32; Pareja no tan perfecta

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 ¿Me creerían si les digo que me quede dormida? Bueno ya he despertado y aqui el resto.


— Por favor Sam...no quiero hablar — estábamos en la entrada de mi habitación ya, y Sam no había dejado de insistir.

  — Tan solo quiero...

  Lo interrumpí— tan solo quiero dormir...eso quiero yo, mañana hablamos, te pido de favor que te vayas. Me sentía sofocada y eso no lo entendía.

  — ¡Tan solo quiero la verdad! quiero saber que mierdas sucedió allá—levanto la voz, me estaba gritando y eso no lo iba a soportar, no cuando estaba tan enojada ya.

  — ¡Y la sabrás, carajo! pero hoy no, y si no lo entiendes puedes andarte a la mierda, yo me voy a dormir—abrí la puerta y todo estaba recogido pero Ethan no estaba, como costumbre.

  — Allyson...son las ocho apenas, es imposible que agarres el sueño.

  — Pues lo haré posible, por favor Sam, entiende, mañana lo hablamos con tranquilidad.

  — Pues esperare, dulces sueños, te quiero—se da la media vuelta y se va.

Cierro la puerta y me voy al baño, sin importarme por la ropa, me meto así, me siento en el mojado suelo y empiezo a llorar, no sabia que era en concreto la razón precisamente por la cual estaba así, de pasar de sentirme bien y con el humor perfectamente a sentirme frustrada, estresada y muy cansada. 

Odiaba esos cambios de humor. Me empece a quitar la ropa, mientras el agua seguía cayendo, lo bueno era que estaba completamente fría y eso me ayudaba un poco a relajarme, ya desnuda me bañe, tarde dos horas, mi piel estaba ya arrugada y no me importo, me cambie a una playera de pijama y unas calcetas, me acosté y no tarde en agarrar el sueño.

 Su cuerpo conectado a varios cables, su cabeza reposando en la blanca almohada, sus manos y rostro pálido, me acerco lentamente hacia el sin hacer ruido.Me siento en una silla que esta a su lado, me siento y tomo su fría mano, me da tanta rabia verlo así.

— Eres un hijo de puta, ¿por que no me dijiste? —digo, sin poder contener las lágrimas. El no me oye, no responde.

— M–e visitas...¿y eso me dices? —me sobresalto al oírle hablar.

— Te lo mereces...— miro sus oscuras ojeras — ¿Como te sientes?

—En unas hora más estaré mejor. —no, no.

— No digas eso, por favor. —lloriqueo— ¿Por qué?

—¿ Por que?, ¿que? —pregunta.

— ¿Porque no me dijiste? Pude ayudarte...—me sorbo la nariz.

— No quería hacerte daño, no, allyson no me puedes ayudar. —acaricia mi mano de arriba a abajo.

—Que s–i.

—No, no puedes ayudar a un persona con cáncer. —al oírlo lloro más, que esto sea una broma, por favor.

— Hay cura, y–o lo se.      

—Cambiaste mi vida, Ken, no dejaré que tu también me abandones.

—No te abandonaré, siempre estaré contigo.

—Mentira...me abandonarás como todos.

—Te quiero, no lo olvides nunca. —la máquina empezó a sonar emitiendo un sonido extraño.

—¿Ken?...¿que pasa?, ¿que es ese sonido? —pregunto asustada, el pitido empezaba a ser molesto y irritante.

— N–o puedo respirar...—dice jadeando.

Grito, grito angustiada, no se que hacer. — ¡Kiara!, ¡doctores!, ¡alguien por favor!

Todo vi blanco después, esto es una pesadilla, solo una pesadilla, Allyson...

— ¿Si me llevaras de paseo, ally? — esa voz.

  — ¿Josh? — pregunte a la nada, mis ojos no tardaron en llenarse de lagrimas.

  — Aquí estoy — oí y vi a mi hermano sonriente a unos metros de mi, corrí hacia el pero desapareció, pronto me encontraba en otro lugar.

Otro recuerdo me llego de pronto.

— ¡Por favor! no cierras los ojos, ¡anda! te comprar-e tu helado favorit-o, pero no cierres tu ojitos...por favor.  

Desperté. Ya había pasado tiempo que no soñaba eso, me limpie el sudor que corría en mi frente y pronto cheque la hora, eran las diez.

  — ¿Estas bien, Ally? — Ethan pregunta acostado, yo niego y lo miro nerviosamente.

  — Tengo que ir con Sam — y sin perder tiempo en ponerme zapatos abrí la puerta y me fui corriendo con mis calcetines ensuciando mientras el grito de Ethan se hacia lejano.

Toque su puerta fuertemente mientras estaba jadeante, mi respiración se estaba entrecortando por la corrida y mis nervios aumentaban por cada segundo que pasaba. Pronto se abrió y Sam abrió luciendo recién levantado. No le di oportunidad de hablar.

  — Te diré todo. 

Con lagrimas en los ojos y tartamudeando por repetitivas veces conté cada momento que pase con las dos personas que perdí en mi vida, lo veía observarme con atención, un momento paso cuando me abrazo y yo empapando con mis lagrimas su camisa seguía hablando y narrando con lujo y detalle, pronto cambiamos y yo estaba con la cabeza en su regazo mientras el me acariciaba el pelo. El hipo no tardo en llegar pero eso no evito que siguiera, me sentía impotente al recordar todo con perfección, algo se había activado reviviendo los momentos como si lo acababa de vivir.

  — Lo lamento — lo voltea a ver y vi que se limpiaba unas lagrimas— no quise presionarte, y te prometo que haré que todo, lo superes, me encargare de no volverte hacer llorar, no lloraras nunca mas o si no que me parta un rayo.

  — Algún día llorare, es inevitable, así que no digas eso, te quiero vivito y solo para mi — bromeo mientras me limpio la nariz.

  — Trato de hacerte sentir mejor y ser romántico y dices eso, estas demente — se ríe y besa mi frente.

  — Me hiciste feliz en el momento que apareciste. 

Allyson: Después de mi primer amor [02]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu