El club de los inadaptados.

1. Día de parejas empalagosas

Perspectiva de Gabriel [Multimedia]

Había perdido la cuenta de las veces en las que mi maestra de robótica me había enviado a la oficina del rector sólo por ser 'irrespetuoso'

—Dawson, puedes pasar —me avisó el vegestorio decrépito, siempre he dicho que el rector de la universidad tiene cara de un cachorro beagle.

—Hagamos esto rápido, necesito ir a esa tediosa charla con el psicólogo. Pensándolo mejor, tomese el tiempo que quiera —me senté en el sofá estirándome libremente.

—Debes dejar de comportarse así, niño —cree que llamándome así estoy bajo su control— Si no, no me quedará más opción que...

—Expulsarme —terminé su frase y me levanté del sofá— Está bien, Tanner, puedes hacerlo pero ten en cuenta que mientras más lejos esté de aquí, más peligro corre esta universidad.

—Déjate de tonterías...

—Qué diría el superintendente si supiera que el rector se acuesta con una estudiante.

Tanner se tensó, pero trató de negarlo —No sé de que...

—Sabes de lo que hablo, Madeline Hamptons —sonreí, la inadaptada del otro día nos contó como consiguió la mejor habitación del campus con lujo y detalles.

Tanner suspiró y frotó sus sienes. Sonreí y me retiré de la habitación, recordé que debía ir a mi sesión con el psicólogo y me quejé gimoteando.

—¡Algún día alguien te dará tu merecido, niño malcriado! —escuché como gritaba el anciano desde su oficina.

Ignoré el comentario y caminé a paso lento hasta la oficina del psicólogo, al entrar noté que ya todos estaban ahí.

—Siempre es un placer esperarte, Gabriel —comentó Madeline en tono sarcástico.

La ignoré y me senté en el asiento desocupado. Alice estaba sentada a mi derecha y tenía los auriculares puestos, podía escuchar perfectamente su música.

—Titanium —dije y todos se me quedaron mirando— David Guetta es sensacional.

—¿Has escuchado algo de lo que he dicho, Gabriel? —me preguntó el psicólogo.

Negué con mi cabeza y le quité un auricular a Alice para ponérmelo yo. Damen, el psicólogo nos quitó el iPod y apuntó el pizarrón.

—¿Qué diantres es eso? —pregunté.

En el pizarrón estaban anotado nuestros nombres con una pareja. En mi caso, estaba con Cassandra, la chica anorexica.

—Pasarán la semana completa con su pareja, la idea es que comprendan el problema del compañero —explicó— Dudas.

—¿Cómo asegurarás que cumplamos con la actividad? —preguntó Mackenzie.

—Algunos alumnos me ayudarán.

Topos.

—¿Tenemos que pasar el día completo con el compañero? —preguntó Alice algo tímida.

—Pueden omitir las clases obviamente pero almuerzo, desayuno, recesos y demás deberán estar juntos —contestó Damen.

—¿Cómo una estúpida pareja empalagosa? —pregunté.

—Como una estúpida pareja empalagosa —afirmó.

Simplemente grandioso.

Alice estaba con Mackenzie, Madeline con Miles y Cassandra, conmigo. Las parejas probablemente más estúpidas e inadaptadas.