Mariposas Negras

Capitulo 4: Fiesta de Verano

A las 8 y 30 de la noche la camioneta de los Cohen era parqueada en el estacionamiento del prestigioso South Lake Club donde ya se escuchaba la música proveniente de la fiesta. No había sido difícil convencer a los padres de Diego para asistir a tal evento.

El salón principal del club se había convertido en una especie de Luhao hawaiano, donde la gran mayoría vestía costosos trajes playeros.

Para Diego nada de esto era nuevo, con el tiempo se había acostumbrado a estas reuniones. En especial esta, donde cada año las familias más ricas de la capital eran recibidas con una gran fiesta en el club donde eran socios.

Mientras los mayores se encontraban apartados en una esquina del salón, bebiendo y hablando sobre sus últimos ingresos, los más jóvenes, por así decirlo, se reunían en pequeños grupos para conversar y de vez en cuando bailar.

El gran salón había sido remodelado casi completamente para la ocasión, proporcionando una imitación del estilo hawaiano. Los mesoneros iban de un lado a otro con collares de flores ofreciendo un sinfín de comidas exóticas para los asistentes.

Mientras que el resto de su familia ya había encontrado a uno que otro conocido, Diego, seguía sin poder divisar a la alta pelirroja que lo había invitado.

En su recorrido por el salón principal se topó con otro viejo amigo

-¡Diego!- le saludó efusivamente

-Kris- respondió con menos animo- Tiempo sin verte

-¡Lo mismo digo!

Hace mucho tiempo, Kris había formado parte del club de amigos de Diego, este inclusive lo considero su mejor amigo. Pero luego de que la compañía telefónica perteneciente a los padres de Kris se extendiera a nivel internacional este se vio obligado a empacar sus cosas y mudarse a Alemania.

Un silencio incómodo se hizo presente. Pero si algo tenía Diego era la capacidad de no guardarse nada.

-No sabía que habías vuelto, bueno realmente no he sabido de ti desde hace dos años- acotó amargamente

-No sabía que aun me odiabas por eso- contestó el chico rubio al recordar los malos términos en los que habían quedado cuando se fue del país.

-No te odio por el hecho de que te hayas ido- objetó rápidamente mientras tomaba la bebida que le ofrecía uno de los mesoneros. Si esperaba superar esa conversación sin que nadie resultara herido o sin armar un escándalo, necesitaría cierto nivel de alcohol en su organismo para lograrlo- Solo me pregunto qué pudiste haber hecho en 2 años que no tuviste tiempo ni para llamar.

-No me lo pongas mas difícil- pidió con cierto cansancio- Tampoco fue fácil para mí.

-De todas formas ya no importa- completó Diego, mientras observaba a su ex amigo, que aparte de tener su cabello rubio más largo no había cambiado nada en esos años.

-¿Y que ha sido de la vida de los chicos?- preguntó Kris con fingido animo para cambiar un poco el tema.

-Bien- fue la seca respuesta de Diego.

-¿Y Sara?- sonsacó ahora con mayor interés, pero con mas nostalgia.

Fue entonces, cuando Diego después de tanto tiempo no supo que contestar.

Los recuerdos de aquellos días pasaron por su cabeza fugazmente, días en los que solían estar juntos, cuando Sara, Kris, Shane, Paul y Diego eran inseparables. La partida de Kris había significado una gran fractura en el grupo, no solo por el hecho de que él era quien solía controlar las constantes y absurdas peleas entre Shane y Diego, sino por su relación con Sara.