3. Fiestas universitarias

2.9K 359 171
                                    

GABRIEL.

Me sentía observado así que levanté la mirada y me encontré con cinco adolescentes mirándome con una sonrisa. No entendía en ese entonces porque hasta hace una semana, cada uno tenía su puesto en esta cafetería pero ahora...

—¿Podemos sentarnos aquí? —preguntó Mac.

El chico más popular de toda la universidad estaba pidiendo permiso para sentarse conmigo.

—No les hablaré —advertí sin mirarlos ni quitar mi mirada de la pantalla de la laptop.

Cass rió —Eso no es una novedad.

Todos tomaron asiento y comenzaron a hablar mientras que yo intentaba terminar el maldito reporte para mi clase de fisiología. Después de diez minutos de constante estrés, decidí unirme a la conversación que estaban teniendo.

—Deberían ir, es espectacular —dijo Cass.

—¿Qué cosa? —pregunté.

—La fiesta de iniciación de kappa zeta mu, es la mejor fraternidad de todo el campus universitario —respondió Mac.

El campus universitario, en otras palabras, fraternidades repletas de adolescentes que creen que emborracharse y fumar porros los hacen invensibles cuando en realidad son solo una manga de patéticos adolescentes deprimidos.

—No sabía que estaban en fraternidades —dije.

—No lo estamos —respondió Maddie.

—¿Por qué no? —pregunté.

Maddie se encogió de hombros —No me gustan.

Cass rió —La última vez que estuvo en una se acostó con todos los novios de sus hermanas, la botaron a la semana y a mi con ella por defenderla. Fue realmente estúpido.

—¿Por qué la defendiste? —pregunté.

—Porque odiaba a esas chicas.

Cassie señaló a un grupo de chicas detrás de nosotros, entonces noté que toda la maldita cafetería nos estaba mirando como si fuesemos extraterrestres.

—Entonces ¿irán a la fiesta? —preguntó Mac.

En resumen, todos irían menos yo.

—¿Por qué no? —preguntó Mac.

—No me gustan las fraternidades —dije— correción, no me gustan las fraternidades de esta universidad en específico.

—¿Qué tienen?

—Son falsas —respondí— dicen ser vínculos de hermandad, confianza y esas mamadas, por favor, cuando terminen la universidad ni siquiera se acordarán de sus "hermanos" porque lo único que hicieron fue emborracharse y doparse.

Mac se quedó sin palabras al igual que todos. Lis, que no había hablado en todo el rato me sonrió y luego quitó la sonrisa para sonrojarse.

—¿Por qué se sentaron aquí? —pregunté.

Mac levantó la cabeza y sonrió, cielos, ya veo porque es tan popular, es malditamente caliente.

—Me siento más comodo con ustedes que con mis amigos —respondió— con ustedes no tengo que fingir nada, ya sabes ¡PECHOS, WOO HOO!

—¿Entonces aquí puedes adorar penes todo lo qué quieras? —pregunté elevando una ceja.

Mac rió —Si, es una forma de verlo. Supongo que todos están aquí por lo mismo. Con los otros, tenemos que fingir ser como ellos —dijo— entre nosotros, podemos ser un homosexual, una anoréxica, una marginada, un virgen y una perra sin ser juzgados por ello.

El club de los inadaptados.Where stories live. Discover now