Capítulo 41 "Nueva decisión"

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Hoy me marchaba a Londres. Tenía un sentimiento de alegría y rechazo, es decir, quería regresar y ver a mis amigos y graduarme, pero sabía que ahí estaría Zayn. Mi corazón se encogió, pero he aprendido a ignorarlo. Él ya había seguido con su vida y yo debía hacer lo mismo. Baje a la sala con mi maleta. Mi padre me esperaba abajo con una sonrisa triste.

-          Mi vida—dijo el abrazándome--- volverás a Londres.

-          Sí, pero cuando regrese estaré graduada si dios quiere papa—dije sonriendo

-          Que asísea linda—dijo sonriendo

-          Debes ir al trabajo ¿cierto?

-          Si mi amor---dijo el con una mueca---pero no debía irme, sin antes despedirme de ti. Te quiero mucho Laura. Quiero que sepas que para mí eres un gran orgullo y sé que tu madre estaría igual que yo.

-          Gracias papá---dije con un nudo en la garganta. Papá casi nunca hablaba así

-          Ahora pórtate bien y cuídate pequeña Laura---dijo el abrazándome de nuevo y dándome un beso en la frente

-          Tu igual papá---dije sonriendo---te quiero mucho.

Él me sonrió y salió de la casa. Yo fui a la cocina y tomé un vaso de agua. Estaba nerviosa. Enrique me pasaría buscando y sé que él quiere una respuesta. Estuve toda la noche pensando en que hacer. Analizando los pro y los contra. Pero no pude decidir. Lavé el vaso y me regresé a la sala. En eso suena mi teléfono. Era Mónica.

-          Amigaaa ya te vas---dijo Mónica triste

-          Sí, estoy esperando a Enrique para ir al aeropuerto

-          Que rabia, no puedo ir a despedirte—dijo ella quejándose---trabajo, trabajo y más trabajo

-          Mónica ¿Qué te he dicho yo?

-          “así no puede hablar una viceministra” ---dijo ella imitándome--- pero es verdad

-          Tranquila Mónica---dije sonriendo--- solo espero que me vayas a visitar a Inglaterra

-          Claro que sí, cuando pueda me escapo, con la excusa que debo ver las embajadas europeas. Oye esa es una muy buena idea—dijo ella riendo

-          Oh dios Mónica no vayas a tumbar el ministerio por favor---dijo riendo

-          No te prometo nada---dijo ella también riendo

-          Gracias por haber estado conmigo estos seis meses y por ser mi amiga Mónica—dije feliz

-          Las gracias deberías dártelas yo a vos, eres muy especial ¿sabes?---dijo ella riendo--- no todo el mundo me cae bien, pero vos fuiste una excepción y no te creas aún estoy averiguando porque

-          Si eres tonta---dije riendo. Escucho la corneta de un auto. Enrique había llegado---bueno amiga debo colgar. Enrique llegó.

-          Llámame cuando llegues a Londres---dijo Mónica

-          Claro que sí, yo te llamo, adiós Mónica, estaremos viéndonos

-          Que no te quepa la menor duda—dijo ella riendo---adiós Laura, buen viaje

-          Gracias---dije colgando el celular.

Tomé mi maleta, observé toda la casa de mi niñez, sonreí y salí de ella. Enrique se había bajado del auto y me esperaba en la puerta del copiloto

-          Hola Laura¿Cómo te encuentras?---dijo el sonriendo

-          Hola Enrique—dije devolviéndole la sonrisa--- muy bien. Gracias por llevarme al aeropuerto.

-          Por nada—dijo el picándome el ojo.

Tomó mi maleta y la metió dentro del auto. Yo abrí la puerta del copiloto y me monté. El hizo igual en el piloto. En cuestión de minutos ya estábamos camino al aeropuerto. Enrique iba silencioso, yo también. Disimuladamente vi su perfil. Estaba concentrado manejando. Él era muy guapo. Bueno siempre lo ha sido. Todavía me acuerdo de mi impresión cuando lo vi hace un año. Con sus ojos verdes claros, su cabello rubio, su estatura y su espalda ancha, me había quedado lela viéndolo. Muchas mujeres están detrás de él, pero sin embargo él me escogió a mí, una simple estudiante enamorada de otro. Pero tal vez él podría hacerme olvidar a Zayn. Enrique siempre estuvo conmigo en las buenas y en las muy malas. Me hacereír cada vez que puede y me trata como una princesa. Es cariñoso y caballeroso, algo que siempre busqué en un hombre. Amo a Zayn pero debo olvidarlo, y estoy segura que aprenderé a amar a Enrique. “Lo aprecio y lo quiero como amigo, eso ya es algo para comenzar” pensé convencida

Sentir el auto estacionándose interrumpe mis pensamientos. Observo a mí alrededor. Ya habíamos llegado al aeropuerto. Estaba tan sumergida en mi mente que no me di cuenta. Bajamos del auto y Enrique llevaba mi maleta.

-          ¿a qué hora sale tu avión?---preguntó Enrique viéndome

-          Dentro de quince minutos—dije viendo mi reloj

-          Entonces vayamos para que registres tu maleta—dijo el sonriendo

Lo seguí. En cuestión de varios minutos. Ya estábamos en la entrada del embarque para el avión. Empezaron a llamar a los pasajeros. Miré fijamente a Enrique.

-          ¿Me dirás la Respuesta Laura?---dijo Enrique metiéndose las manos en los bolsillos

Después de pensar tanto, ya tenía su respuesta. Era la mejor opción para ella. Aprendería a amar a Enrique. Me acerqué a él y acaricie su mejilla.

-          Si Enrique, quiero ser tu novia—dije con cariño

-          ¿en serio?—dijo el sin ocultar su felicidad.

-          Por supuesto, yo te quiero Enrique, ayer me agarraste desprevenida, pero yo te quiero---dije sonriendo pero a la vez triste. Sentía que le estaba mintiendo.

-          Oh Laura, me haces el hombre más feliz del mundo—dijo el abrazándome y cargándome, haciéndome dar vueltas—te amo Laura Castillas, no te arrepentirás de esto. Seremos la mejor pareja

-          Yo también—dije riendo forzadamente. Me sentía mal por lo que estaba haciendo.

-          Sé que las relaciones a distancia son difíciles, pero trataré de ir todos los fines de semana o cada dos fines de semana---dijo el contento

-          Bueno tú lo decides Enrique---dije contenta

-          “Ultimo llamado para los pasajeros con destino a Londres”---dijo el megáfono del aeropuerto.

-          Ya debo irme---dije abrazándolo---- te llamaré cuando llegue

-          Adiós mi bella “novia”---dijo el feliz

-          Adiós mi bello “novio”---dije sonriendo

Él me beso en los labios y yo seguí su beso. Después de varios segundos, nos separamos y yo me fui para donde estaban los trabajadores. Entregué mi boleto y me despedí de Enrique con la mano. Continué mi camino hacia el avión. Busqué mi asiento. Tuve la suerte que me tocó la ventanilla.

Después de un pequeño tiempo, estábamos despegando. Vi a través de la ventanilla, se podía ver la ciudad. Mi ciudad. Pensé en la decisión que tomé y me dije a mi misma que ya no había vuelta atrás. Era la novia de Enrique Fernández. Solo esperaba que todo resultara bien. 

¿COMO HAGO PARA SEDUCIRTE? (ZAYN MALIK) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora