Acosado Por Un Psicópata [BL]

Capítulo 06

Las clases continuaron de manera normal luego de las presentaciones, algunas chicas comenzaron a acercarse a mí para preguntarme sobre Jack, al ver que éramos cercanos. Me preguntaban por sus pasatiempos, gustos, chica ideal, si tenía novia, etc. Las constantes preguntas de las chicas me estaban llegando a irritar al ser muy continuas.

¿¡Cómo diablos voy a saber algo de eso si apenas nos conocimos ayer!?

Nunca entenderé a las mujeres, ni planeo hacerlo.

- ¡Hey, Basil!– la voz de Drake se escuchó afuera del salón.

Como si se tratase de un salvavidas, me aleje del mar de chicas y me acerque rápidamente a su lado. No sabía que llegaría a decirles si no se alejaban y seguían con sus estúpidas preguntas.

- ¿Qué quieres ahora?- preguntó exhausto.

Las chicas habían drenado toda mi energía y paciencia por este día, pero eso no significaba que fuera a olvidarme del hecho de que no hablaría de los mensajes donde fuera. Sin mencionar que ahora Jack asistía también, debía evitar que escuchara algo de eso.

- Quería pasar el descanso contigo, ¿qué te parece, aceptas?– una sonrisa adornaba su rostro, marcando un hoyuelo que se le era visible en una de sus mejillas.

Planeaba negarme, pero al ser la única persona que sabía lo que yo estaba pasando, decidí aceptar de mala gana.

- Está bien, pero debe ser en la azotea si o si- agite mi pelo algo cansado.

Drake, algo sorprendido por mi respuesta, se quedó parado como un imbécil.

¿Qué imagen tenía de mí este chico? Lo miré molesto hasta que finalmente reaccionó. Una sonrisa, aún más radiante que antes, invadió su rostro antes de que tomara mi mano y me guiará rápidamente hacia la azotea.

En situaciones como esta no sabía si estaba tratando con alguien de mi edad o un niño pequeño.

Al llegar al lugar, nos sentamos mientras cada uno sacabamos nuestra comida. Conversamos por unos minutos mientras comíamos, hasta que el repentino sonido de mi celular enfrió el ambiente; era un mensaje.

- ¿Él otra vez?– su tono se tornó sombrío al referirse al dueño de los mensajes. Su expresión me inquietaba cuando se ponía así de seria.

Dudé unos minutos antes de enseñarle el mensaje de hoy también.

"Debes recordar, Basil. Pronto estaremos juntos, me acercaré lentamente a tú lado, hasta que finalmente te vuelvas dependiente de mí y no necesites a nadie más en tu vida. Eres mio, por siempre y para siempre.

Te amo."

- ¿El piensa que eres de su maldita propiedad? ¡Qué broma!– golpeó con fuerza la pared mientras decía esas palabras.

Estuvo en silencio por unos minutos antes de volver a su antigua expresión.

- No tienes que preocuparte por las cosas que ese enfermo te envía, Basil- se levantó y me tendió la mano- No dejaré que ese bastardo te ponga las manos encima, yo te protegeré.

Lo miré unos minutos antes de aceptar su mano, con la que me ayudó a levantarme, acortando la distancia en la que nos encontrábamos. Estuve sorprendido por el repentino acercamiento, pero antes de que pudiera alejarme, sus brazos me rodearon la cintura, acercándonos.

Estaba desconcertado por la repentina acción de Drake. Nunca había estado tan cerca de alguien, mucho menos de mi padre, por lo que me sentía algo incómodo con esta repentina cercanía. Estaba por decir algo cuando el crujido de la puerta me llamó la atención.

- ¿Basil?– Jack, la voz era imposible de olvidar. Habíamos hablado todo el camino hasta la escuela, después de todo.

La situación quedó en un punto muerto, lo cual me hacía sentir incómodo. Antes de que pudiera pensar en algo, las voces de un grupo de personas que venía subiendo las escaleras, me sorprendió. No quería verme atrapado en esta situación por lo que me zafe rápidamente del abrazo de Drake y corrí escaleras abajo, sin mirar atrás.

Me encontraba confundido y avergonzado, por lo que no veía por donde estaba caminando; chocando con una persona y cayendo encima de ella. Estaba por levantarme y disculparme cuando noté de quien se trataba. Gilbert, el nuevo profesor. Él me miró, pero no pude decir nada y me alejé rápidamente de las miradas de los demás estudiantes.

No quería que me miraran, no podía soportar la presión y el peso que me causaban. Mi mente estaba hecha un lio y recogí mis cosas sin pensar en nada, solo queriendo salir de la escuela.

Me asustaba, temía recibir la atención de la gente; observando cada una de mis acciones y juzgándolas.

Corrí y corrí hasta llegar a un parque en donde me detuve, recuperando el aire. Necesitaba aclarar mi cabeza y despejar mis pensamientos, por lo que cerré los ojos mientras me recostaba en el suelo del parque, aún en mi uniforme escolar. No fue hasta que la voz de un chico me despertó que abrí mis ojos.

- Disculpa, ¿no deberías estar en la escuela? Reconozco el uniforme que estas usando, deberian estar en clases ahora, ¿no?– miré hacia el columpio, de donde venía la voz.

Un chico de tez pálida, ojos rojizos (lo cual era muy extraño, ¿seran de contacto?, cabello negro con las puntas teñidas de violeta. Estaba vistiendo una capucha negra, que ocultaba la mitad de su rostro, jeans azules y unas zapatillas negras. Parecía ser de mi edad, supongo.

- Eso no debería de importarte- respondí irritado.

Alejé mi mirada de aquel chico y observé el cielo, estaba despejado y no había nubes a la vista. Lo que me ayudaba a calmarme un poco.

- Ah, lo siento. No debí meterme en tus asuntos, es solo que me alegraba conocer a alguien de mi edad y quería iniciar una conversación. Había pensado que la escuela era un buen tema para iniciar, parece que te molesta. Perdón.

Agacho su cabeza, luciendo completamente apenado y avergonzado. No pude evitar reírme al verlo actuar así, por lo que me levanté del suelo y me senté frente a él. Al ver mi acción, una sonrisa floreció en su rostro, generando un encanto casi único.

Se acercó un poco a mí, sentándose en el suelo también. Parecía ser un chico interesante, me reí nuevamente.

No me había dado cuenta, pero mi mal humor se había esfumado.