fuera a quebrarse.

ㅡHablaremos en el estudio. Tenemos cuentas que arreglar, joven.

ㅡMe llamo Tristan Evans.ㅡInformé y ella asintió con una bella sonrisa

Entramos a esa gran casa. Intenté no mostrarme tan sorprendido ante todo el lujo que existía dentro de ella. La señora Simpson me guió hasta el estudio.

ㅡHola.ㅡSaludó un hombre canoso. Supongo que era su esposo.

ㅡHola señor, soy Tristan Evans.ㅡMe presenté estrechando su mano.

El hombre se presentó como Derek Simpson.

ㅡ¿Estás consciente de todo lo que lleva el cuidar de un niño?

Sí y es horroroso pensar en tener que ver a un enano a todo momento.

ㅡClaro.ㅡRespondí enseñando mi mejor sonrisa paternal.ㅡNo creo tener mucho problema con su hija o hijo.ㅡ Joder, que mentiroso estaba siendo en este instante

ㅡEs un niño.ㅡHabló la mujer enternecida.ㅡTrabajamos mucho y no podemos cuidar bien de él. Hemos tenido muchas niñeras y todas se van, no entiendo porque lo hacen. Bradley es un amor de chico.ㅡSe lamentó. Por un momento recordé a mi madre reflejada en ella.

You Need A Babysitter? ㅡ Tradley EvansonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora